Y si el Viernes no fue nada mal, aunque tengo que admitir que a prácticamente todos los había visto con anterioridad en conciertos superiores a los que ofrecieron en el Festival, el Sábado la cosa se puso a un nivel claramente superior en todos los sentidos y mi disfrute se elevó hasta límites insospechados sobretodo a primera hora de la tarde y a última hora de la noche donde los respectivos conciertos me dieron muchísimo más de lo esperado en ambos casos. Ésta vez sin mi sobrino pero cogido de la mano de mi hermano Xavi Pons, el último día grande del Festival se convirtió en enorme una vez finalizado el concierto de The Prodigy a las 03.30 de la madrugada. ¿Repetiremos el año que viene?, probablemente sí.
EXQUIRLA (18.45 Radio 3)
Lo de El Niño de Elche y su irrefutable habilidad para el flamenco-fusión en solitario y lo de Toundra como banda de post-rock nacional de altos vuelos, es algo de lo que, a estas alturas, nadie debería tener la más mínima duda, pero tengo que admitir que el proyecto llamado Exquirla que han puesto en práctica juntos se ha convertido en un hito nacional comparable, única y exclusivamente, a lo que hizo Morente con Lagartija Nick en aquella obra magna del flamenco-rock llamada Omega. Hasta ahí llega la calidad artística, innovadora, original e incomprable de ese ejercicio de fusión musical llamado Para Quienes Aún Viven, por otra parte uno de los mejores discos nacionales del año. Pues bien, en directo, y sin irme demasiado por las ramas, las composiciones de su obra conjunta se crecen, te raptan, te hieren y te salvan de manera visceral gracias a una puesta en escena sumamente seria, profesional y de una calidad estratosférica. Con un Niño que entró al escenario con un libro en las manos para comenzar su recital y un Esteban a la guitarra que, una vez más, se convertía en una de las atracciones visuales más potentes del set (incluso llegó a tocar su guitarra con un arco de violín recordando a grandes como Jimmy Page o Jonsi), el concierto de Exquirla se convirtió en el momento más emotivo, intenso y valioso de todo el Festival. Ya sea por la capacidad vocal de El Niño, esa alternación entre susurro, quejío y cante jondo que practica es de una belleza descomunal, o por la increíble capacidad de Toundra para dibujar paisajes tan bellos y delicados como rotos e hirientes, Exquirla es un valor único e incomparable que en directo se convierte en una vorágine de emociones y sensaciones indescriptibles. Ahora solo falta que su concierto en Barcelona en el recinto de L'Auditori deje el pavellón aún más alto.
Puntuación 10
BENJAMIN CLEMENTINE (19.30 Time Out)
Con el concierto ya empezado, no me fui de Exquirla hasta que acabó, y un formato sobre las tablas del Time Out sumamente ampliado en comparación a lo que vimos unos meses atrás en el Palau De La Música Catalana, Benjamin Clementine y su banda, compuesta de 5 coristas con mono blanco y tres componentes de banda (teclado, bajo y batería) enfundados en monos también, aunque en este caso los de ellos tres eran azules, dieron uno de los recitales más familiares, comunicativos y colectivos de todo el Festival. Quejándose de manera continuada del sonido que llegaba con potencia de otro de los escenarios, incluso llegó a decir que la próxima vez se aseguraría de que esto no pasara, el señor Clementine supo como meterse al público en el bolsillo desde el primer momento, jugando con ellos, hablando directamente o dando instrucciones sobre cuando cantar, agacharse o saltar según le convenía , su lujosa calidad vocal y el distintivo sonido de su teclado fueron cruciales para sucumbir a un disfrute absolutamente irresistible. Tengo que decir que el concierto del Cruïlla, con todos los peros que se le pueda achacar (sonido superpuesto, la garganta dolorida de Benjamin o ese sol abrasador que tuvimos que soportar), fue infintamente superior al del Palau De La Música, al menos en cuanto a conexión con el artista y lo memorable del mismo, y eso es mucho la verdad.
Puntuación 8
ENRIC MONTEFUSCO (20.45 Radio 3)
La siguiente opción era la de volver al Radio 3 y presenciar (por tercera vez este año) el directo de Montefusco y su banda con ese Meridiana que tantas y tan grandes alegrías nos ha dado, tanto a él como a nosotros. Con un Montefusco ojeroso, cansado y sin dormir en los últimos 3 días (acababa de ser padre), el directo se desarrolló según lo previsto y la calidad del mismo nunca se vio afectada por la falta de fuerza de Enric. Tan comunicativo y educacional como siempre, una vez más, Meridiana, Uno de los Nuestros, Todo Para Todos y alguno que otro de StandStill, como ese clásico inmortal llamado ¿Por Qué Llamas a Estas Horas?, se dieron cita en un set-list conocido y familiar por los que ya lo habíamos visto (que no por ello menos efectivo). El concierto finalizó exactamente como la he hecho en el resto de las fechas de la gira de Meridiana, bajando al público y cantando con ellos Obra Maestra (al menos es la que normalmente suelen cantar en ese momento), una pena que en esos momentos yo ya estaba de camino otra vez al Time Out para ver la actuación de Ryan Adams.
