De vuelta de mis primeras vacaciones y disfrutando como jamás hubiera esperado de la autobiografía de NOFX (The Hepatitis Bathtub And Other Stories, 2016, Da Capo Press), he de admitir que el último disco de The Bouncing Souls me ha soprendido igual de gratamente que mis horas de lectura sobre la banda de Fat Mike. 4 años después de su último disco y de nuevo con una de las portadas más feas de la historia, The Bouncing Souls son expertos en portadas mierderas, los de New Jersey vuelven a las andadas con éste Simplicity. Disco que los ha hecho retroceder un par de décadas y recuperar a los Bouncing Souls más punk y verbeneros de los primeros años. No es que sus últimos discos no fueran buenos, pero su excesivo acercamiento al pop y al edulcoramiento facilón de sus composiciones en The Gold Record (2006), Ghosts on The Boardwalk (2010) y Comet (2012) los habían ido desplazando del punk a marchas forzadas. Cualquiera que haya disfrutado de discazos como How I Spent My Summer Vacation (2001), Hopeless Romantic (1999) o el autotitulado de 1997, se enamorará de este Simplicity con una facilidad pasmosa.
Y siguiendo en la misma línea, si lo que queremos es darnos unas buenas dosis de auténtico y visceral punk rock californiano, tened por cuenta que Tony Cadena y Steve Soto, creadores de la banda y únicos componentes que han mantenido al combo con vida a lo largo de los años con innumerables componentes entrando y saliendo del mismo y poniendo el proyecto en activo o en reposo a lo largo de sus más de 35 años de historia según conveniencia, nos han preparado un menú para reventar de placer en este enorme Manifest Destiny. Punk rock de alto voltaje, agresivo en su justa medida, melódico sin complejos y con los clichés más manidos del género, esos que ellos mismo ayudaron a formar y a cimentar a principios de los ochenta con clásicos incunables como Adolescents (1981) o Brats In Batallion (1987), Manifest Destiny es uno de los mejores discos de punk rock del año facturado por una de los combos más jefes del género, y además la portada mola cacho.
Pero si hay una banda de punk rock a la que realmente se les debería considerar los auténticos padres de la vertiente californiana del género, eso son sin duda alguna, los también intermitentes a lo largo de 40 años (banda formada en 1977), Descendents capitaneada por los incombustibles Milo Aukerman y Bill Steevenson, ambos auténticas instituciones del estilo en su máxima expresión. Dándonos su último pildorazo de punk-pop en el 2004 con el lejano Cool To Be You, Descendents han vuelto al estudio para parir una obra a la altura de sus grandes clásicos, aunque tenemos todos claro que no igual de referencial o importante a estas alturas, con este clavadísimo Hypercaffium Spazzinate. Con una producción sumamente acertada y la experiencia que da pasar de los 50 y seguir en el negocio en la cima de tu juego, verlos sobre las tablas tiene que ser todo un espectáculo. El disco se presenta en dos versiones. La primera de 31 minutos con 16 temas, y la segunda con 41 minutos y 21 temazos.
Y para completar este póker de punk veraniego, quizás en ese sentido éste es el que más de todos, vamos a finalizar con uno de mis placeres culpables más deseados. Si en algún momento hubo una batalla por mi amor entre Blink-182 y Good Charlotte, os puedo garantizar que en mi cabeza sí que la había y por circunstancias de la vida la ha vuelto a haber, Good Charlotte se han llevado siempre mi favor incondicional. Después del muy fallido Cardiology (2010), era muy difícil superar ese all-hits llamado Good Morning Revival (2007), los hermanos Madden decidieron tomarse un largo descanso para regresar con un disco bajo el brazo, que, sin tirar por los derroteros sonoros más experimentales del Good Morning Revival regresa a la fórmula punk-pop más irresistible y chicletera de sus discos más emblemáticos redondeando un disco disfrutable al máximo. De la mano de Simon Neill (Biffy Clyro) en uno de los temas y de la de Kellin Queen (Sleeping With Sirens) en otro de los 12 que completan el disco, Youth Authority es una delicia vacacional de las gordas inundado de sol y buenas vibraciones.
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