Segunda lista de las tres que vamos a repasar el las Píldoras. En éste caso concreto voy a enumerar los 13 mejores discos internacionales que más sensaciones negativas (odio, rabia, furia, depresión..) me han provocado, en contraposición a la que ya había publicado hace unos días en la que la tónica imperante era la de felicidad, alegría, positivismo y vitalidad. Como hice con la lista anterior, me gustaría destacar algunos de los que se han quedado fuera por falta de espacio pero que, quizás otro día o una dimesión paralela, podrían haber ocupado cualquiera de los gloriosos puestos de la lista. Sin ir más lejos y siendo uno de los últimos discos que he colgado este año, el debut de los noruegos Sibiir ha estado a punto de entrar, de la misma manera que lo podría haber hecho el último de Darkthrone o esa despedida por todo lo alto que han realizado los Dillinger Escape Plan. El mini-álbum de Neurosis, el extraño e inesperado regreso de In The Woods o el segundo directo a la mandíbula de Ravage Ritual también podrían haber tenido su sitio en la lista, pero finalmente, así ha quedado la selección con los 13 mejores dentro de ésta peculiar sección. Espero que los disfrutéis tanto como yo.
13. BEASTWARS (The Death Of All Things)
En continua mutación y en constante evolución desde su nacimiento a principios de la década, el cuarteto de Nueva Zelanda encabezado por Matt Hyde, quien de nuevo vuelve a sorprender sobremanera con un registro vocal cada vez más trabajado y matizado a la vez que accesible, cierra su primera trilogía con éste órdago incontestable llamado The Death Of All Things. Un disco que recoge todo lo aprendido en el camino para retorcerlo, experimentar con ello y dar como resultado su disco más creativo, demoledor y dinámico de los facturados hasta la fecha por estas auténticas bestias pardas del sludge más expansivo y afectado llamadas Beastwars. Una banda segura de si misma, cómoda en sus formas, que apuesta, arriesga y gana de manera clara desdibujando sus propios límites y los del estilo. Una nueva etapa se abre ante ellos que, espero, nos depare una nueva trilogía tan grande o mayor de la que hemos podido disfrutar durantes sus primeros 5 años.
13. BEASTWARS (The Death Of All Things)
En continua mutación y en constante evolución desde su nacimiento a principios de la década, el cuarteto de Nueva Zelanda encabezado por Matt Hyde, quien de nuevo vuelve a sorprender sobremanera con un registro vocal cada vez más trabajado y matizado a la vez que accesible, cierra su primera trilogía con éste órdago incontestable llamado The Death Of All Things. Un disco que recoge todo lo aprendido en el camino para retorcerlo, experimentar con ello y dar como resultado su disco más creativo, demoledor y dinámico de los facturados hasta la fecha por estas auténticas bestias pardas del sludge más expansivo y afectado llamadas Beastwars. Una banda segura de si misma, cómoda en sus formas, que apuesta, arriesga y gana de manera clara desdibujando sus propios límites y los del estilo. Una nueva etapa se abre ante ellos que, espero, nos depare una nueva trilogía tan grande o mayor de la que hemos podido disfrutar durantes sus primeros 5 años.
Uno de los discos que ha entrado en el último momento gracias a una avispada recomendación de mi colega Tillo, ha sido este Echoes Of The Tortured de los debutantes Sinsaenum.
Lo primero que voy a decir es que no entiendo como un disco de este
calibre, con ésta formación y su contrastada calidad, ha sido obviado
por la mayoría sin que, aboslutamente nadie, me haya comentado nada
desde su salida al mercado el Julio pasado. Estamos de acuerdo en que
no inventan nada nuevo, pero si su blackened death metal con tintes
groovies no es de lo mejor que ha dado la escena metal extrema durante
el año, entonces es que yo soy más tonto que pichote. Compuesto por Fred Leclerq de Dragonforce
a las guitarras, teclados y bajo, que es quien tenía la gran mayoría de
temas escritos y compuestos desde hacía años pero que no había podido
utilizar en su banda madre por obvias cuestiones estilísticas, el
grandioso batería Joey Jordison (Murderdolls, Slipknot) y al inconmensurable Attila Csihar (Mayhem) y al descomunal Sean Zatorsky (Dååth, Chimaira) a las voces, estamos ante una formación y un disco que no debería pasar despercibido bajo ningún concepto para cualquier amante del extremo.
