lunes, 31 de julio de 2017

HAIM (2017) Something To Tell You


Después de darle un margen más que prudencial para anazliarlo a conciencia y dejar que las canciones llegaran a crecer todo lo posible, he de admitir que no he conseguido llegar a lo esperado siendo (claramente) éste Something To Tell You, el segundo y muy esperado largo de las hermanas Haim, inferior a su insuperable debut. Obviamente las hermanas siguen teniendo una habilidad especial para los ritmos (batería y percusiones vuelven a ser de lo más destacable) y para componer canciones que se te quedan grabadas a fuego prácticamente desde la primera escucha, lo singles de adelanto han seguido siendo los mejores momentos del disco una vez escuchado entero y eso ha hecho que el nivel no fuera todo lo apoteósico que esperaba, pero la fórmula ochentera (tan utilizada a día de hoy por las bandas de pop pero que siguen dominando ellas sin visos de competición) se ha quedado a un paso de conseguir la redondez y solidez extrema de su debut.

 

Subiendo en el candelero como la espuma, a día de hoy es difícil encontrar a alguien que esté al corriente de la escena indie-pop internacional que no las conozca, siguen siendo uno de mis recursos más acudidos a la hora de enchufarme una banda que me suba la autorestima, me de seguridad, y  me provoque altos niveles de felicidad instantánea. Dedir eso de una banda, creo que ya es suficientemetne importante como para tenerla muy en cuenta, pero me ha fastidiado bastante encontrarme con un disco al que, sin faltarle ni sobrarle ningún tema, tiene unas diferencias considerables entre temazos incontestables como I Want You Back, Soemthig To Tell You, Right Now o Night So Long, redondeces extremas capaces de hacerme bailar hasta el fin de los días si hiciera falta, con otros, disfrutables al máximo, pero sin llegar a las cotas de los nombrados, que completan el álbum de manera lustrosa.

 

Lo bueno que tiene es que en ningún momento hace que acudas a su debut (por mucho que te parezca mejor) y eso dice bastante de la acertada colección de canciones que han conseguido incluir en este luminoso Something To Tell You. Un disco que sigue funcionando a las mil maravillas (sobretodo en verano) y que hará las declicias de sus seguidores (acercando aún más público si cabe a su propuesta) y demostrando que cuando se trata de hermanas con calidad musical, se hace muy complicado igualarlas. Aunque espero que lo de las Ibeyi me sorprenda mucho más que ésto.

Puntuación 9

viernes, 28 de julio de 2017

EXQUIRLA (2017) Para Quienes Aún Viven


 
Y si hay un disco nacional capaz de competir a todas luces con lo último de Foscor o con el debut de Teething (sin duda alguna dos de los discos nacionales más destacables del 2017), ese ha de ser éste Para Quienes Aún Viven. El disco conceptual basado en los textos del poeta Enrique Falcón, extraídos de su obra "La Marcha de 150 Millones", en el que la banda de post-rock Toundra y el cantaor flamenco Niño De Elche confluyen en un proyecto que traspasa ambas personalidades para dar a luz una obra de una solidez y una independencia absolutamente impresionante.

 

Con referentes como el Omega de Morente y Lagartija Nick, La Leyenda Del Tiempo de Camarón (discos que significaron un antes y un después en la fusión del flamenco-rock y que han adquirido el merecido status de legendarios con los años) o bandas inmortales del imaginario nacional como Triana o Medina Azahara, Exquirla mira a esos referentes de reojo para construir y reformular el flamenco-rock a su antojo sin necesidad de filtrar esas influencias y demostrando que sus formas, personalidad y ganas son capaces de volver a trascender etiquetas, estilos, contenidos y conocimientos abordando el proyecto desde un carácter único, incomparable y de una fuerza y sobriedad hipnótica.

 

Habiéndolos visto en directo hace un mes (y lo volveré a hacer en breve en el Auditori de Barcelona), he de decir que su propuesta sobre las tablas amplia en todos los sentidos lo mostrado en estudio, Para Quienes Aún Viven es un disco de proporciones épicas que en directo se torna una bestia descomunal capaz de tragarte, masticarte y escupirte a base de melodías y ritmos de una belleza exorbitante y unas líricas con un poder moral, directo y real más allá de cualquier universo conocido.

