jueves, 29 de junio de 2017

LORDE (2017) Melodrama


Después de entregar un debut en 2014 bajo el título de Pure Heroin, con el que consiguió posicionarse como una de las nuevas divas del pop mainstream en gran parte del planeta, la neocelandesa Ella Marija Lani Yelich-O'Connor (a.k.a. Lorde) vuelve al candelero con un segundo álbum indiscutiblemente superior a su debut, algo que ya era una tarea complicada, con el sugerente título de Melodrama. Un disco que desde ya, se ha convertido en uno de mis mayores y más disfrutables placeres del año y del que espero grandes cosas en directo cuando Lorde nos visite en Barcelona el próximo 9 de Octubre en el Club Sant Jordi.

 

Con un muy variopinto plantel de productores para el álbum, siendo Jack Antonoff uno de los más dedicados y entre los que se incluyen Frank Dukes, Malay Andrew Wyatt, Joel Little y Flume, y habiendo empezado a escribir el disco incluso antes de editar su debut en 2014, Melodrama está claramente marcado por la ruptura de Ella con su pareja en 2015. Melodrama trata el tema de la soledad, el desamor y la tristeza de saber que has de rehacer tu vida, una vez más, después del acusado mal de amores que significa una ruptura no deseada. Aunque no estemos hablando de un disco conceptual al uso, todos los temas tratan el sentimiento individual que provoca la soledad después de una amarga ruptura.

 

Su estilo claramente mainstream apunta directamente al estrellato del pop internacional debatiéndose entre los ritmos sacados del hip-hop, el pop electrónico y la indiscutible calidad vocal que profesa Ella en todos los sentidos. Con tan sólo 20 años (su debut lo firmó con 16 añitos) el paso de gigante que han supuesto estos tres años para Lorde quedan patentes en hits incontestables de la talla de Green Light (un tema del que no conseguirás desengancharte en días), Homemade Dynamite (con ese rollo chulesco tan arrebatador) o Liability (una de las mayores dulzuras del disco). Con un currículum que incluye actuaciones en directo desde la pronta edad de 14 años, la habilidad para el pop de puro derretimiento que atesora Lorde no tiene parangón. Con un debut en el que las texturas del trip-hop  y el pop sinuoso confluían de manera excepcional, Melodrama apunta mucho más alto gracias a un carácter luminoso y esperanzador.

Puntuación 10

lunes, 26 de junio de 2017

MUNICIPAL WASTE (2017) Slime And Punishment



5 años después de su último disco de estudio y habiéndole dado más caña a su otro proyecto de similares características llamado Iron Reagan (nada menos que 3 discos en esos 5 años de impass que han sufrido los Municipal), Tony Foresta y los suyos regresan a la palestra con uno de sus mejores discos hasta la fecha en el que, después del medio decepcionante Fatal Feast, un disco que no llegaba a los estándares de calidad ofrecidos con anterioridad por el combo de Richmond, han recuperado toda la rabia, la fiesta y la potencia de sus primeros discos pudiendo, una vez más, competir directamente con sus homólogos Toxic Holocaust. Señor@s, que quede bien clarito, el puto disco de crossover del año se llama Slime And Punishment y no hay más que hablar, al menos hasta nueva orden. 

 

Reduciendo mínimamente la sensación de fiesta loca y bebercio descontrolado en sustitución de un sonido algo más maduro y serio (no os preocupéis que a esta gente las ganas de fiesta no se les acaban), Slime And Punishment cuenta con una producción ultra crujiente y definida que supone un paso adelante en el buen camino. Con Nick Poulos de Cannabis Corpse como nuevo guitarra y una refrescante y diferente portada, en la que los colores se han reducido bastante y la simpleza de la misma casa a la perfección con la identidad que los de Virginia le han querido dar al disco. 