11. COLDWORLD (Autumn)
Si con la lista de los postivos los problemas de elección más duros llegaron más o menos al alcanzar las 5 primeras posiciones, en la de los negativos los problemas han llegado mucho antes. Tanto es así que, quitando las tres primeras que las tengo bastante claras, desde aquí hasta esas tres, la cosa se me ha complicado hasta el punto de no estar seguro de nada. Pero como soy yo mismo el que me impongo estas putas mierdas, ahora me toca acarrear con los dolores de cabeza. Por extraño que parezca, durante éste 2016 no ha conseguido colarse ningún disco de black metal en mi lista (incluso diría que es un dato sin precedentes en las Píldoras), pero sin lugar a dudas lo de Coldworld mucho tiene que ver con el estilo al colgarse, claramente, de esa preciosa y devastadora rama del black llamada Depressive Black Metal. Con la experiencia adquirida que dan los años, una producción muy superior a la de su debut y un disco bajo el brazo que equilibra a la perfección las partes más siniestras y oscuras con las más luminosas y preciosistas, Coldworld nos entrega este descomunal Autumn en un momento en el que la escena DSBM es capaz de ofrecer una visión bastante alterada a la de sus orígines, mucho más enriquecedora e interesante.
10. TRAP THEM (Crown Feral)
Disco imprescindible en la discografía de una de la bandas más sólidas, honestas, brutales y disfrutables dentro del extremo a día de hoy. Si lo tuyo es el crust y el hardcore mezclado con descomunales brochazos del metal más corrosivo y demoledor (y todavía no conoces al cuarteto destroza-cráneos más violento y bruto de la ciudad de Seattle) no sé a que narices esperas a pegarle una escucha a ésta imponente biblia del estilo (aunque realmente no exista uno concreto para definirlos) llamada Crown Feral y ejecutada a base de pico y pala, resultando en un ejecicio de técnica descomunal, por los insuperables Trap Them. Si con su anterior Blissfucker intentaron experimentar con los tempos dejando a más de uno con un palmo de narices, Crown Feral va directo a tu yugular, como un imparable tren de mercancias, a una velocidad de infarto, arrollando todo lo que encuentra a su paso y dejando muertos a ambos lados de las vías. Su mejor disco hasta la fecha bajo mi punto de vista.
11. COLDWORLD (Autumn)
Si con la lista de los postivos los problemas de elección más duros llegaron más o menos al alcanzar las 5 primeras posiciones, en la de los negativos los problemas han llegado mucho antes. Tanto es así que, quitando las tres primeras que las tengo bastante claras, desde aquí hasta esas tres, la cosa se me ha complicado hasta el punto de no estar seguro de nada. Pero como soy yo mismo el que me impongo estas putas mierdas, ahora me toca acarrear con los dolores de cabeza. Por extraño que parezca, durante éste 2016 no ha conseguido colarse ningún disco de black metal en mi lista (incluso diría que es un dato sin precedentes en las Píldoras), pero sin lugar a dudas lo de Coldworld mucho tiene que ver con el estilo al colgarse, claramente, de esa preciosa y devastadora rama del black llamada Depressive Black Metal. Con la experiencia adquirida que dan los años, una producción muy superior a la de su debut y un disco bajo el brazo que equilibra a la perfección las partes más siniestras y oscuras con las más luminosas y preciosistas, Coldworld nos entrega este descomunal Autumn en un momento en el que la escena DSBM es capaz de ofrecer una visión bastante alterada a la de sus orígines, mucho más enriquecedora e interesante.
10. TRAP THEM (Crown Feral)
Disco imprescindible en la discografía de una de la bandas más sólidas, honestas, brutales y disfrutables dentro del extremo a día de hoy. Si lo tuyo es el crust y el hardcore mezclado con descomunales brochazos del metal más corrosivo y demoledor (y todavía no conoces al cuarteto destroza-cráneos más violento y bruto de la ciudad de Seattle) no sé a que narices esperas a pegarle una escucha a ésta imponente biblia del estilo (aunque realmente no exista uno concreto para definirlos) llamada Crown Feral y ejecutada a base de pico y pala, resultando en un ejecicio de técnica descomunal, por los insuperables Trap Them. Si con su anterior Blissfucker intentaron experimentar con los tempos dejando a más de uno con un palmo de narices, Crown Feral va directo a tu yugular, como un imparable tren de mercancias, a una velocidad de infarto, arrollando todo lo que encuentra a su paso y dejando muertos a ambos lados de las vías. Su mejor disco hasta la fecha bajo mi punto de vista.