Puntuación 10

miércoles, 26 de julio de 2017

FOSCOR (2017) Les Irreals Visions


Celebrando los 20 años de su creación y 12 años después de que Foscor nos abrieran las puertas de su infierno personal (siempre en continua evolución) con su debut Entrance To The Shallow Village, el combo de metal más ambicioso (artísticamente hablando) dentro de nuestras fronteras, en el que se mantienen de manera inalterable su vocalista Fiar y el guitarra Falke desde los inicios, aparece nuevamente de entre las tinieblas para entregarnos una obra diferente, misteriosa y evocadora plagada de lángidos recovecos emocionales en los que disfrutar hasta la saciedad de su triste melancolía. Inspirada desde las mortales entrañas y exhalada desde lo más profundo del alma humana, Les Irreals Visions representa el quinto capítulo en una carrera plagada de cambios de formación, mutaciones evolutivas y conocimientos ampliados aplicados a un combo con un potencial inagotable y una capacidad creativa descomunal.

 

Siendo un paso de gigante considerable en su evolución, recordemos que el anterior Those Horrors Wither ya apuntaba en ésta dirección, Foscor han reducido a la mínima expresión el carácter gutural de sus anteriores entregas y, planteando toda una nueva dirección musical, despliegan una obra sumamente poderosa y orginal en la que la melancolía, el recelo, la desconfianza y la destructiva y egoista personalidad de la raza humana salen a relucir en unas líricas que poseen un claro cartácter literario, pictórico y filosófico absolutamente desbordante, resultando en forma de dramáticos y realistas frescos teñidos de una hiriente oscuridad y una belleza arrebatadora.

 

Editado tanto en formato Cd, como en Vinilo y Digital (Spotify, Bandcamp), la jugada comercial va de la sigueinte manera (algo que ya hicieron con su anterior disco). Silo que quieres es tener todas las canciones compuestas para el disco, has de pilalrte el vinilo, el cual tiene las 10 composiciones creadas para la obra, lo tienes en vinilo doble negro, en vinilo doble blanco o en vinilo doble trasnparente con carpeta gatefold. El problema (si es que lo es) es que las letras no vienen incluidas en la edición en plástico, para ello tendremos que recurrir al formato cd en el que nos encontramos con una canción menos, pero por el contrario sí que tenemos un glorioso libreto con las letras y parte de la imprescindible sesión de fotos que realizó la artista holandesa Nona Limmen en tierras islandesas para el artwork del disco (de tal calidad que debería llamar a  una futura obra única y aparte en la que se recogiera la sesión al completo). La edición digital tan sólo consta de 8 temas.

 

Ahora sólo queda desarles todo el éxito que se merecen en su nueva andadura, tanto en la que representa su nuevo disco como la que les ofrece estar en un sello de la envergadura de Season Of Mist, y poder disfrutrar de éste Les Irreals Visions como se merece, sobre las tablas de un escenario. Algo que podremos comprobar por tierras catalanas el próximo 4 de Diciembre junto a los holandeses Gold, aunque esperamos que (antes o después) podamos disfrutar de una presentación del disco más en condiciones que como teloneros.

Puntuación 10

viernes, 21 de julio de 2017

LINKIN PARK (2017) One More Light

Más allá de convertirse en una muerte más dentro de la reciente e incesante cascada de decesos en la escena musical internacional, el suicidio de Chester Bennington es una muesca más en mi alargada lista de muertes de gente a la que he admirado y admiro profundamente como músicos. Siendo una de las personas clave dentro de mi desarrollo musical adulto (sus inicios a principios de la década pasada me pillaron ya con 22 años) y habiéndose convertido en una de las voces más sonadas dentro de mi vida personal (sus letras y su manera de interpretarlas me han llegado siempre muy dentro de mi ser), Chester Bennington decidía acabar con su vida ahorcándose el pasado 20 de Julio en su residencia de Los Ángeles. Una vida llena de altibajos emocionales en los que las drogas, el alcohol, los abusos y las depresiones, sumado al golpe de gracia final que le han dado los fans después de sacar su último disco al mercado criticándolo hasta la saciedad, enviándole amenazas de muerte, abucheándolo en los conciertos e incluso tirándole botellas en pleno show, han hecho que Chester tirara la toalla definitivamente tomando la fatídica decisión de quitarse del medio para siempre.