Puntuación 8

lunes, 19 de junio de 2017

L.A. (2017) King Of Beasts


Ha tenido que ser con su quinto disco de estudio, el más largo y elaborado hasta la fecha, con el que he acabado sucumbiendo a las mieles del mallorquín Lluís Albert Segura. Habiendo catado anteriormente los discos del combo, siempre me habían parecido una de esas bandas demasiado fotocopiadas del estilo americano/inglés más popular y algo empalagoso. Siendo una verdad como un templo que a día de hoy todavía se pueden emparentar mucho mejor con la escena internacional que con el indie patrio, L.A. ha conseguido firmar su colección de canciones más redondas, sensibles, variadas y certeras desde sus inicios cerrando un King Of Beasts por todo lo alto en el que no encontrarmos ni un momento bajo en sus más de 50 minutos de duración y 17 cortes.

 

Retomando su casi olvidada relación con Toni Noguera, quien se ocupa aquí de la producción regalándonos un sonido que se presenta orgánico y envolvente a más no poder, otro de los mayores aciertos del disco ha sido lo de empezar una estrecha relación con su recién adquirido OP-1 (el sintetizador que ha utilizado Bon Iver para darle vida propia a su última obra maestra de estuido), eso y la capacidad de LLuís para bordar todos y cada uno de los temas contenidos en este King Of Beasts hacen de él una obra a tener muy en cuenta en el recuento final del año con los mejores a la cabeza.

 

Su explosiva combinación de carácteres y estilos, dentro del que entran el grunge, el indie noventero, el folk de toda la vida y la inequívoca capacidad de LLuís para sonar actual y poder competir en la ligas de primera (tanto por su sonido como por su estilo tan cercano al mainstream) elevan este King Of Beasts hasta lo más alto de la carrera de un artista en la que, siempre con triunfos bajo el brazo, remarca una manera de hacer las cosas que siempre le ha funcionado a LLuís pero que ahora toma un rumbo mucho más personal, concreto y disfrutable.

Puntuación 9

miércoles, 14 de junio de 2017

NUDOZURDO (2017) Voyeur Amteur


Sufriendo a lo largo de sus diez años de existencia todo tipo de cambios, tanto de formación, como de sello discográfico o incluso de formas, Nudozurdo entrega una nueva obra maestra del post-punk oscuro y depresivo facturado en el terroritorio nacional retomando las mejores formas de su debut Sintética (2008) sin olvidarse del todo de ese experimento, poco bien recibido por crtítica y público en su momento, titulado Rojo Es Peligro (2015), un disco en el que los sintetizadores y el carácter digital se acentuó con creces firmando una obra que, a pocos nos llamara la atención, a mi me pareció un paso en firme hacia un nuevo horizonte.

Como bien dice Leo Mateos (vocalista y compositor principal de la banda), -Enciendo la radio y todo lo que puedo escuchar son los grupos que huelen a dinero y poco más-, y tenemos muy claro desde el minuto cero (esa intro plagada de recovecos post-punk y seriedad sonora) que Nudozurdo no pasa por ahí, no quiere, no lo hace y no lo hará nunca. Capaces de tergiversar su propia personalidad a placer pero jamás al son de otros, Nudozurdo no necesita parecerse a nadie (aunque las referencias estén ahí) y mucho menos adoptar el calado actual de bandas como Love Of Lesbian, Dinero, Supersubmarina (un pasaje garantizado a las listas de venta) o para lanzarse a la piscina de la aceptación sin limites de un público ávido de foto(copias) y el consiguiente reconocimiento global por parte de la crítica que jamás ha comprendido la siniestra personalidad de Mateos.

Con la nostalgia de su primer álbum entroncada en su nuevo disco y sumándole (en contadas ocasiones) la capacidad digital de su obra anterior, Voyeur Amateur es una obra sin límites en la que perderse en multitud de lamentos, depresiones y acusaciones (le canta la caña hasta a Europa) nada fácil de acceder (a esto hay darle varias escuchas para famliarizarse con él) y que precisamente por ello, hay mucho donde rascar.

Puntuación 9


domingo, 11 de junio de 2017

PARAMORE (2017) After Laughter

La maduración (más de 10 años desde sus inicios) y los considerables cambios de formación sufridos a lo largo de esos años (primero los hermanos Farro y más tarde Jeremy Davis), ha llevado a Paramore hasta un punto de inflexión bastante alejado de lo que (re)presentaban en sus inicios. Ese rollo adolescente flequillero en el que el punk-pop de alto carácter emocional era el protagonista principal (prácticamente en sus tres primeros discos fue así), ha sido consumido totalmente hasta llegar a un punto en el que los ritmos caribeños, el pop ochentero y el rock de estadios se ha sobrepuesto a esa actitud juveniloide sofisticando y acertando su propuesta de manera bárbara y radical.