Después de reecontrarme con ellos de la manera más adictiva y sobresaliente posible con éste descomunal Gore (disco que incluso me hizo recuperar con un éxito aplastante su anterior Koi No YoKan del que había pasado incompresniblemente), el octavo disco de los de Sacramento es, sin lugar a dudas, uno de los más originales, únicos e inspirados de toda su carrera. En un momento en el que el estancamiento e incluso desaparición de la escena que los vio nacer (discutiblemente se les metió en el saco del nu-metal desde sus inicios) y a sabiendas que competir con Korn a esos niveles se ha convertido en una tarea tan imposible como innecesaria para ellos (ya que Korn lleva toda la vida haciendo más o menos lo mismo y Deftones se han desmarcado hace años de esa vertiente), Gore es un disco con un poso denso, oscuro y depresivo que acaba inundando tus sentidos de una borrosa y gruesa melancolía capaz de hacerte llorar de emoción.
Y ya que hemos hablado de ellos en la entrada anterior, es imposible hablar de Deftones sin hablar de Korn (al menos en mi caso) por mucho que a estas alturas estén a años luz de distancia entre ellos estilísticamente hablando, la octava posición de la lista de la Píldoras (estando ante su duodécimo disco largo) es para los incombustibles Korn y su aplastante The Serenity Of Suffering. Atención al apunte de la edición Deluxe del disco que lleva dos temas extras absolutamente imprescindibles. Consiguiendo recuperar gran parte de la garrra, fuerza y sonido auténtico de sus inicios (algo que han intentado por activa y por pasiva en varias ocasiones sin el éxito de ésta), Korn ha puesto sus mastodónticos esfuerzos en manos del acertadísimo Nick Raskulinecz a la hora de producir el disco. No
tiene que ser fácil captar esa desgarradora y siniestra oscuridad
proveniente de las desgracias humanas sin dejarse atrás la contundente y
obsesiva brutalidad que esputan las graves cuerdas y la infernal
garganta de Jonathan, pero Nick lo ha conseguido con creces y la banda ha sabido expresarlo de la mejor manera posible. Nos vemos en su concierto del mes de Marzo en Barcelona.
07. BÖLZER (Hero)
Sé que con éste disco me voy a contradecir un poco, (esto es lo que dije de él en su día -Hero es luz, vida, incluso podríamos hablar de una obra que no es capaz de transmitir emociones negativas casi en ningún momento de su metraje.- ) pero el debut largo de los austriácos Bölzer tenía que estar en una de las dos listas de manera impepinable. Ya sea que haya caído en la de los negativos por falta de espacio en la otra o simplemente por que las sensaciones finales que haya obtenido de éste inclasificable e inspirador Hero tengan más relación con lo apuntado para la inclusión en ésta lista, la realidad final es que Bölzer lo ha vuelto a hacer, demostrando que su sobresaliente personalidad no se debía simplemente al formato breve de sus primeros Ep's, en formato largo se crecen, mutan, experimentan, deslumbran y sorprenden sobremanera con una obra al alcance de muy pocos. Desvinculándose todavía más de cualquier etiqueta aplicable a su expresión artística, HzR (batería) y KzR (voces y guitarra) han dado a luz a una de las criaturas más angulosas, expansivas y alucinógenas del año copando, muy por encima, las elevadas expectativas que tenía puestas en su debut largo.
