martes, 8 de mayo de 2018

CRUZ CAFUNÉ (2018) Maracucho Bueno Muere Chiquito


Y después de carearnos con veteranos gigantes de la escena internacional de la talla de Pennywise o A Perfect Circle, volvemos a la tierra para pisar con los pies en el suelo y analizar nuevamente la escena urbana nacional y su continua efervescencia. Venido desde Las Canarias y una vez dado el salto al disco largo dejando en el camino ese providencial proyecto colectivo llamado Broke Niños Make Pesos, sin olvidarse por supuesto de sus compañeros de fatigas con los que ha contado también para este debut titulado Maracucho Bueno Muere Chiquito, Cruz Cafuné despliega todo su potencial en una obra que bebe tanto de la escena urbana actual como de la G-Funk noventera propiedad de gente como Warren G, Nate Dogg, Snoop Dogg y (por supuesto) Dr. Dre.



Respaldado por la repercusión del colectivo al que ha pertenecido en los últimos años y ese imponente hit llamado Mi Casa que le valió el disco de oro, Cruz Cafuné centra sus esfuerzos en ofrecer un ejercicio fresco, diferente y, en cierto modo, único por estos lares. Un trabajo del que sin duda se desprenden las influencias de las que hemos hablado más arriba, pero que se erige como un estilo propio ofreciendo una mirada personal e intransferible consiguiendo llevar su propuesta a un muy alto nivel. Jugando con el plus isleño de su situación geográfica (aprovechado tanto en los ritmos como en el argot), lo auténtico y sincero de sus letras, en ocasiones callejeras y en otras de una desnudez explosiva, Cruz Cafuné está dotado de una dualidad sumamente atractiva. Esa dicotomía que marca claramente en su portada y en su título, media cara destrozada y la otra en perfecto estado o ese concepto de si eres bueno acabas pringando, juega un papel sumamente importante en el concepto del disco fusionando de manera magistral el apartado emocional y personal con su carácter callejero y cafre.



Por supuesto no podemos obviar esos familiares skits (abuela, madre, amigos, novia) que Cafuné utiliza para separar los cortes, pequeños fragmentos de la vida del artista que ayudan a componer y comprender mucho mejor el universo personal de Cafuné y a darle ese empaque necesario de realidad que tan bien le sienta a la obra. Pero quizás el mayor logro del debut de Cafuné sea la capacidad de apropiarse de un estilo claramente fechado (y externo) para ampliarlo, actualizarlo y sumarle enteros con una producción descaradamente actual, en la que resaltan los nombres de Lex Luthorz y Choclok como los más recurrentes encontrándonos también con Ellegas, Indigo Jams, Dano y Big Yahya componiendo algún que otro ritmo, firmando 15 cortes para un debut que muestra un potencial incalculable poniendo la G-Funk de nuevo en el mapa. MBMC nos presenta a un artista con voz propia y en claro crecimiento mostrando una evolución gigantesca con respecto a sus anteriores aportaciones. Su reciente sold-out en la pequeña de las Razzmatazz de Barcelona es un claro ejemplo.

Puntuación 9

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