 

Tomando como punto de referencia el pop ochentero, como ya he comentado, la imbatible Hayley Williams, el recién recuperado Zac Farro y el de nuevo batería Taylor York firman un disco en el que la libertad estilística, la pasión por la variedad y el desplazamiento formal de la juventud que otorga la edad adulta (cerca de los 30 todos) resultan en una obra agradable, soprendente, refrescante y con una capacidad de entretenimiento muy superior a la mostrada en su anterior referencia. Tocados por momentos por la varita mágica de la música disco y producido por el propio York y Justin Meldal-Johnson After Laughter pisa sin complejos la new-wave y el synth pop de los ochentas con todas sus ramificaciones y consecuencias.

 

Algo de lo que Hayley no se ha desentendido para nada es de ese tono fatalista y despresivo de sus letras, un tono que casaba a la perfección con el carácter rebelde y adolescente de sus primeros discos pero que aquí contrasta sobremanera con lo divertido, bailable, disfrutable y luminoso de su sonido. En conclusión, cualquiera que se apeara de ellos con su anterior disco, lo hará todavía más en este, pero para los que encontraron un nuevo potencial a explotar en su anterior obra autotitulada, encontrará aquí un nuevo y ampliado patio de recreo en el que disfrutar con las nuevas atracciones y las nuevas luces de colores. Amantes de las Haim o de Carly Rae-Jepsen, dadle a esto que se sale mucho.

Puntuación 9

sábado, 10 de junio de 2017

PRIMAVERA SOUND 2017 (Sábado 03/06) Tercer día y dominación global.

El último día grande del Festival se presentaba bastante completo. Con el concierto en el Heineken de Arcade Fire la afluencia de gente al Primavera se disparó hasta niveles extraplanetarios. Pero sinceramente, lo mejor se iba a cocer nuevamente en los escenarios pequeños del evento como viene siendo lo normal desde sus inicios en el recinto del Fòrum. Ver un concierto de los multitudinarios en el Heineken se convierte en una tarea difíicl de completar satisfactoriamente. Miles de personas, sonido que se pierde en el ambiente, visibilidad casi nula si no te colocas en las primeras filas del concierto, por no hablar de los pesados de turno que con la turca incordian y molestan sin parar, ya sea hablando, empujando o cantando a pleno pulmón en tus oídos. Lo más inteligente es pasar de esos conciertos, sobretodo si lo tuyo es tirar de cosas menos conocidas.

THE MAGNETIC FILEDS (16.00 Auditori)
Con dos conciertos programados en el marco del Festival en el mismo recinto, los conciertos en el Auditori son un dolor de cabeza considerable a la hora de hacer colas o sacar entradas pero eso no quita que cada vez que me envalentono a ver uno allí salga del Auditori en una jodida nube de placer indescriptible, finalmente opté por el del último día ya que el horario me iba bastante mejor. Siendo una de las bandas más longevas y referenciales del indie americano (en activo desde principios de los 90), la banda de Stephen Merrit ofreció uno de los mejores conciertos que he podido disfrutar en ese recinto. Con un montaje de escenario que comprendia algo así como una habitación de una casa (probablemente la del propio Stephen sentado en una silla, con su atril reposando las partitura y su taza café en todo momento acercándose a su boca entre canción y canción) seccionada por la mitad y una pantalla encima de ella de la que iban saliendo desde animaciones a diseños estáticos inspirados en las letras de las canciones, los Magnetic Fields se cascaron un conciertazo de 2 horas (con intermedio de 15 minutos) en las que el indie lo-fi marca de la casa y la electrónica pop de sus aderezos convirtieron esa tarde de Sábado en pura magia musical.  Su barroquismo musical contrasta sobremanera con las familiares y creativas historias que representa Merritt en directo en las que la realidad se entremezcla con la ficción de manera espectacular. Panderetas inspiradas, teclados vitalistas, violas sorprendentes, deliciosas guitarras acústicas y alegres percusiones se fusionaban bajo una impresionante aura de delicadeza y preciosismo con una facilidad casi celestial. Para que os hagáis una idea de lo divertido y cordial del concierto, entremedio de casi todas las canciones, Merritt dedicaba un breve espacio de tiempo en explicar el porqué de la canción, y os puedo garantizar que sus historias no cantadas eran tan "oro puro" como las canciones. Es algo muy de agredecer el poder saber de primera mano de donde sale una canción concreta, la historia que la rodea o la persona en la que está inspirada justo antes de escucharla, esa manera de presentarlas (no todas) era algo así como la técnica perfecta para hacer que el oyente se sienta todavía más cerca del autor. Lo dicho, pura magia todo.
Puntuación 10