Siendo una banda a la que desde prácticamente sus inicios, la gran mayoría de fans se han tomado la potestad de criticar incesantemente de manera altamente destructiva, solamente hay que recordar como empezó todo con el Minutes To Midnight del 2007 y la continuidad que se le dio al tema cuando materializaron el inconmensurable A Thousand Suns del 2010 convirtiéndose en una de las bandas más criticadas de la escena rock internacional, resulta descaradamente triste el comprobar que los fans del propio artista, pueden convertirse en la perdición de uno mismo simplemente por no hacer lo previsible, lo esperado o lo que quieren ellos de manera egoista, creyéndose en el derecho de criticar de manera indiscriminada y derrotista cualquier paso del artista que ellos consideren malo, erróneo o simplemente comercial. Siempre digo lo mismo, se puede criticar, se ha de criticar, pero siempre de manera constructiva y con dos dedos de frente. Aunque desde nuestro teclado no nos lo parezca, estamos jugando con las ilusiones, el trabajo y la manera de vida de la gente, sobretodo ahora que es tan fácil dejar un texto de mal gusto y nada acertado en la página de facebook del grupo o en los comentarios de un vídeo de youtube. Hay que tomar consciencia de estas cosas.


Habiendo tenido una estrecha relación con el recientemente desaparecido Chris Cornell (en nuestra retina siempre quedará aquel tour del Live Projekt Revolution en 2008 en el que compratieron escenario para cantar el Hunger Strike de Temple Of The Dog), es bastante significativo que Chester haya escogido el día en el que Cornell habría cumplido 53 años tomando la decisión de suicidarse por ahorcamiento, la misma vía de escape que tomó Cornell hace tan sólo un par de meses. Podría hablar largo y tendido de lo mucho que me apasiona éste One More Light (siendo claramente uno de mis discos favoritos de éste 2017 y un más que digno sucesor de aquel A Thousand Suns), pero prefiero dejaros con las dos primeras frases del tema que abre el disco para que vosotros mismos os pongáis en situación:

-I'm dancing with my demons, I'm hanging off the edge-  
-Nobody Can Save Me- (Chester Bennington del álbum One More Light 2017).

Puntuación 10

martes, 18 de julio de 2017

VINCE STAPLES (2017) Big Fish Theory


El juego está cambiando, de eso no hay duda. Raperos actuales como Kendrick Lamar, ASAP Rocky, Schoolboy Q o el propio Vince Staples siguen dándole vueltas y vueltas de tuerca al estilo para tergiversarlo a su antojo y llevar a las audiencias a un nuevo terrreno en el que tanto las bases, como las temáticas y los flows se ven alteradas radicalmente (los nuevos beatmakers también tienen mucho que ver en todo esto) para actualizarse y reformularse de la manera más soprendente, atractiva y original. Un paso (firme y sólido) que ha modificado el juego de manera sustancial y en el que, por mucho que algunos no estén nada de acuerdo, ha elevado, abierto y reforzado el juego indudablemente. 

 

Vince Staples se presentaba ante el gran público en 2014 con un Ep, de título Hell Can Wait, en el que demostraba una calidad lírica y una precisión estilística más allá de toda duda. Tomando parte de sus influencias del rap old-school de la misma manera que miraba al frente para conseguir que su propuesta sonara lo más actual y atractiva posible, cuando en 2015 Staples firmó aquel impresionante debut titulado Summetime'06 para Def Jam, su popularidad y su calidad lo convirtieron en uno de los nombres actuales a tener más en cuenta. Un año después llegaba su segundo Ep, de nombre Prima Donna, una refrencia en la que continuaba con su flow hypersónico y sus verdades como puños para plantear el tema del suicidio como motor para el Ep.

 

Su segundo disco de estudio, titulado Big Fish Theory, rompe de manera radical con todo lo establecido anteriormente en su carrera, para ofrecer un álbum arriesgado, atrevido, sofisticado y, sobretodo, original y único. Trabajando el concepto de club desde una perspectiva industrial con unos ritmos altamente pesados, unas líricas sumamente oscuras y un flow arrebatador, Big Fish Theory puede presumir de gozar de un caratcer progresivo (incluso avantgarde podríamos decir) que Staples sobreexplota de manera brutal como pocos en el juego son capaces de hacer.

