martes, 27 de marzo de 2018

XXXTENTACION (2018) ?



Con tan solo 20 años, se ha convertido en el protagonista de algunos de los episodios violentos más sonados de la actual escena trap estadounidense, los continuados beefs con Drake y Migos han copado sus historias de instagram desde el inicio de la misma manera que lo han hecho sus peleas con la clicka de Rob Stone o sus entradas y salidas de la cárcel en los tabloides, su capacidad para generar problemas y titulares negativos se ha convertido en una de sus marcas de identidad cargando con el título de rapper peligroso, irasccible y conflictivo hasta el punto en el que es su propia novia embarazada la que lo acaba denunciando por abusos y malos tratos (por lo que ha cumplido condena). Habiendo pisado la cárcel ya en varias ocasiones, una por los nombrados malos tratos, otra por tenencia ilícita de armas y otra por atraco a mano armada, está claro que la vida de Jahseh Onfroy (XXX), convertido en una de las figuras más notorias de la actualidad musical, ha estado siempre rodeada de violencia, destrucción y malas decisiones arrastrando ese halo de supervillano de la escena desde que empezó a salir a la luz.

 

Con un disco debut (17, 2017) en el que los temas centrales eran la obsesión y la depresión, XXX lanza su nuevo álbum acertadamente titulado ? (el que me diga que estilo transita el de Florida le invito a una cena) con el que vuelve a incidir en los mismos temas dejando un espacio concreto para la autoreflexión y la sanación interna e intentar reconducir su vida y su carrera hacia terrenos más inteligentes, maduros y relajados a través de la redención intentado mejorar como persona y como artista. Por de pronto su lavada de imagen ha incluido un trato bastante más cordial y cercano con su base de fans (a los que siempre ha tratado bastante mal) de la misma manera que lo hemos podido ver en actos de caridad infantiles o utilizando mensajes en la red sobre la organización All Live Matters.

 

Plagado de pildorazos de pop etéreo ultra breves que conviven en perfecta armonía con los hits traperos de XXX y sus delirios rap, su versatilidad estilística se plasma de manera reverenciable en este ?, un disco que contiene 18 cortes en tan solo 37 minutos y en el que se concentra de manera inequívoca el carácter abierto e inconformista de este mc con una carrera que apunta tan alto como luna. Removiendo los cimientos del trap para adulterarlos con el horror-core de los 90 y el R&B más vanguardista, XXX consigue llevarnos a terrenos inexpolorados, inspiracionales, evocadores y sumamente artys con una capacidad para molar, ser y estar tan única como esquiva para la escena. No hay nadie como él (y puede que tampoco lo queramos), pero está claro que lo suyo es de una calidad descomunal y si nos detenemos con ganas en este ?, dicha afirmación se torna irrefutable. Es curisoso, dónde parecería bastante normal encontrarnos con un artista escandaloso, explosivo y ruidoso, XXTENTACION se descubre como uno de los artistas más musicales (esas guitarras), íntimos, reflexivos e introspectivos del momento relacionandólo irremediablemente con el recientemente desaparecido Lil Peep y su carácter emo.

 

Sobre las instrumentales tenemos una selección de lo más granado en cuanto a beatmakers se refire, pero todas llevan un sello concreto, un tono emocional muy acentuado, sonidos muy íntimos y personales que casan a la perfección con las reflexivas líricas de Onfroy. Y en cuanto a las colaboraciones, pues casi tan peculiares como él mismo. Infinity con Joey Bada$$, Pain = BESTFRIEND con Travis Barker (Blink-182, Transplants), $$$ con ese irreverente niñato llamado Matt Ox, SMASH! con PnB Rock y la por momentos españolizada I Don' Even Speak Spanish LOL junto a Rio Santana, Judah y Carlos Andrez completan la selección. 

 

SAD!, NUMB, Changes, Hope, Schizophrenia, Going Down!, Moonlight, Before I Close My Eyes o la nombrada anteriormente Pain = BESTFRIEND son títulos bastante descriptivos a la hora de definir la personalidad de un álbum que funciona a las mil maravillas en su concepto de rara-avis consciente de ello. Con una intro titulada Introduction (instructions) en la que nos relata el concepto del álbum y lo que le ha llevado a crearlo, ? funciona como la primera entrega de una anunciada trilogía a la que se suman Bad Vibes Forever y Skins y que debería quedar completada antes de finalizar el año. No podemos esperar más.

Puntuación 10

sábado, 24 de marzo de 2018

FYAH (2018) F.Y.A.H.!


Reduciendo su nombre a la mínima expresión y entregando su cuarto disco de estudio a título homónimo, el Swan (el nombre por el que siempre lo reconoceré), ha facturado el disco más caro de su historia. Eso es algo indiscutible, y no me estoy refiriendo precisamente al presupuesto invertido en él, del cual no tengo la más remota idea (más allá de que masterizarlo en los prestigiosos Studios Sterling de Nueva York su pasta les habrá costado), pero para ser la primera vez que no ha utilizado supporters para financiar el álbum, se lo ha cobrado bien caro a los fans. Poniendo a 25 euros (gastos de envío aparte) el CD en su propia web (¿quién es el valiente que se atreve a vender un cd a esos precios hoy en día?) acompañado de una pequeña postal firmada, esa es la opción más barata que se plantea. Swan, lo siento pero te has pasado tres pueblos, eso ya de entrada.