Sé que con éste disco me voy a contradecir un poco, (esto es lo que dije de él en su día -Hero es luz, vida, incluso podríamos hablar de una obra que no es capaz de transmitir emociones negativas casi en ningún momento de su metraje.- ) pero el debut largo de los austriácos Bölzer tenía que estar en una de las dos listas de manera impepinable. Ya sea que haya caído en la de los negativos por falta de espacio en la otra o simplemente por que las sensaciones finales que haya obtenido de éste inclasificable e inspirador Hero tengan más relación con lo apuntado para la inclusión en ésta lista, la realidad final es que Bölzer lo ha vuelto a hacer, demostrando que su sobresaliente personalidad no se debía simplemente al formato breve de sus primeros Ep's, en formato largo se crecen, mutan, experimentan, deslumbran y sorprenden sobremanera con una obra al alcance de muy pocos. Desvinculándose todavía más de cualquier etiqueta aplicable a su expresión artística, HzR (batería) y KzR (voces y guitarra) han dado a luz a una de las criaturas más angulosas, expansivas y alucinógenas del año copando, muy por encima, las elevadas expectativas que tenía puestas en su debut largo.
Y si el disco de Trap Them o el de Bölzer se presentaban como impresicindibles dentro de la escena extrema para comprobar lo diferernciador, rico y versátil que es el metal a día de hoy, el disco de Like Rats hace lo propio dentro del death metal a la old school. Por supuesto de que lo de Like Rats no es precisamente símbolo de evolución, vanguardia o modernidad, pero si tengo que escoger un único disco de death de éste 2016, ya sea vieja o nueva escuela, me quedo contundentemente con la clavada extrema que ha conseguido el quinteto de Illinois con su segundo largo. Anclados estilísticamente en los primeros Entombed, en su parte más swedish, y retomando la impasible brutalidad de unos Obituary, en su vertiente más floridesca, no les hace falta parecerse excesivamente
a ninguno de ellos gracias a un planteamiento y a un sonido tan
personal como estudiado, que los propone como uno de los actos de death metal más interesantes y disfrutables de la actualidad. No hay competición.
05. FRAMEWORKS (Smother)
Auténtica lucha contra la apatía, la intolerancia, los problemas, la desidia y la insensibilización de la persona humana ante una existencia que nos priva de vivir libres, desprejuiciados y contentos con nosotros mismos. Frameworks se han colado como una exhalación en la lista con lo mejor del año gracias a su desgarrador hardcore emocional, ejecutado desde una perspectiva sumamente visceral y directa, y una obra que, debiéndole mucho a los inicios más corrosivos de Touché Amoré y toda la onda emocore más contundente y pura de la actualidad, supura personalidad, dignidad, actitud y unas formas impecables. A base de patadas directas a tu estómago y certeras pulsiones emocionales repartidas a partes iguales entre tu cabeza y tu corazón, Frameworks saben tocar absolutamente todos mis resortes para elevarme hasta lo más alto y mantemerme ahí durante los poco más de 30 mintuos que dura el segundo largo de este exquisito quinteto de Florida fundado a princios de la década. Alma, corazón y mente en un mismo formato.
04.VEKTOR (Terminal Redux)
Y si en la lista anterior teníamos, exactamente en la misma cuarta posición, a 65daysofstatic como los portadores del estandarte de la ciencia ficción más purista (dentro de su estilo obviamente), aquí tenemos a los únicos capaces de medirse conceptualmente con los firmantes del No Man's Sky. Con tres discos en su haber tan magistrales como complejos, su último álbum Terminal Redux es uno de los discos más alucinantes, estimulantes, reveladores y originales del año. Sabedores de una técnica inalcanzable para la mayoría de mortales y tomando la temática sci-fi como motor creativo de sus composiciones, Vektor ha firmado el mejor álbum de thrash metal del año con diferencia gracias a una capacidad ejecutora y conceptual absolutamente desproporcionada. Sin duda estamos ante el disco más trabajado, técnico y sublime de la lista, pero cuando entran en juego los sentimientos, el corazón y la vida, los tres primeros de la lista se pulen a los Vektor y a quien haga falta.