AGORAZEIN (18.25 Adidas)

Y después de zamparme dos horas de los Magnetic Fields y salir de allí más ancho que largo, me dispongo a ir a mi escenario favorito del Festival para ver (una vez más) la cantidad de estropicios por segundo que pueden hacer sobre las tablas los encumbrados Agorazein, o al menos eso pensaba yo. Con un disco bajo el brazo que es una obra maestra indispensable de la música moderna y una patada en el estómago a todos los que dicen ser los amos del trap en España (bajo mi punto de vista AGZ no tiene rival en el estilo en todo el estado Español), he de admitir que me soprendieron muy positivamente en comparación con la última y desastrosa actuación que pude presenciar de ellos en el Cara-B. Sin Jerv haciendo el ridículo (no sé si se lo dejaron a propósito o si no pudo venir pero lo suyo en directo es de verguenza ajena) el combo formado para la ocasión por C.Tangana, Stycky M.A. y DJ Fabiani llegó para partirlo como solo ellos saben y darle al autotune sin complejos ni compasión ninguna. Con un set list que contemplaba todos los hits de su SIEMPRE y colando algún que otro temazo de Tangana en solitario, el público estaba sumamente entregado coreando los temas a pulmón y bailando al más puro estilo de los burlaos. Tanto Tangana como Stycky estaban subidos en una enorme nube de ego (y de algo más) dejando el listón con su actuación mucho más alto de lo esperado. Frases como "-soy el artista más mainstream de España-" o "-he firmado el contrato más caro del gremio-" firmadas por Tangana (evidentemente) o "-que os jodan jilipoyas veganos-" de Stycky M.A. dejan bien claro la actitud sobrada y descarada del combo, pero eso no quita que el bolo fuera un buen pepino, mucho más coordinado que la útlima vez (también eran uno menos en el escenario y era más grande), su sonido fue cai inmejorable (al menos en su caso). Siempre dentro de su horterismo cutre salchichero algo desastroso que les hace tener ese encanto especial que tanto me puede. Temazos incontestables como Panini, 100.000 Pasos, Tentación, Los Tru, Lo Mío, Angel o Ya Sabes se convirtienron en momentos estelares dignos para el recuerdo.
Puntuación 9

SWET SHOP BOYS (19.20 Pitchfork)
Todavía dentro del ámbito del hip-hop, Swet Shop Boys son la antítesis más refrescante, cerebral y veraz de Agorazein en todos los sentidos. Rap de denuncia, un auténtico canto a la tolerancia entre naciones y religiones, contestatario, con mensaje, reflexivo y con muchas cosas y muy imporatntes que decir. Dúo de mc's formado por un americano de ascendencia hindú y un inglés de raices musulmanas, lo de Swet Shop Boys es la fiesta militante y activista más cojonuda a la que puedas asistir en la actualidad. Sin olvidarse en ningún momento del buen rollo, el entretenimiento y el show dinámico, lo suyo es un diálogo global sobre la situación de los musulmanes en países extranjeros, el tratamiento que se le da a la religion en los medios y las barbaries que se cometen a diario en el nombre de esas mismas religiones. Valientes en sus rimas y divertidos en su ejecución (siempre es mejor hacer entender las cosas desde un punto de vista constructivo y lógico) el freestyle que se marcó uno de ellos (de más de dos minutos) totalmente a capella, nos dejó a todos sin manos después del aplauso unánime que se ganó exponiendo algunas de las ideas más solidarias y motivadoras que he escuhado en mucho tiempo en un concierto. Descomunales.
Puntuación 8 