Por de pronto está claro que estamos ante un disco mucho más orgánico, relajado y accesible. Un disco en el que el madrileño se ha rodeado de músicos reales para muchas de las composiciones, utilizando todavía y muy a menudo los riddims de su inseparable Daddy Cobra de la misma manera que aprovecha su magia a los mandos de la mesa de producción, consiguiendo un efecto que se acerca mucho más al clasicismo del reggae, el roots está  muy presente, y se aleja conscientemente de la crudeza del dancehall, con todavía presencia pero bastante más reducida, para construir un discurso algo más meloso, podríamos decir adulto, algo menos combativo y claramente más reflexivo.



Una vez más, cuándo más sorprende el Swan es cuando se sale de su propio patrón y prueba nuevos ritmos oxigenando su propuesto de manera descomunal. Y así, de la misma manera que en el anterior Bl4qkfy4h (2015) nos encontrábamos con variaciones tan refrescantes como el  descarado ska de 1979 o el misterioso y oscuro electro de 10:00 am, aquí nos deleitamos con perlas tan deliciosas y disfrutables como Kambelleh y sus melosos ritmos africanos o el synth vanguardista de Me Toman Por El Enemigo. Sin duda Swan ha dejado abierto el grifo de la creatividad pop a raudales para regalarnos su disco más bonito, facilón, pero no por ello menos disfrutable, aunque eso tampoco quita que se eche de menos al Swan más visceral y emocionante.

Puntuación 8

miércoles, 14 de marzo de 2018

TRACEY THORN (2018) Record


Imposible no hacerme eco de un disco como este Record. Tracey Thorn nos encadiló a muchos con sus Everything But The Girl, banda actualmente desaparecida que formó junto a su actual pareja Ben Watt a princpios de los 80, sus colaboraciones noventeras, entre las que destacan sobremanera las que realizó para Massive Attack, y posteriormente con sus discos en solitario, con un total hasta la fecha de cinco álbums de estudio. Con 55 años a sus espaldas y con unas ganas locas de volver a esos sonidos digitales, sintéticos (aunque nada faltos de amor y cariño con un amplio calado orgánico) e incluso discotequeros que explotó a mediados de los 90 realizando un cambio de 180º en el estilo de los Everything But The Girl después del exitazo monumental que supuso el remix que Todd Terry realizó de su Missing, la vena artísitca de la inglesa sigue en continuo proceso de creatividad. 

 

Reconocida activista femenina y luchadora incansable por las causas justas y la igualdad de género, la Thorn siempre ha sido una de mis personas favoritas más allá de su valor musical y artístico, que por cierto es de un nivel estratosférico. Record vuelve a incidir (muy necesariamente) en los mismos temas que la han preocupado durante toda la vida y que además forman parte de su cotidianedad de la misma manera que tendría que formar parte de la nuestra. Conseguir emocionarte, moverte por dentro y dejar una semilla plantada para el futuro desarrollo de nuestras mentes es algo que ella sabe hacer muy bien, y con Record ha vuelto a hacerlo, quizás de una manera más accesible y agradable, pero también de una manera más amplia y consciente. 

 

Record es un disco que irradia positivismo, alegría y actitud por los cuatro costados retomando los últimos coletazos de los desaparecidos Everything But The Girl y recordándonos el porqué de nuestro incondicional amor hacia su persona y sus canciones. Colaboraciones las justas y necesarias. Shura y la sección rítmica de las Warpaint en Air y Corinne Bailey Rae en Sister. Disco breve, con un conteo final de 35 mintuos y 9 cortes, en el que tanto la concreción estilística como la conceptual hacen que crezca sobremanera convirtiéndose en una obra tan necesaria como disfrutable.

Puntuación 8 

martes, 6 de marzo de 2018

KING GIZZARD AND THE LIZARD WIZARD (2018) Polydgondwanaland



Para una banda que tiene una regularidad para sacar discos casi tan alta como el promedio diario para ir al lavabo de un abuelete con problemas de próstata, (estamos hablando de un combo que ha facturado 13 discos en 5 años de los cuales 5 de ellos cayeron durante el pasado 2017), lo de poner a disposición de cualquiera y de  manera gratuita este Polydgondwanaland ha sido un acierto mayúsculo. Ya sabemos que lo de colgar el disco en la red para que todo el mundo pueda escucharlo de manera gratuita (ya sea través de la descarga del mismo o de la escucha indiscriminada a través de plataformas digitales como Deezer o Bandcamp) está la orden del día, pero de ahí a proporcionar todo el artwork del disco y los másters del mismo (tanto en digital como para el vinilo y el cd) para su producción en masa sin pedir nada a cambio es una jugada maestra que, al menos hasta la fecha, nadie se había atrevido a realizar.