 

Firmando un disco en el que la electrónica de club se pone al servicio del rap más auténtico y actual, Staples cuenta con varios colaboradores (aunque la verdad sea dicha pasan bastante desapercibidos) entre los que se incluyen Damon Albarn, ASAP Rocky, Ray J, Kucka, Jucy J, Kilo Kish y un Kendrick Lamar que sobresale considerablemente sobre el resto. Big Fish Theory está plagado de oscuridad, tanto es así que incluso uno de los interludios (Alyssa Interlude, el tercer tema del disco), empieza con una grabación de Amy Winehouse en la que ella misma habla sobre su autodestrucción, un catalizador que funcionó para su anterior Ep, todo vino a raíz de ver el documental sobre la Winehouse llamado Amy, con el que Staples vuelve a inspirarse en su nuevo disco.

Puntuación 10

lunes, 17 de julio de 2017

BETH DITTO (2017) Fake Sugar


Recuperando el legado de los extintos (al menos por ahora) The Gossip y añadiéndole ese "savoir faire" tan característico y que tanto nos gustó en aquel ya lejano primer Ep en solitario autotitulado del 2011, Beth Ditto vuelve en perfecta forma y contenido con su primer largo de estudio titulado Fake Sugar. Un disco que hará que tus niveles de azúcar se pongan por las nubes, y no precisamente por lo edulcorado de la propuesta, sino por el amor incondicional que le vas a profesar una vez te metas de lleno en él.

 

Sin conseguir llegar a la impresionante redondez que ejecutaban The Gossip en todos y cada uno de sus disco, Beth Ditto y su peculiar e inequívoco registro vocal entregan un disco que poco o nada se separa del estilo que la vio nacer (tomar un poco más de riesgo hubiera significado un plus bastante apreciable), Fake Sugar comprende varios hits incontestables, el pop luminoso de In And Out, el rollo AOR de We Could Run, la muy Gossip Go Baby Go o la imponente Oh My God, que conviven sin problemas con otros algo menores, como la inicial Fire, la sensual Savoir Faire o la deliciosa Lover, para ofrecer un plástico bastante sólido y solvente sin llegar a ser en ningún momento el disco que podría haber sido, o al menos el que yo hubiera esperado de ella.

 

Siendo un disco que debería haberse convertido en el nuevo de The Gossip, una vez más la Ditto se ha quedado en la estacada en un momento difícil de su vida, quiero pensar que el trabajo junto a Nathan Howdeshell no hubiera acabado siendo exactamente lo que Ditto ha firmado en solitario. Quizás por eso Fake Sugar no ha llegado a copar mis expectativas, pero por otra parte también me alegro de que no haya acabado siendo un disco The Gossip (al menos como el resultado final que ha obtenido la Ditto) dejando mis esperanzas intactas para una nueva obra maestra de The Gossip aunque no sepamos para cuando.

Puntuación 7

jueves, 13 de julio de 2017

CRUÏLLA 2017 - Dos Días en el Patio del Recreo. (DAY TWO - SÁBADO)

Y si el Viernes no fue nada mal, aunque tengo que admitir que a prácticamente todos los había visto con anterioridad en conciertos superiores a los que ofrecieron en el Festival, el Sábado la cosa se puso a un nivel claramente superior en todos los sentidos y mi disfrute se elevó hasta límites insospechados sobretodo a primera hora de la tarde y a última hora de la noche donde los respectivos conciertos me dieron muchísimo más de lo esperado en ambos casos. Ésta vez sin mi sobrino pero cogido de la mano de mi hermano Xavi Pons, el último día grande del Festival se convirtió en enorme una vez finalizado el concierto de The Prodigy a las 03.30 de la madrugada. ¿Repetiremos el año que viene?, probablemente sí.

EXQUIRLA (18.45 Radio 3)
Lo de El Niño de Elche y su irrefutable habilidad para el flamenco-fusión en solitario y lo de Toundra como banda de post-rock nacional de altos vuelos, es algo de lo que, a estas alturas, nadie debería tener la más mínima duda, pero tengo que admitir que el proyecto llamado Exquirla que han puesto en práctica juntos se ha convertido en un hito nacional comparable, única y exclusivamente, a lo que hizo Morente con Lagartija Nick en aquella obra magna del flamenco-rock llamada Omega. Hasta ahí llega la calidad artística, innovadora, original e incomprable de ese ejercicio de fusión musical llamado Para Quienes Aún Viven, por otra parte uno de los mejores discos nacionales del año. Pues bien, en directo, y sin irme demasiado por las ramas, las composiciones de su obra conjunta se crecen, te raptan, te hieren y te salvan de manera visceral gracias a una puesta en escena sumamente seria, profesional y de una calidad estratosférica. Con un Niño que entró al escenario con un libro en las manos para comenzar su recital y un Esteban a la guitarra que, una vez más, se convertía en una de las atracciones visuales más potentes del set (incluso llegó a tocar su guitarra con un arco de violín recordando a grandes como Jimmy Page o Jonsi), el concierto de Exquirla se convirtió en el momento más emotivo, intenso y valioso de todo el Festival. Ya sea por la capacidad vocal de El Niño, esa alternación entre susurro, quejío y cante jondo que practica es de una belleza descomunal, o por la increíble capacidad de Toundra para dibujar paisajes tan bellos y delicados como rotos e hirientes, Exquirla es un valor único e incomparable que en directo se convierte en una vorágine de emociones y sensaciones indescriptibles. Ahora solo falta que su concierto en Barcelona en el recinto de L'Auditori deje el pavellón aún más alto.
Puntuación 10

