No sé si debería hacerlo una vez más, pero, aunque sea para los nuevos o para los que no lo recuerden, lo voy a volver a explicar. Cada año elaboro 3 listas diferenciadas con lo que, a mi juicio, ha sido lo mejor que nos ha dejado el año musical. La primera de ellas consiste en clasificar los 13 mejores discos internacionales positivos, los que me han hecho sentir emociones positivas, la segunda con los 13 mejores discos internacionales negativos, los que me han hecho sentir emociones negativas, y la tercera con los 13 mejores nacionales. Dicho esto me gustaría hacer menciones especiales a algunos de esos discos que han podido estar en la lista pero que, finalmente, han tenido que quedarse fuera. En el apartado del rap a la old-school teníamos al dúo de DJ's formado por The Allergies con un discazo sublime, a mis adoradas Warpaint en el mainstream del indie, que esté año les han ganado la partida por muy poco, el pepinazo rompepistas de The Avalanches, el sencillo pero efectivo debut pop de los jovencísimos The Goon Sax, la ácida visceralidad garajera de Archie And The Bunkers, ese discarral impresionate de J.Cole que he pillado demasiado tarde y del que estoy seguro que con un par de semanas más estaría en una jugosa posición, el glorioso regreso de Thrice o la psicodelia acusada de Purson, son algunos de los que me gustaría mencionar. Pero bueno, así es como ha quedado la cosa finalmente.
Siendo una de las personalidades actuales de la escena (t)rap americana más en alza y que crea mayor controversia, toda su faceta relacionada con la moda, las pasarelas, los diseñadores y las marcas de ropa, de la misma manera que su afición por vestir con prendas femeninas desde que tenía 12 años (un dato que hay que tener muy en cuenta conociendo los prejuicios tan arraigados de la escena rap), sus escarceaos con las drogas y los dealers o las colecciones de armas que tienen él y sus colegas, Young Thug ha conseguido que finalmente me fije en él, esto del trap se me hace algo complicado, con una mixtape en la que aparece en portada con un deslumbrante vestido blanco y azul (complemento sobrero incluido) decidiendo bautizar 9 de las 10 composiciones que firma, junto a varios de sus colaboradores habituales, con el nombre de 9 de sus más admirados ídolos. Un ejercicio que me ha parecido de sobras curioso para pegarle una escucha y que me ha enganchado sobremanera con unos ritmos cálidos, bailables, sensuales, divertidos, grasientos y sumamente agradables, en los que el mc de Atlanta despunta sobremanera en el estilo deplegando sus peculiares skills al micro. Young Thug rapea, canta, (des)entona, tiene flow, versatilidad, personalidad, actitud y credibilidad para aburrir, demostrando que, a día de hoy, Young Thug es el absoluto jefazo del trap americano y el poseedor del swag más fantabuloso y peligroso del planeta. Eso sí, la temática ya sabéis por donde va, típica y tópica del estilo.
La primera referencia física de la prolífica Greta Kline bajo el delicioso pseudónimo de Frankie Cosmos (enamora solamente con su nombre), me ha llegado directa al corazón de manera irremediable a través de esas joviales pulsiones de amores y desamores perfectamente narrados en un formato sumamente breve, muy pocas de las 15 composiciones que componen este debut físico de la cantautora-poeta neoyorkina superan los 2 minutos de duración, dotándolas de una personalidad aboslutamente arrebatadora, fresca, dulce y de una belleza cegadora capaces de emocionarte hasta el infinito y más allá. Poseedora de una sensibilidad especial para el pop de bajas frecuencias, firmando uno de los discos más bonitos del año y con una
juventud que nos deparará grandes obras en el futuro, estoy seguro que
este Next Thing se convertirá en la referencia más importante de su carrera, que no por ello la mejor. Me gustaría pensar que ya nos tiene preparado un nuevo disco para este 2017, su facilidad para ello es pasmosa, espero que no nos defraude ahora que la cosa ha arrancado a estos niveles.