 

Obviamente, esto ha ocasionado una vorágine de ediciones del disco en todos los confines de la tierra tan variable como incalculable. Algo que resulta enormemente beneficioso tanto para los fans, como los sellos e incluso para el propio grupo. En primera instancia son los fans los que más han celebrado la acción del combo australiano. Normalmente, los discos de los King Gizzard no se pueden conseguir por menos de 25 euros, pero para la ocasión, y teniendo en cuenta que no todo el mundo ha querido explotar el negocio poniendo el precio del disco por las nubes, hemos tenido la suerte de poder comprar en el sello francés Diggers Factory una copia de su edición de 3000 unidades (numeradas a mano) en carpeta sencilla y vinilo negro por tan sólo un mísero euro o incluso una bastante más exclusiva puesta en circulación por el sello zaragozano Analog Love de 250 copias con un artwork completamente distinto y vinilo en color por la justa cantidad de 10 euros, al menos durante el preorder, ahora ya ha subido a 15 euros en su web. Creo que son motivos más que suficientes para celebrarlo.

 

Los segundos en celebrarlo por todo lo alto han sido los sellos que han decidido sacarlo a la luz. Poner un disco en circulación del que todo van a ser beneficios y no hay que darle cuentas a nadie del precio del mismo, un tanto por ciento de las copias o incluso un tanto por ciento de las ventas, es como para celebrarlo y mucho. Si vais a la web de Discogs para echar un vistazo podréis comprobar que del Polydgondwanaland han salido nada menos que 132 ediciones distintas, ya sea en cd, vinilo o cassette. Y, obviamente, los terceros en alegrarse sobremanera han sido los propios componentes de la banda que han visto como su disco se ha editado de cientos de maneras diferentes, en tantos lugares distintos y a precios tan variables consiguiendo elevar su popularidad y su estatus de banda enrollada hasta límites insospechados.

 

Del disco poco vamos a decir. Si todavía no has tenido la oportunidad de acercarte a ellos, empezar con este Polydgondwanaland resulta bastante ideal para descubrir su engrasada mezcla de stoner, progresivo, psicodelia y rock dotada de una calidad simplemente estratosférica. Y para los que todavía no le hayan dado cera a este Polydgondwanaland por falta de tiempo (algo más que comprensible si sois de los que disfutan de su extensa discografía) decirles que, bajo mi punto de vista, estamos ante su mejor disco hasta la fecha solamente superado (o igualado al menos) por su descomunal Flying Mitocondrial Banana.

Puntuación 9 

jueves, 1 de marzo de 2018

BAD GYAL (2018) Worldwide Angel


 

Después de petarlo por todo lo alto con su anterior mixtape recopilatoria, Slow Wine Mixtape (2016), y llegar a todos los confines del planeta, de eso habla precisamente el primer corte del disco después de la Intro titulado Internationally, la natural de Vilassar de Mar firma su segunda mixtape, 9 cortes que llegan prácticamente a los 30 minutos de duración, con un plantel de colaboradores de lo más granado y perfectamente lista y preparada para volar por los aires el Primavera Sound de este año con la presentación de este infalible, sensual, sugerente y sumamente esperado Worldwide Angel. Una mixtape que vuleve a incidir en el estilo presentado por Bad Gyal tanto en su anterior trabajo como en los singles que le han sucedido, tomando el autotune como arma indiscutible en la mezcla e incidiendo en el dancehall sobre todas las cosas además de contar con esos ingredientes extras en los que podemos encontrar reggaeton, trap e incluso algo de R&B.

 

Siendo de las pocas artistas underground de la actualidad nacional en explotar el estilo venido de Jamaica, Bad Gyal ha decidido volver a contar con algunos de sus productores habituales, Dubbel Dutch y DJ Florentino aparecen firmando varios de los riddims del trabajo, para completar la lista de colaboradores con nombres tan destacados como el de El Guincho (brutales sus dos colabos en el disco), Jam City, Fakeguido, o D33J sumando enteros y conformando una batería de riddims crafteados a la perfección para twerkear y perrear como el que más. A las colaboraciones vocales se le suman Faberoa en Trust y Paul Marmota en Realize.

 

En un momento en el que la escena urbana nacional está en plena efervescencia y ebullición, y nos encontramos cada día más y más con la copia de copia, hay que darle un voto de confianza al que intente desmarcarse, hacer cosas diferentes y nuevas y llevar su visión artística, aunque sea poco a poco, a un nivel de profesionalización cada vez mayor. Y sin lugar a dudas Bad Gyal es una de las artistas emergentes a tener más en cuenta, por eso el Primavera y el BBK lo saben (dos de los Festivales grandes por los que ya ha confirmado), Pitchfork lo sabe (reseñando su single en primera instancia), Factmag lo sabe (copando su lista con lo mejor del pasado año con un tema de Bad Gyal) y Fader lo sabe (estrenando su vídeo de Blink en primicia). Creo que no hay nada más que decir excepto ¿a qué estás esperando para mover tu cu-cu?.

Puntuación 8