03. TOUCHÉ AMORÉ (Stage Four)
Puede que muchos se extrañen considerablemente al ver a Touché Amoré en la lista de los negativos. Primero por que estamos ante el disco más accesible, melódico y limpio de los cuatro facturados hasta la fecha por el incendiario quinteto de Los Angeles, y segundo por que hace tres años ocuparon la primera posición de mi lista con los mejores del año positivos. Pero si obviamos lo agradable de la última propuesta de Touché Amoré en el apartado vocal y musical, dos de las secciones en las que más se nota esa acentuada accesibilidad del combo, y nos tomamos un momento para analizar el apartado lírico (y por extensión el emocional) de éste Stage Four, os puedo garantizar que vais a quedar absolutamente derrotados por la tristeza. Solamente voy a daros un par de apuntes para que, los interesados, hagan el pertinente trabajo de búsqueda sobre el concepto del disco ya que vale mucho la pena. Stage Four se refiere a la Cuarta Fase del cáncer en la que la enfermedad se convierte en irreversible y la metástasis se apodera de nuestros órganos. La madre Jeremy Blom (vocalista de la banda) murió de cáncer el pasado 2015. A partir de aquí, quedáis avisados, todo cobra un sentido absolutamente desolador y triste.
02. OATHBREAKER (Rheia)
Ya he comentado que se me hace raro no tener ningún disco de black al uso dentro de la lista, pero hay que tener en cuenta que hablando de bandas como Coldworld, Bölzer o estos Oathbreaker (por mucho que a algunos les duela) el black metal, aunque sea de manera desvirtuada, sigue presente y con fuerza dentro de la lista. Habiéndomelos perdido por tercera vez consecutiva en su última visita a Barcelona (siempre me ocurre algo el día que tienen planeado venir a tocar) Oathbreaker han escalado considerablemente dentro de su propio universo consiguiendo facturar el disco más doloroso, abstracto y descomunal del año dentro de la escena metal. Sin necesidad de colgarles etiquetas (de las que rehuyen de manera clara) lo acontecido y acometido en este descomunal Rheia no tiene nombre ni descripción posible. Estamos ante una nueva era musical en la que, tomando como referencia estilos absolutamente herméticos e instransitables por los extraños, bandas como Oathbreaker saben y quieren ofrecer algo totalmente nuevo, diferente y original.
01. KATE TEMPEST (Let Them Eat Chaos)
Con un innegable mensaje de esperanza, paz y amor, pero analizando la sociedad (inglesa) actual sin pelos en la lengua a través de historias concretas de personas anónimas con problemas familiares, económicos, mentales y sentimentales, que la propia Tempest esputa desde lo más profundo de su ser para despertar conciencias y demostrar que todos y cada uno de nosotros protagonizamos una historia única e incomprable llena de dolor, pasión y vida (aunque algunos estén realmente muertos por dentro). Con varios libros de poemas editados en su haber (acaba de salir su primer libro de poemas traducido al castellano titulado Mantente Firme), el estilo de rapear de la Tempest roza con valentía y solidez el spoken-word tomando como referencia esas sesiones nocturnas en los clubs londinenses (y americanos) en las que un poeta se sube al escenario, acompañado por un piano, para escupir sus rimas con la fuerza catárquica que ofrece el vaciado emocional y crítico ante el público. Una absoluta e indiscutible jefaza.
Nos quedará solamente la nacional, con que estoy sudado la gota gorda, a ver que sale finalmente.
Feliz año a todos.
Auténtica lucha contra la apatía, la intolerancia, los problemas, la desidia y la insensibilización de la persona humana ante una existencia que nos priva de vivir libres, desprejuiciados y contentos con nosotros mismos. Frameworks se han colado como una exhalación en la lista con lo mejor del año gracias a su desgarrador hardcore emocional, ejecutado desde una perspectiva sumamente visceral y directa, y una obra que, debiéndole mucho a los inicios más corrosivos de Touché Amoré y toda la onda emocore más contundente y pura de la actualidad, supura personalidad, dignidad, actitud y unas formas impecables. A base de patadas directas a tu estómago y certeras pulsiones emocionales repartidas a partes iguales entre tu cabeza y tu corazón, Frameworks saben tocar absolutamente todos mis resortes para elevarme hasta lo más alto y mantemerme ahí durante los poco más de 30 mintuos que dura el segundo largo de este exquisito quinteto de Florida fundado a princios de la década. Alma, corazón y mente en un mismo formato.