11.CONFRONTATIONAL
A Dance Of Shadows (2015)
Kingdom Of Night (2016)
En un momento en el que la escena synth-wave está en alza en todos los rincones del planeta, actos como Nightcrawler, Nightsatan, Perturbator, Carpenter Brut o Le Matos ganan adeptos a la causa de manera impredecible alrededor del mundo con sus composiciones analógicas y sintetizadores ochenteros, Confrontational nace de esa escena para rodearse de algunos de los colaboradores más insignes del género, Cody Carpenter entre otros, además de ofrecer un punto de vista que va un paso más allá dentro de la escena añadiendo, en casi todos los temas que compone, su propio registro vocal ofreciendo una dimensión única, diferente, original y ampliada del synth-wave. Venido desde la mismísima Italia, hablamos de Massimo Usai y su aplastante doble debut separado en dos volúmenes y entregado en sus dos primeros años de vida. Único y auténtico capo del cotarro y sumo sacerdote de estos reveladores Confrontational, Massimo Usai nos presenta un proyecto que en tan solo dos años de vida ya nos ha dejado dos discos absolutamente referenciales para el género. Mención especial a sus portadas a cargo de nuestro adorado gurú del diseño retro y de fama internacional Pol de Branca Studio. Miedo me da lo que pueda venir a partir de aquí.
Esto es lo que dije del disco en su día: El muy esperado regreso de Hexvessel a los densos parajes de sus frondosos bosques musicales se llama When We Are Death
y viene con la sorpresa de ser el disco más luminoso, positivo y
accesible de la banda capitaneada por el incomustible Kvohst. Apoyada, quizás excesivamente, en el reconocible sonido del órgano Hammond y con un registro vocal que no utiliza las variables del pasado sino que incide en un registro mucho más melódico y meloso, When We Are Death es lo que podríamos llamar el disco de transición de Hexvessel. Y esto es lo que diría a día de hoy: Estamos ante el mejor disco de Hexvessel hasta la fecha haciendo que su oscurantista y sosegada propuesta haya ganado enteros con el dinamismo de unos The Doors y el colorista impresionismo hippy de los omnipresentes Jefferson Airplane. Está claro que hay que dejarlo crecer poco a poco dentro de ti y que el cambio ha sido tan diferenciador que cuesta un poco más de lo esperado hacerse con él, pero en cuanto conectas con esa deliciosa y misteriosa psicodelia naturista, explota en tu cara y no te queda más que caer rendido de placer como la dama de su portada. Hay momentos meláncolicos y tristes de una belleza abrumadora, y admito que he tenido ciertas dudas al decidir en cual de las dos listas debería ir posicionado, sentimientos positivos o negativos, pero finalmente ha ganado la luz, todavía no sé porqué.
09.WEEZER (ST / White Album)
Más mal me sabe a mí que el último disco de Weezer no haya conseguido escalar más posiciones en la lista con lo mejor del año más buenrrollero pero, si he de ser sincero, siendo un disco que me he rallado hasta la saciedad y que puede presumir de ser uno de los más divertidos, agradables y bailongos de toda la lista, el nivel de calidad y redondez de los temas del White Album de Weezer no llega al top de calidad que le exigo a la banda de Cuomo. Dicho esto, temas como Thank God For Girls, Girl We Got A Good Thing, Endless Bummer o L.A. Girlz, son himnos automáticos y obligados a añadir a la interminable batería de hits incontestables que posee una de las bandas de power-pop más grandes, longevas e insuperables que ha parido estilo desde sus inicios. Como ya dije en su momento, a mí me tienen para toda la vida... y más.
08. DESCENDENTS (Hypercaffium Spazzinate)
Que los Descendents saquen disco nuevo ya es un eventazo del copón bendito, y lo de que los hayan confirmado para el próximo Primavera Sound todavía más, pero si además el disco de Milo y compañía suena tan refrescante, variado y aplastante como éste impresionante Hypercaffium Spazzinate, entonces ya era matemáticamente imposible que no aparecieran en la lista. Ajustados casi religiosamente al formato punk-rock de 2 minutos por canción y conservando absolutamente intacta la habilidad para facturar ultra-molantes pildorazos de punk de una redondez apabullante, Descendents están considerados unos de los auténticos padrinos del punk-rock americano con más de 35 años de historia a sus espaldas por razones más que obvias. Siempre con las consiguientes idas y venidas de una banda en constantes parones y reformación, el séptimo disco de estudio del combo californiano por excelencia compuesto por Milo (ALL), Bill (ALL, Black Flag, The Lemonheads), Karl (ALL, The Lemonhedas, The Real McKenzies) y Stephen (ALL) ha conseguido dar el do de pecho hasta reventar con el que, para mí, es el mejor disco de punk-rock del año con mucha diferencia.
