Corría el año 95 y yo tenía 17 años. Mi cultura musical, aún por desarrollar en todos los aspectos, ya llegaba a mezclar Bob Marley, Judas Priest, Los Secretos, The Doors, Cómplices, Sepultura y Pantera en el mismo saco, todo lo que caía en mis manos servía para intentar satisfacer mi insaciable afán por conocer más y más. Pero si he de escoger un disco nacional de ese año, sin duda alguna, sería este magistral Poligamia de Los Piratas. A día de hoy sigue siendo uno de mis discos más escuchados y que más me marcó en mi desarrollo como devorador de música. Desde entonces he seguido al grupo muy de cerca, de la misma manera que he hecho con Iván Ferreiro, aunque me sigo quedando con los discazos de Los Planetas de aquí a Lima.
Todo esto viene a raíz de la muerte del batería de Los Planetas, Hal 9000, a manos de la Guardia Civil hace un par de días. Puede que haya sonado muy fuerte, pero la cosa es así de cruda y real. Aquí os dejo el texto que ha publicado su mujer en su facebook para dejar constancia real de lo que realmente ha ocurrido en el caso de su marido, ya que en principio se ha querido tildar el suceso de un nuevo caso de violencia doméstica cuando, para nada, ha tenido que ver eso en este caso concreto.
Carta abierta de Andrea Montes, mujer de Javier Fernández (Hal 9000).
“Soy la mujer de Javier, Hal 9000 batería de Los Piratas. No voy a permitir que se manipule la información sobre lo ocurrido. Hal era la persona más cariñosa del mundo. Nos amaba con todo su corazón al bebé y a mí. Jamás fue un maltratador. Eramos completamente felices. Todos sus amigos y familia saben que era una persona llena de amor. Todos saben cómo se desvivía por nosotros. Hal es una víctima. Primero víctima de un trastorno bipolar que estaba perfectamente controlado desde hace 10 años hasta que su psiquiatra tuvo la brillante idea de retirarle todo el tratamiento a pesar de que la familia le pedimos en dos ocasiones que no lo hiciese, ya que, el complicado nacimiento del bebé le había afectado. Fueron momentos de mucha tensión. Incluso él fue conmigo al psiquiatra a comentarle que se encontraba nervioso. Hal no agredió a ningún agente, hubo tensión pero no agresión. Fue también víctima de una mala práctica que desencadenó este terrible final. Hal, cariño, no permitiré que manchen tu nombre. Yo sé lo que nos querías. Te quiero y siempre te querré”.
Al parecer a Javier se le intentó reducir, he leído que portaba un cuchillo de manera amenazante en ese momento, y ya sea por una mala decisión, el nerviosismo causado por la tensión del momento o simplemente porque los agentes a los que enviaron no fueron informados de la enfermedad de Javier, acaban disparándole un tiro en el estómago que acaba con su vida. Por mucho que nada vaya a devolver a Javier a sus seres queridos, la policía vuelve a teñir su nombre con una desgracia en la que hay que depurar responsabilidades lo más pronto posible. Mucho amor y mucho apoyo a la familia y a los seres queridos, el resto solo perdemos a uno de los baterías más importantes del pop español. ACAB.