JARDÍN DE LA CROIX (20.05 Adidas)
Con Jardín De La Croix me pasó algo parecido a lo de Rebuig. Una banda que en directo gana enteros (siendo sus discos auténticas obras maestras del rock instrumental) y que en el Adidas del Primavera llegaron a tocar el cielo del estilo con un directo absolutamente desarmante. Con todo lo que esperaba de ellos, su show me ofreció muchísmo ms de lo previsto. Con unas partes dulces y saladas en sus desarrollos más agradables y una brutalidad y una incontinenecia desmedida en sus partes más grumosas, Jardín De La Croix son capaces de comerse hasta a los Mogwai en directo. No es algo que diga a la ligera, ni mucho menos. Habiendo podido asistir a ambos conciertos dentro del marco del Festival, hay que admitir  que la superioridad aplastante en cuanto a sonido, desarrollos y emoción por parte de los Jardín me dejó absulutamente boquiabierto sin opción a recuperarme ya en todo el día. Por cierto, brutal la gente quejándose de que no se oía, irónicamente claro. Ojiplático y con las pulsiones instrumentales todavía reverberando dentro de mi ser, me dirijo a otra cita insdispensable.
Puntuación 10

TEENAGE FANCLUB (21.30 Primavera)
Siendo una de las bandas protagonistas de mi adolescencia con referenciales e incontestables obras maestra del power-pop noventero como Grand Prix (1995) o Bandwagonesque (1991) los de Glasgow llegaron al Primavera para desgranar algunos de sus éxitos inmortales y repasar (de manera estelar) su último disco de estudio titulado Here. Con unas voces que todavía conservan esa gloriosa musicalidad de antaño y alternando el carácter más jovial y fresco de sus primeros discos con el carácter más melancólico y edulcorado de sus últimas obras, el equilibrio, la calidad y las tablas sobre el escenario del combo escocés estaba fuera de toda duda. Si bien es cierto que algunos llegaron a aburrirse durante el concierto, supongo que había gente que no casaba con las composiciones de su época más actual minada de medios tiempos lángidos, mi disfrute y mis ganas (como ya he dicho fue una de las bandas más importantes para mí a mediados de los 90convirtieron ese concierto en un momento inolvidable y necesario para cerrar una de las cuentas pendientes más antiguas de mi formación musical.
Puntuación 9

HAMILTON LEITHAUSER (22.35 Pitchfork)
Después de superar la falta de Rostam entre la banda de acompañamiento y comprobar que la ejecución de las composiciones del debut de Hamilton se vieron algo alteradas a la hora de presentarlas en directo (el disco es basantante más intimista que lo que hizo sobre el escenario), es indiscutible que asistimos a uno de los directos más impresionantes, activos y geniales del día. Con una voz que ganaba con creces al micro a la hora de subir hasta niveles estratosféricos y ver como Hamilton es capaz de cantar un tema sin más instrumentación que su acústica al más puro estilo Elvis (una referencia inequívoca en su estilo) fue imposible no salir de allí totalmente henchidos de placer. Con un Hamilton simpático, amable y comunicativo, lo más impresionante del concierto (más allá de ese tema acústico comentado) fue escuchar el último tema del disco titulado 1959, en el que colabora con Angel Dedoorian a las voces, cantado íntegramente por él con una convicción y una potencia simplemente maravillosa. Seguro que la próxima vez no me lo pierdo por nada del mundo, fue una de las sorpresas más agradables del Festival por mucho que ya lo tuviera en el punto de mira desde hace tiempo.
Puntuación 8