07. ANOHNI (Hopelessness)
He de admitir que lo mío me ha costado superar la decepción que me llevé con Antony en el pasado Sónar Festival presentado éste Hopelessness para volver a escuchar su disco sin prejuicios, aunque hay que admitir que el listón estaba a niveles estratosféricos desde el concierto del Primavera Sound del 2015. Un disco que antes de llegar el dichoso concierto podría haber ocupado el ansiado número 1 de la lista con lo mejor del año (o no), pero que se ha quedado a medias por lo poco meritorio de su directo. Puede que no fuera la noche de Antony o que simplemente la traslación al directo no me acabara de llegar como esperaba, pero siendo un concierto absolutamente impecable y técnicamente irreprochable, mucho de ello hay que agradecérselo a Oneohtrix y Hudson Mohawke, su falta de conexión con el público, la paciencia que tuvimos que tener hasta que comenzó el concierto y lo desaprovechado de su propuesta, hicieron que la noche se convirtiera en una de las más decepcionantes que recuerdo en mucho tiempo. Con todo y con eso, el disco sigue siendo un puto 10 como una casa de payés (vuelto a escuchar ahora incluso crece el muy cabrón) y por ello este Hopelessness merece todo mi respeto y reconocimiento.
06. DINOSAUR JR. (Give A Glimpse Of What Yer Not)
Otro de los discos más indiscutiblemente buenrrolleros del año, es el undécimo largo del power-trío más incombustible, distorsionado, delicioso y sublime del sonido noventero. Hablamos de los magistrales Dinosaur Jr. y de su arrebatador e irresistiblle Give A Glimpse Of What Yer Not, quienes después de retomar su actividad en el 2007 con un parón de 10 años, de la llamada a filas de los imprescindibles Murph (batería) y Barlow (bajo) por parte de Mascis (guitarra y voz), y de facturar una trilogía de altos vuelos con Beyond (2007) Farm (2009) y I Bet On Sky (2012), han conseguido superar e listón y entregarnos un disco capaz de competir con el nombrado Farm, sin duda el mejor de la trilogía, y mirar de cara a los intocables y referenciales discos de su era de oro (1987-1997). Otros, cómo Weezer, que siempre tendrán un lugar en mi corazón, hagan lo que hagan y cómo lo hagan.
05. SOPRANO (L'Everest)
Y, cómo cada año, aquí es donde empieza realmente lo complicado para mí. Las 5 primeras posiciones de la lista siempre son las más difíciles de decidir. Sin duda Soprano tenía que estar, puede que con más tiempo hubiera llegado más lejos en la lista, pero un quinto puesto en las Píldoras no es moco de pavo (jajajajajajaja), además de ser, creo, el comentario más largo de un disco que he hecho aquí en todo el año, y puede que incluso en los más de 8 años de vida de las Pídoras. Siendo un disco al que le puse un 9, está más claro que el agua de Lourdes que a estas alturas esto es un 10 con todas las de la ley, todavía no sé si superior a su anteior Cosmoplitanie (2014), pero Soprano lo ha vuelto a conseguir. L'Everest me ha encandilado, me ha enamorado, me ha flipado y me ha elevado, una vez más, hasta lo más alto del Olimpo del rap. Y todo eso contando que estamos ante uno de los raperos más versátiles, accesibles (pop podríamos decir incluso), cantarines y radiables del mundo, pero cuando hablamos de habilidades, flow, métrica y calidad, lo suyo sigue siendo insuperable. Sopra es el puto amo, punto final.