04.VEKTOR (Terminal Redux)
Y si en la lista anterior teníamos, exactamente en la misma cuarta posición, a 65daysofstatic como los portadores del estandarte de la ciencia ficción más purista (dentro de su estilo obviamente), aquí tenemos a los únicos capaces de medirse conceptualmente con los firmantes del No Man's Sky. Con tres discos en su haber tan magistrales como complejos, su último álbum Terminal Redux es uno de los discos más alucinantes, estimulantes, reveladores y originales del año. Sabedores de una técnica inalcanzable para la mayoría de mortales y tomando la temática sci-fi como motor creativo de sus composiciones, Vektor ha firmado el mejor álbum de thrash metal del año con diferencia gracias a una capacidad ejecutora y conceptual absolutamente desproporcionada. Sin duda estamos ante el disco más trabajado, técnico y sublime de la lista, pero cuando entran en juego los sentimientos, el corazón y la vida, los tres primeros de la lista se pulen a los Vektor y a quien haga falta.
03. TOUCHÉ AMORÉ (Stage Four)
Puede que muchos se extrañen considerablemente al ver a Touché Amoré en la lista de los negativos. Primero por que estamos ante el disco más accesible, melódico y limpio de los cuatro facturados hasta la fecha por el incendiario quinteto de Los Angeles, y segundo por que hace tres años ocuparon la primera posición de mi lista con los mejores del año positivos. Pero si obviamos lo agradable de la última propuesta de Touché Amoré en el apartado vocal y musical, dos de las secciones en las que más se nota esa acentuada accesibilidad del combo, y nos tomamos un momento para analizar el apartado lírico (y por extensión el emocional) de éste Stage Four, os puedo garantizar que vais a quedar absolutamente derrotados por la tristeza. Solamente voy a daros un par de apuntes para que, los interesados, hagan el pertinente trabajo de búsqueda sobre el concepto del disco ya que vale mucho la pena. Stage Four se refiere a la Cuarta Fase del cáncer en la que la enfermedad se convierte en irreversible y la metástasis se apodera de nuestros órganos. La madre Jeremy Blom (vocalista de la banda) murió de cáncer el pasado 2015. A partir de aquí, quedáis avisados, todo cobra un sentido absolutamente desolador y triste.
02. OATHBREAKER (Rheia)
Ya he comentado que se me hace raro no tener ningún disco de black al uso dentro de la lista, pero hay que tener en cuenta que hablando de bandas como Coldworld, Bölzer o estos Oathbreaker (por mucho que a algunos les duela) el black metal, aunque sea de manera desvirtuada, sigue presente y con fuerza dentro de la lista. Habiéndomelos perdido por tercera vez consecutiva en su última visita a Barcelona (siempre me ocurre algo el día que tienen planeado venir a tocar) Oathbreaker han escalado considerablemente dentro de su propio universo consiguiendo facturar el disco más doloroso, abstracto y descomunal del año dentro de la escena metal. Sin necesidad de colgarles etiquetas (de las que rehuyen de manera clara) lo acontecido y acometido en este descomunal Rheia no tiene nombre ni descripción posible. Estamos ante una nueva era musical en la que, tomando como referencia estilos absolutamente herméticos e instransitables por los extraños, bandas como Oathbreaker saben y quieren ofrecer algo totalmente nuevo, diferente y original.
01. KATE TEMPEST (Let Them Eat Chaos)
Con un innegable mensaje de esperanza, paz y amor, pero analizando la sociedad (inglesa) actual sin pelos en la lengua a través de historias concretas de personas anónimas con problemas familiares, económicos, mentales y sentimentales, que la propia Tempest esputa desde lo más profundo de su ser para despertar conciencias y demostrar que todos y cada uno de nosotros protagonizamos una historia única e incomprable llena de dolor, pasión y vida (aunque algunos estén realmente muertos por dentro). Con varios libros de poemas editados en su haber (acaba de salir su primer libro de poemas traducido al castellano titulado Mantente Firme), el estilo de rapear de la Tempest roza con valentía y solidez el spoken-word tomando como referencia esas sesiones nocturnas en los clubs londinenses (y americanos) en las que un poeta se sube al escenario, acompañado por un piano, para escupir sus rimas con la fuerza catárquica que ofrece el vaciado emocional y crítico ante el público. Una absoluta e indiscutible jefaza.
Nos quedará solamente la nacional, con que estoy sudado la gota gorda, a ver que sale finalmente.
Feliz año a todos.