Puntuación 9
RYAN ADAMS (21.45 Time Out)
17 años después de su debut en solitario y con nada menos que 16 discos a sus espaldas, la expectación creada por el cantautor de Jacksonville estaba por la nubes. Con un un Time Out de nuevo lleno hasta la bandera y un Ryan Adams absolutamente pletórico (el set escogido para la ocasión fue de lo más granado), la banda de acompañamiento del sr. Adams tampoco se quedaba nada corta a la hora de ejecutar las composciones de manera casi milimétrica. Dotado de una enorme capacidad comunicativa con el público, dos de los mejores momentos del concierto vinieron cuando Ryan se cascó un solo de escándalo a la luz de la luna subido en uno de los monitores, y el otro cuando salió al escenario esa figura siniestra y oscura llamada Satán, perfectamente introducida por una densa y espesa niebla. Sin que para nada me pareciera un concierto flojo o malo, he de admitir que no conecté todo lo esperado y el concierto no pasó del notable, a veces las expectativas tan altas juegan en contra, y quizás esta vez fue una de ellas.
Puntuación 8
PET SHOP BOYS (23.00 Estrella Damm)
A Pet Shop Boys no los había visto nunca y la verdad es que tenía ganas. No es que sean especial santo de mi devoción, pero son una leyenda viva de la música electrónica ochentera con un cargamento de hits que ha formado parte activa de mi desarrollo musical. Pues bien, con una pose más bien fría y altiva, una banda bastante soseras a la hora de interpretar, un sonido que dejó mucho que desear en el apartado vocal y una retalía de hits prácticamente inexistente (tocaron algunos hacia el final del concierto pero se quedaron la mayoría en el tintero), lo de Pet Shop Boys se convirtió en la decepción más descomunal del Festival con diferencia en el que lo único que me pareció acertado fue la puesta en escena (con un escenario que cambiaba de color y unas proyecciones chulísimas) y esos cascos que la banda se puso en un momento del show y que recordaban inequívocamente al casco que utiliza el protagonista de la película El Fantasma Del Paraíso de Brian De Palma (por otra parte, mi opera rock favorita de todos los tiempos). Más allá de eso, descalabro descomunal.
Puntuación 3
CALA VENTO (00.30 Movistar+)
Y para quitarse el mal sabor de boca de Pet Shop Boys y tener el perfecto aperitivo para la hecatombe que estaba apunto de iniciarse en el Estrella Damm con The Prodigy, nada mejor que acercarse al concierto de Cala Vento en la carpa Movistar+ y comprobar que, con unos buenos amplificadores y un sonido bien ejecutado, lo de Cala Vento no tiene límites a la hora de montar una fiesta en toda regla. Habiéndolos visto 5 veces con anterioridad, he de admitir que nunca los había escuchado sonar tan bien, con tanta potencia y tan musculados como lo consiguieron esa madrugada del Sábado. Cantando todos y cada uno de los temas a pleno pulmón (no era el único ya que los fans congregados en la carpa no eran ni pocos ni cobardes), el show ofrecido por Aleix y Joan reventó todas las expectativas y se convirtió (sin demasiados esfuerzos) en uno de los mejores del Festival con diferencia. Ahora solamente falta que el resto del mundo se de cuenta y de aquí hasta el infinito.
Puntuación 10
THE PRODIGY (02.00 Estrella Damm)
Con la compañía perfecta a mi lado (ver este bolo junto a Xavi Pons fue algo así como un sueño hecho realidad), una espera algo extendida para crear todavía más expectación, los nervios a flor de piel (literalmente), un escenario preparado para salir volando y unos seguratas que advertían al respetable que en las 5 primera filas no se podían hacer fotos por petición expresa del grupo (la verdad es que es algo que al final se agradeció y todo), la banda formada por Maxim, Keith y Liam (con el accesorio del guitarrista y el batería también sobre las tablas) entraron al escenario articulando Breathe (uno de sus hits más enormes dejando más que claras sus intenciones desde el minuto cero), para desgranar un set que comprendió todos y cada uno de sus discos (llegaron a tocar 3-4 temas de cada uno). Alguno de los momentos más estelares llegaron con The Omen, Vooddoo People, Smack My Bitch Up, No God Start The Dance, Their Law, Invaderes Must Die o Firestarter por nombrar algunos, aunque todos y cada uno de los temas sonaron de escándalo y a la perfección, por mucho que algunos estuvieran acelerados e hinchados hasta la saciedad de anabolizantes. Poniendo un especial y descomunal énfasis en los graves (jamás en la vida he sufrido tanto por mis oídos como en ese bolo) y con un Keith y un Maxim entregados al público al máximo, incluso llegaron a bajar al foso para saludar al respetable, el macarrismo inequívoco, el terrorismo sonoro y la brutalidad ravera que destilaba el concierto de The Prodigy lo convirtió en uno de los eventos musicales más importantes e insuperables de los últimos 25 años sobre las tablas de un escenario. Habiéndolos visto 3 veces con anterioridad y dejando a un lado la elección del set-list (se dejaron Poison en el tintero), he de admitir que es el concierto de The Prodigy que más he disfrutado en toda mi vida. Conclusión, a partir de hoy lo voy a tener realmente complicado para llegar a copar la emoción, la intesidad, la fiesta y la visceralidad que ofrecieron The Prodigy en directo.
Puntuación 12
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