04. 65DAYSOFSTATIC (No Man's Sky)
Vamos a por el "más difícil todavía". Siendo un trabajo pensado y puesto en circulación como la banda sonora de un videojuego del mismo nombre y editado por la propia banda en varios formatos (incluso uno en caja con 4 vinilos de 180gr que por supuesto tengo en mi poder), lo último de los ingleses 65daysofstatic es uno de los viajes galácticos y extrasensoriales más gordos que puedas experimentar en toda tu vida. Coronados como los auténticos y únicos reyes de la ciencia-ficción más expansiva y deslumbrante dentro del estilo (aunque se hace harto complicado clasificarlos dentro de uno) gracias a hazañas tan descomunales como la revisión de la banda sonora de Silent Runing hace 5 años (película dirigida por el mítico Douglas Trumblull en 1972), el Ep Wild Light del 2013 o ahora éste descomunal No Man's Sky. Lo de 65daysofstatic tuvo su insuperable colofón final en un directo hace un par de meses en la sala Razzmatazz 2 de Barcelona consiguiendo firmar uno de los mejores conciertos que he vivido durante éste más que memorable 2016. Por si alguien no lo leyó en su día, os remito a mi comentario sobre el disco y el concierto que hice en una entrada del blog.
03. BANKS (The Altar)
Llegamos a la primera línea de fuego. Si con las dos anteriores ya he sudado tinta para saber en qué posición colocar a cada una, no os quiero ni explicar lo que he sufrido para decidir las tres primeras. Sin duda alguna estamos ante los 3 discos que mas he escuchado durante el 2016 editados éste año, ya que tanto el de Empress Of como el de Julien Baker son del 2015 y únicamente esos dos pueden medirse en escuchas con los tres que vienen a continuación. Si con su debut (Godsess, 2014) ya me dejó absolutamente encandilado, lo que ha conseguido mover dentro de mí con su segundo álbum (The Altar, 2016) no alcanzo a explicarlo con palabras. Si durante el año han caído discazos tan sólidos para el R&B como el último de Rihanna, lo nuevo de The Weeknd, el de Blood Orange o lo de las hermanas Knowles (Beyoncé y Solange), entregando discos a pares, bajo mi criterio ninguno se ha acercado, ni por asomo, a la calidad conseguida por Jilian Rose Banks en éste indescriptiblemente adictivo, sensual y delicioso The Altar. Un disco que puedo haber escuchado más de 50 veces y todavía no lo he quemado (en un corto periodo de tiempo), merece ser esparcido a los 4 vientos, que creo que falta le hace al no haberla visto ni con gira cercana ni tampoco en el rooster de ninguno de los festivales más sonados. Uno de mis nuevos objetivos a disfrutar en directo.
02. MODERN BASEBALL (Holy Ghost)
Tan sólo 27 minutos les han hecho falta a Modern Baseball, más concretamente a Brendan Lukens (guitarra y voces), Jake Ewald (guitarra y voces), Sean Huber (batería y voces) y Ian Farmer (bajo y voces), para firmar su decisivo y revitalizante tercer disco de estudio y colocarse con convicción en la segunda posición de la lista. Holy Ghost es una obra que marca un crucial antes y después para Brendan y la banda ya que, posiblemente sin este disco o al menos sin la intención de hacerlo después de los problemas mentales sufridos por Brendan durante el pasado año, el combo de Pennsylvania hubiera mutado considerablemente o incluso finiquitado su actividad a falta de uno de los motores creativos más importantes para su sobresaliente continuación. Pero siendo positivo el resultado, hay que admitir que Holy Ghost les ha servido a todos para la quema de demonios, retornar a la unión más sólida e inquebrantable a nivel profesional y personal, y para demostrar al público que Modern Baseball también puede madurar y crecerse ante las adversidades dando a luz a uno de los discos más inspirados, sinceros y certeros del año. Como dice Brendan en uno de sus temas.. -I'll Be With You The Whole Way...-
01. DAUGHTER (Not To Disappear)
Lo de Daughter ha sido silencioso y progresivo, pero absolutamente contundente. Not To Disappear me pareció un disco bastante inferior en comparación con su debut (If You Live, 2014) durante las primeras escuchas, interesante y adictivo en las siguientes, y explosivo e insuperable en las consiguientes. Una vez rendido a sus irresistibles embrujos vocales, sus envolventes atmósferas y su descomunal y arrebatadora belleza musical, he de decir que, aunque tan sólo unos días antes de verlos sobre las tablas del Primavera Sound ya me había dado cuenta de ello, el segundo álbum del trío inglés encabezado por la adorable Elena Tonra, es inmensamente superior a su debut, tanto en su formato de estudio como en el de directo (hablo con conocimiento de causa ya que los he visto dos veces con sendos discos). Si tuviera que escoger un único momento musical en directo del año como mi favorito absoluto, no sería la supina actuación de 65daysofstatic en la Razz, ni el poético directo de Sigur Ros o la explosividad sobre las tablas de Explosions In The Sky ambos en el Primavera, ni siquiera lo de Kate Tempest en el Apolo (mi sala fetiche de BCN) o la barabaridad de Enric Montefusco en el Casino de L'Aliança presentado su debut en solitario, ese momento sería sin duda el concierto de Daughter en el Primavera, más concretamente el momento en el que la propia Tonra tiene que dejar de cantar porque se le hace tal nudo en la garganta de la emoción, que el público no puede hacer más que arroparla con todo su amor ofreciendo su cálido aplauso y palabras reconfortantes para elevarla y conseguir que continue con sus misteriosos y susurrantes cánticos embriagadores. Cuando un artista se desnuda de esa manera, conecta con el público a esos niveles y es capaz de expresar ese nivel de emoción ante el respetable, no puedo hacer más que encumbrarlos hasta lo más alto de mi lista por méritos propios.
