miércoles, 29 de marzo de 2017

AATHMA (2017) Avesta


Y sin movernos un ápice del underground patrio (y con esta van 6 dedicadas al subsuelo nacional de 7 entradas que he hecho este mes), hoy nos desplazamos virtualmente hasta Madrid capital, espacio físico en el que tiene su base de operaciones el power-trío madrileño formado por Juan (guitarra y voces), Mario (bajo) y Álex (batería), para introducirnos en los dominios del antiguo Imperio Persa, espacio abstracto en el que se sitúan los ancestrales textos sagrados con los que se completan las líricas de sus composiciones, para disfrutar de la cuarta refrencia musical de Aathma, banda a la que a estas alturas las etiquetas concretas y descriptivas quedan ridículas ante su incomparable estilazo de base metalizada.

Si en su momento podíamos catalogarlos como una banda de doom sin temor a equivocarnos, reforzado por discos tan definitorios como The Call Of Shivá (2009) o Decline...Towers Of Silence (2011), su tercera referencia en forma de mini-álbum llamada Deadly Lake (2015) nos daba atisvos de nuevos ingredientes en los que el sludge pasaba en ocasiones por delante del doom y comenzaba a apuntar maneras sobre el nuevo rumbo a tomar en lo que se ha acabado por materializar en su última referencia en formato vinilo titulada Avesta, un disco que retoma el testigo de su último ejercicio de estudio para reforzar, ampliar y mejorar con creces su inclasificable propuesta musical.

 

Con una concreción mucho más sólida en las composiciones, si algo hay que reprocharles del pasado es su momentánea dispersión en algunos de los temas, las composiciones de Avesta han ganado en grandilocuencia e inmediatez, algo que ayuda sobremanera a familiarizarse prácticamente al momento con un sonido que toma lo denso y lo abrasivo como sus bases formales a la vez que se convierte en un sonido expansivo y demoledor como nunca antes habían conseguido. Lo árido y desolador de sus desarrollos contrasta sobremanera con lo sumamente orgánico de su transmisión capaz de expresar con ella una contundencia inusitada. La experiencia de sus componentes les permite surcar las arrugas del tiempo de una manera tan personal y única como severa y heróica haciendo volar por los aires cualquier preconcepción que tuvieras sobre lo que te ibas a encontrar en Avesta.

 

Traspasando esas arrugas del tiempo como surcos en la piel del oyente y haciendo vibrar de placer el punto más oscuro del alma humana, su portada consigue preveer el sentiemiento de sorpresa y oscuridad que inunda tus sentidos cual niebla venenosa una vez te decides a darle al play y viajar con ellos por recovecos, texturas y lugares probablemente inexplorados por la mayoría, acentuando con convicción el carácter único e intrasferible de éste Avesta. Pero no solamente de sonido se nutre Avesta, el triple registro vocal que practica Juan (melódico-cavernoso-desgarrador) se convierte en el caballo de batalla imbatible de esta descomunal obra maestra dispuesta a poner patas arriba la escena nacional con el mejor disco de metal patrio facturado hasta la fecha del corriente 2017.

Puntuación 10

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