SLEEP (23.50 Primavera)
Después de la escandalosa cancelación que sufrimos hace varios años en el mismo Festival justo el día de su actuación, he de admitir que el miedo y las dudas sobrevolaban nuestras cabezas con respecto a Sleep y su predisposición para subirse al escenario. Pero finalmente, todo en orden, todo correcto, el trío formado por Al Cisneros, Matt Pike y Jason Roeder llegó a tiempo, tocó como salidos del mísmisimo averno y venció descaradamente sobre las tablas del escenario Primavera. Siendo uno de los conciertos que más expectativas me generaba (no era el único al que le ocurría), después de ver la calidad del combo en directo, comprobar la indescriptible muralla de amplificadores que llevaban a sus espaldas y sentir todo el peso del doom psicodélcio marca de la casa sobre mis espaldas, sin duda uno de los conciertos más densos, sonoros y descomunales del Festival, salí de allí prácticamente igual que del concierto de Rebuig, con las expectataivas totalmente superadas por las circunstacias. Pocos en el mundo habrá capaces de ejecutar esa densa mezcolanza de hard rock setentero y tamaña pesadez sonora con esos niveles de visceralidad, contundencia y profesionalidad como lo hacen Sleep, pero ver esto es un Primavera Sound la verdad es que hace que mi amor por el género y el propio Festival se disparen hasta el infinito y más allá. Denso y pesado como una calada de índica y sumamente creativo como una calada de sátiva, lo de Sleep no tuvo prácticamente competición. Además de que la entrega y la ejecución de los tres fue absolutamente impecable. Otro tanto de los gordos para el metal, y van...
Puntuación 10

AGAINST ME (01.25 Adidas)
Siendo un concierto indiscutiblemente disfrutable en mi caso y habiéndo bajado algo el ritmo de sus temazos en su última entrega de estudio, el icono trans llamado Laura Jane Grace y el resto de Against Me! ofrecieron un concierto en el que de lo único que me puedo quejar a conciencia es de su repertorio, aunque el sonido tampoco es que fuera todo lo bueno que esperaba. Mi cabeza me decía que tendría que haber sido el concierto más épico, impresionante y descomunal de la banda más contestataria e importante (sobretodo en la normalización de los transgénero) del punk-rock americano (sin olvidarnos de su lado indie-pop acentuado) pero una vez finalizado me di cuenta de que no. El efecto fue parecido al de Berri Txarrak. Eso sí, los temas que más se acercan a mi gusto, sonaron exquisitos, de la misma manera que no se les puede negar la fuerza, el ímpetu, la validez, la importancia y la convicción que les da entregar un mensaje positivo y gritar a los cuatro vientos que la identidad sexual no es algo de lo que nadie tenga que avergonzarse jamás.
Puntuación 8

JAPANDROIDS (01.50 Primavera)
Y para finalizar (muy a mi pesar pero el cuerpo ya no me daba para más) me estrené con la sudorosa, sorprendente e incendiaria descarga de watios firmada por el dúo canadiense Japandroids. Hay varias bandas en el cartel del Primavera que vienen y van cada pocos años (incluso hay algunos como Shellac que no se pierden uno), y los Japandroids se están convirtiendo en uno de ellos. Siendo la tercera vez que pisaban el Primavera, cada vez con más público, el saludo de su vocalista no fue otro que un muy bien articulado -Bona nit, malparits-, un clásico de la escena rock catalana (Sopa de Cabra lo popularizó en ese soberbio directo llamado Ben Endins) además de ser todo un icono de la jerga de la ciudad Condal (soltar eso en un Festival en el que un tanto por ciento muy elevado es extranjero es de un gusto exquisito). El disfrute que me pegué yo con su indie-rock ultra musculado de aires noventeros, fue un fin de fiesta que me dejó con muy buen sabor de boca hasta el próximo año.
Puntuación 8

Lo del muy buen sabor de boca hasta el próximo año es mentira. Nada más llegar a casa me enteré de que diez minutos después del salir del recinto del Primavera sin validar mi salida para volver a entrar, anunciaron el último concierto sorpresa  de los #unexpectedprimaveradeloshuevos. Las HAIM iban a petar el RayBan a las 03.00 presentando sus singles nuevos y reventando a placer con los hits insuperables de su debut. Ya sé que lo comenté al principio del todo (en el inicio del Jueves), pero me ha jodido tanto que tengo que volver a repetirlo.