Durante la semana irán saliendo las dos listas que faltan.
Felices fiestas a todos y gracias por estar ahí, es lo más importante de todo esto, que alguien, ni que sea una sola persona, consiga descubrir algún disco o grupo que marque un momento musical especial en su vida, con eso me doy mas que por satisfecho.
09.WEEZER (ST / White Album)
Más mal me sabe a mí que el último disco de Weezer no haya conseguido escalar más posiciones en la lista con lo mejor del año más buenrrollero pero, si he de ser sincero, siendo un disco que me he rallado hasta la saciedad y que puede presumir de ser uno de los más divertidos, agradables y bailongos de toda la lista, el nivel de calidad y redondez de los temas del White Album de Weezer no llega al top de calidad que le exigo a la banda de Cuomo. Dicho esto, temas como Thank God For Girls, Girl We Got A Good Thing, Endless Bummer o L.A. Girlz, son himnos automáticos y obligados a añadir a la interminable batería de hits incontestables que posee una de las bandas de power-pop más grandes, longevas e insuperables que ha parido estilo desde sus inicios. Como ya dije en su momento, a mí me tienen para toda la vida... y más.
Que los Descendents saquen disco nuevo ya es un eventazo del copón bendito, y lo de que los hayan confirmado para el próximo Primavera Sound todavía más, pero si además el disco de Milo y compañía suena tan refrescante, variado y aplastante como éste impresionante Hypercaffium Spazzinate, entonces ya era matemáticamente imposible que no aparecieran en la lista. Ajustados casi religiosamente al formato punk-rock de 2 minutos por canción y conservando absolutamente intacta la habilidad para facturar ultra-molantes pildorazos de punk de una redondez apabullante, Descendents están considerados unos de los auténticos padrinos del punk-rock americano con más de 35 años de historia a sus espaldas por razones más que obvias. Siempre con las consiguientes idas y venidas de una banda en constantes parones y reformación, el séptimo disco de estudio del combo californiano por excelencia compuesto por Milo (ALL), Bill (ALL, Black Flag, The Lemonheads), Karl (ALL, The Lemonhedas, The Real McKenzies) y Stephen (ALL) ha conseguido dar el do de pecho hasta reventar con el que, para mí, es el mejor disco de punk-rock del año con mucha diferencia.
07. ANOHNI (Hopelessness)
He de admitir que lo mío me ha costado superar la decepción que me llevé con Antony en el pasado Sónar Festival presentado éste Hopelessness para volver a escuchar su disco sin prejuicios, aunque hay que admitir que el listón estaba a niveles estratosféricos desde el concierto del Primavera Sound del 2015. Un disco que antes de llegar el dichoso concierto podría haber ocupado el ansiado número 1 de la lista con lo mejor del año (o no), pero que se ha quedado a medias por lo poco meritorio de su directo. Puede que no fuera la noche de Antony o que simplemente la traslación al directo no me acabara de llegar como esperaba, pero siendo un concierto absolutamente impecable y técnicamente irreprochable, mucho de ello hay que agradecérselo a Oneohtrix y Hudson Mohawke, su falta de conexión con el público, la paciencia que tuvimos que tener hasta que comenzó el concierto y lo desaprovechado de su propuesta, hicieron que la noche se convirtiera en una de las más decepcionantes que recuerdo en mucho tiempo. Con todo y con eso, el disco sigue siendo un puto 10 como una casa de payés (vuelto a escuchar ahora incluso crece el muy cabrón) y por ello este Hopelessness merece todo mi respeto y reconocimiento.