BENJAMIN CLEMENTINE (19.30 Time Out)
Con el concierto ya empezado, no me fui de Exquirla hasta que acabó, y un formato sobre las tablas del Time Out sumamente ampliado en comparación a lo que vimos unos meses atrás en el Palau De La Música Catalana, Benjamin Clementine y su banda, compuesta de 5 coristas con mono blanco y tres componentes de banda (teclado, bajo y batería) enfundados en monos también, aunque en este caso los de ellos tres eran azules, dieron uno de los recitales más familiares, comunicativos y colectivos de todo el Festival. Quejándose de manera continuada del sonido que llegaba con potencia de otro de los escenarios, incluso llegó a decir que la próxima vez se aseguraría de que esto no pasara, el señor Clementine supo como meterse al público en el bolsillo desde el primer momento, jugando con ellos, hablando directamente o dando instrucciones sobre cuando cantar, agacharse o saltar según le convenía , su lujosa calidad vocal y el distintivo sonido de su teclado fueron cruciales para sucumbir a un disfrute absolutamente irresistible. Tengo que decir que el concierto del Cruïlla, con todos los peros que se le pueda achacar (sonido superpuesto, la garganta dolorida de Benjamin o ese sol abrasador que tuvimos que soportar), fue infintamente superior al del Palau De La Música, al menos en cuanto a conexión con el artista y lo memorable del mismo, y eso es mucho la verdad.
Puntuación 8

ENRIC MONTEFUSCO (20.45 Radio 3)
La siguiente opción era la de volver al Radio 3 y presenciar (por tercera vez este año) el directo de Montefusco y su banda con ese Meridiana que tantas y tan grandes alegrías nos ha dado, tanto a él como a nosotros. Con un Montefusco ojeroso, cansado y sin dormir en los últimos 3 días (acababa de ser padre), el directo se desarrolló según lo previsto y la calidad del mismo nunca se vio afectada por la falta de fuerza de Enric. Tan comunicativo y educacional como siempre, una vez más, Meridiana, Uno de los Nuestros, Todo Para Todos y alguno que otro de StandStill, como ese clásico inmortal llamado ¿Por Qué Llamas a Estas Horas?, se dieron cita en un set-list conocido y familiar por los que ya lo habíamos visto (que no por ello menos efectivo). El concierto finalizó exactamente como la he hecho en el resto de las fechas de la gira de Meridiana, bajando al público y cantando con ellos Obra Maestra (al menos es la que normalmente suelen cantar en ese momento), una pena que en esos momentos yo ya estaba de camino otra vez al Time Out para ver la actuación de Ryan Adams.
Puntuación 9

RYAN ADAMS (21.45 Time Out)
17 años después de su debut en solitario y con nada menos que 16 discos a sus espaldas, la expectación creada por el cantautor de Jacksonville estaba por la nubes. Con un un Time Out de nuevo lleno hasta la bandera y un Ryan Adams absolutamente pletórico (el set escogido para la ocasión fue de lo más granado), la banda de acompañamiento del sr. Adams tampoco se quedaba nada corta a la hora de ejecutar las composciones de manera casi milimétrica. Dotado de una enorme capacidad comunicativa con el público, dos de los mejores momentos del concierto vinieron cuando Ryan se cascó un solo de escándalo a la luz de la luna subido en uno de los monitores, y el otro cuando salió al escenario esa figura siniestra y oscura llamada Satán, perfectamente introducida por una densa y espesa niebla. Sin que para nada me pareciera un concierto flojo o malo, he de admitir que no conecté todo lo esperado y el concierto no pasó del notable, a veces las expectativas tan altas juegan en contra, y quizás esta vez fue una de ellas.
Puntuación 8

PET SHOP BOYS (23.00 Estrella Damm) 
A Pet Shop Boys no los había visto nunca y la verdad es que tenía ganas. No es que sean especial santo de mi devoción, pero son una leyenda viva de la música electrónica ochentera con un cargamento de hits que ha formado parte activa de mi desarrollo musical. Pues bien, con una pose más bien fría y altiva, una banda bastante soseras a la hora de interpretar, un sonido que dejó mucho que desear en el apartado vocal y una retalía de hits prácticamente inexistente (tocaron algunos hacia el final del concierto pero se quedaron la mayoría en el tintero), lo de Pet Shop Boys se convirtió en la decepción más descomunal del Festival con diferencia en el que lo único que me pareció acertado fue la puesta en escena (con un escenario que cambiaba de color y unas proyecciones chulísimas) y esos cascos que la banda se puso en un momento del show y que recordaban inequívocamente al casco que utiliza el protagonista de la película El Fantasma Del Paraíso de Brian De Palma (por otra parte, mi opera rock favorita de todos los tiempos). Más allá de eso, descalabro descomunal.
Puntuación 3

CALA VENTO (00.30 Movistar+)
Y para quitarse el mal sabor de boca de Pet Shop Boys y tener el perfecto aperitivo para la hecatombe que estaba apunto de iniciarse en el Estrella Damm con The Prodigy, nada mejor que acercarse al concierto de Cala Vento en la carpa Movistar+ y comprobar que, con unos buenos amplificadores y un sonido bien ejecutado, lo de Cala Vento no tiene límites a la hora de montar una fiesta en toda regla. Habiéndolos visto 5 veces con anterioridad, he de admitir que nunca los había escuchado sonar tan bien, con tanta potencia y tan musculados como lo consiguieron esa madrugada del Sábado. Cantando todos y cada uno de los temas a pleno pulmón (no era el único ya que los fans congregados en la carpa no eran ni pocos ni cobardes), el show ofrecido por Aleix y Joan reventó todas las expectativas y se convirtió (sin demasiados esfuerzos) en uno de los mejores del Festival con diferencia. Ahora solamente falta que el resto del mundo se de cuenta y de aquí hasta el infinito.
Puntuación 10

THE PRODIGY (02.00 Estrella Damm)
Con la compañía perfecta a mi lado (ver este bolo junto a Xavi Pons fue algo así como un sueño hecho realidad), una espera algo extendida para crear todavía más expectación, los nervios a flor de piel (literalmente), un escenario preparado para salir volando y unos seguratas que advertían al respetable que en las 5 primera filas no se podían hacer fotos por petición expresa del grupo (la verdad es que es algo que al final se agradeció y todo), la banda formada por Maxim, Keith y Liam (con el accesorio del guitarrista y el batería también sobre las tablas) entraron al escenario articulando Breathe (uno de sus hits más enormes dejando más que claras sus intenciones desde el minuto cero), para desgranar un set que comprendió todos y cada uno de sus discos (llegaron a tocar 3-4 temas de cada uno). Alguno de los momentos más estelares llegaron con The Omen, Vooddoo People, Smack My Bitch Up, No God Start The Dance, Their Law, Invaderes Must Die o Firestarter por nombrar algunos, aunque todos y cada uno de los temas sonaron de escándalo y a la perfección, por mucho que algunos estuvieran acelerados e hinchados hasta la saciedad de anabolizantes. Poniendo un especial y descomunal énfasis en los graves (jamás en la vida he sufrido tanto por mis oídos como en ese bolo) y con un Keith y un Maxim entregados al público al máximo, incluso llegaron a bajar al foso para saludar al respetable, el macarrismo inequívoco, el terrorismo sonoro y la brutalidad ravera que destilaba el concierto de The Prodigy lo convirtió en uno de los eventos musicales más importantes e insuperables de los últimos 25 años sobre las tablas de un escenario. Habiéndolos visto 3 veces con anterioridad y dejando a un lado la elección del set-list (se dejaron Poison en el tintero), he de admitir que es el concierto de The Prodigy que más he disfrutado en toda mi vida. Conclusión, a partir de hoy lo voy a tener realmente complicado para llegar a copar la emoción, la intesidad, la fiesta y la visceralidad que ofrecieron The Prodigy en directo.
Puntuación 12