06. DINOSAUR JR. (Give A Glimpse Of What Yer Not)
Otro de los discos más indiscutiblemente buenrrolleros del año, es el undécimo largo del power-trío más incombustible, distorsionado, delicioso y sublime del sonido noventero. Hablamos de los magistrales Dinosaur Jr. y de su arrebatador e irresistiblle Give A Glimpse Of What Yer Not, quienes después de retomar su actividad en el 2007 con un parón de 10 años, de la llamada a filas de los imprescindibles Murph (batería) y Barlow (bajo) por parte de Mascis (guitarra y voz), y de facturar una trilogía de altos vuelos con Beyond (2007) Farm (2009) y I Bet On Sky (2012), han conseguido superar e listón y entregarnos un disco capaz de competir con el nombrado Farm, sin duda el mejor de la trilogía, y mirar de cara a los intocables y referenciales discos de su era de oro (1987-1997). Otros, cómo Weezer, que siempre tendrán un lugar en mi corazón, hagan lo que hagan y cómo lo hagan.
05. SOPRANO (L'Everest)
Y, cómo cada año, aquí es donde empieza realmente lo complicado para mí. Las 5 primeras posiciones de la lista siempre son las más difíciles de decidir. Sin duda Soprano tenía que estar, puede que con más tiempo hubiera llegado más lejos en la lista, pero un quinto puesto en las Píldoras no es moco de pavo (jajajajajajaja), además de ser, creo, el comentario más largo de un disco que he hecho aquí en todo el año, y puede que incluso en los más de 8 años de vida de las Pídoras. Siendo un disco al que le puse un 9, está más claro que el agua de Lourdes que a estas alturas esto es un 10 con todas las de la ley, todavía no sé si superior a su anteior Cosmoplitanie (2014), pero Soprano lo ha vuelto a conseguir. L'Everest me ha encandilado, me ha enamorado, me ha flipado y me ha elevado, una vez más, hasta lo más alto del Olimpo del rap. Y todo eso contando que estamos ante uno de los raperos más versátiles, accesibles (pop podríamos decir incluso), cantarines y radiables del mundo, pero cuando hablamos de habilidades, flow, métrica y calidad, lo suyo sigue siendo insuperable. Sopra es el puto amo, punto final.
04. 65DAYSOFSTATIC (No Man's Sky)
Vamos a por el "más difícil todavía". Siendo un trabajo pensado y puesto en circulación como la banda sonora de un videojuego del mismo nombre y editado por la propia banda en varios formatos (incluso uno en caja con 4 vinilos de 180gr que por supuesto tengo en mi poder), lo último de los ingleses 65daysofstatic es uno de los viajes galácticos y extrasensoriales más gordos que puedas experimentar en toda tu vida. Coronados como los auténticos y únicos reyes de la ciencia-ficción más expansiva y deslumbrante dentro del estilo (aunque se hace harto complicado clasificarlos dentro de uno) gracias a hazañas tan descomunales como la revisión de la banda sonora de Silent Runing hace 5 años (película dirigida por el mítico Douglas Trumblull en 1972), el Ep Wild Light del 2013 o ahora éste descomunal No Man's Sky. Lo de 65daysofstatic tuvo su insuperable colofón final en un directo hace un par de meses en la sala Razzmatazz 2 de Barcelona consiguiendo firmar uno de los mejores conciertos que he vivido durante éste más que memorable 2016. Por si alguien no lo leyó en su día, os remito a mi comentario sobre el disco y el concierto que hice en una entrada del blog.
03. BANKS (The Altar)
Llegamos a la primera línea de fuego. Si con las dos anteriores ya he sudado tinta para saber en qué posición colocar a cada una, no os quiero ni explicar lo que he sufrido para decidir las tres primeras. Sin duda alguna estamos ante los 3 discos que mas he escuchado durante el 2016 editados éste año, ya que tanto el de Empress Of como el de Julien Baker son del 2015 y únicamente esos dos pueden medirse en escuchas con los tres que vienen a continuación. Si con su debut (Godsess, 2014) ya me dejó absolutamente encandilado, lo que ha conseguido mover dentro de mí con su segundo álbum (The Altar, 2016) no alcanzo a explicarlo con palabras. Si durante el año han caído discazos tan sólidos para el R&B como el último de Rihanna, lo nuevo de The Weeknd, el de Blood Orange o lo de las hermanas Knowles (Beyoncé y Solange), entregando discos a pares, bajo mi criterio ninguno se ha acercado, ni por asomo, a la calidad conseguida por Jilian Rose Banks en éste indescriptiblemente adictivo, sensual y delicioso The Altar. Un disco que puedo haber escuchado más de 50 veces y todavía no lo he quemado (en un corto periodo de tiempo), merece ser esparcido a los 4 vientos, que creo que falta le hace al no haberla visto ni con gira cercana ni tampoco en el rooster de ninguno de los festivales más sonados. Uno de mis nuevos objetivos a disfrutar en directo.
02. MODERN BASEBALL (Holy Ghost)
Tan sólo 27 minutos les han hecho falta a Modern Baseball, más concretamente a Brendan Lukens (guitarra y voces), Jake Ewald (guitarra y voces), Sean Huber (batería y voces) y Ian Farmer (bajo y voces), para firmar su decisivo y revitalizante tercer disco de estudio y colocarse con convicción en la segunda posición de la lista. Holy Ghost es una obra que marca un crucial antes y después para Brendan y la banda ya que, posiblemente sin este disco o al menos sin la intención de hacerlo después de los problemas mentales sufridos por Brendan durante el pasado año, el combo de Pennsylvania hubiera mutado considerablemente o incluso finiquitado su actividad a falta de uno de los motores creativos más importantes para su sobresaliente continuación. Pero siendo positivo el resultado, hay que admitir que Holy Ghost les ha servido a todos para la quema de demonios, retornar a la unión más sólida e inquebrantable a nivel profesional y personal, y para demostrar al público que Modern Baseball también puede madurar y crecerse ante las adversidades dando a luz a uno de los discos más inspirados, sinceros y certeros del año. Como dice Brendan en uno de sus temas.. -I'll Be With You The Whole Way...-
01. DAUGHTER (Not To Disappear)
Lo de Daughter ha sido silencioso y progresivo, pero absolutamente contundente. Not To Disappear me pareció un disco bastante inferior en comparación con su debut (If You Live, 2014) durante las primeras escuchas, interesante y adictivo en las siguientes, y explosivo e insuperable en las consiguientes. Una vez rendido a sus irresistibles embrujos vocales, sus envolventes atmósferas y su descomunal y arrebatadora belleza musical, he de decir que, aunque tan sólo unos días antes de verlos sobre las tablas del Primavera Sound ya me había dado cuenta de ello, el segundo álbum del trío inglés encabezado por la adorable Elena Tonra, es inmensamente superior a su debut, tanto en su formato de estudio como en el de directo (hablo con conocimiento de causa ya que los he visto dos veces con sendos discos). Si tuviera que escoger un único momento musical en directo del año como mi favorito absoluto, no sería la supina actuación de 65daysofstatic en la Razz, ni el poético directo de Sigur Ros o la explosividad sobre las tablas de Explosions In The Sky ambos en el Primavera, ni siquiera lo de Kate Tempest en el Apolo (mi sala fetiche de BCN) o la barabaridad de Enric Montefusco en el Casino de L'Aliança presentado su debut en solitario, ese momento sería sin duda el concierto de Daughter en el Primavera, más concretamente el momento en el que la propia Tonra tiene que dejar de cantar porque se le hace tal nudo en la garganta de la emoción, que el público no puede hacer más que arroparla con todo su amor ofreciendo su cálido aplauso y palabras reconfortantes para elevarla y conseguir que continue con sus misteriosos y susurrantes cánticos embriagadores. Cuando un artista se desnuda de esa manera, conecta con el público a esos niveles y es capaz de expresar ese nivel de emoción ante el respetable, no puedo hacer más que encumbrarlos hasta lo más alto de mi lista por méritos propios.
Durante la semana irán saliendo las dos listas que faltan.
Felices fiestas a todos y gracias por estar ahí, es lo más importante de todo esto, que alguien, ni que sea una sola persona, consiga descubrir algún disco o grupo que marque un momento musical especial en su vida, con eso me doy mas que por satisfecho.
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