jueves, 9 de junio de 2016

PRIMAVERA 2016 (Viernes 3/6)

TERCER DÍA DE BATALLA: UN ÚNICO 10 ENTRE 10

Después de un Jueves muy por encima de las expectativas, contábamos con un gran día pero fue mucho mejor de lo esperado, el Viernes empezaba bien temprano, para las horas que había pillado la cama, en el recinto del MACBA. Durante las mañanas del Festival podemos encontrarnos repartidos por la ciudad varios escenarios en los que la música en directo es la droga mañanera de los festivaleros. Pero si lo tuyo es plegar tarde en el recinto del Fòrum, lo de aparecer a una hora correcta por dichos escenarios se hace algo complicado.


(Cala Vento, 13.00 Martini)

El único concierto que llegué a ver por la mañana, en este caso a la 13.00 en el escenario Martini ubicado a las afueras del MACBA, fue el de los catalanes Cala Vento. Una de esas nuevas bandas imprescindibles que todavía no había tenido la oportunidad de ver y no estaba dispuesto a perderme. Llegando a la hora exacta Aleix y Joan subieron a las tablas del Martini dispuestos a descargar su explosiva ejecución con una propuesta que cuenta únicamente con su batería, su guitarra, sus micros y toneladas de watios cortesía del Primavera Sound para levantar el ambiente, y vaya que si lo hicieron. Repasando su debut a diestro y siniestro durante la media hora que duró su ajustado show, lo mejor de él fue comprobar que Cala Vento sigue adelante con su electrizante indie-punk incluyendo en el set-list dos temas nuevos que nos dejaron anonadados. Deseando volver a engancharlos a la mayor brevedad posible.

Puntuación 8

(Viva Belgrado, 17.45 Adidas Original)

Ya en el recinto del Fòrum bien entrada la tarde y después de hacer las deseadas visitas de rigor a los stands de Tupa, Nooirax y Branca Studio, el segundo concierto del día venía de la mano de otro grupo nacional. Esta vez eran los cordobeses Viva Belgrado los que incendiarían el escenario Adidas Original del Primavera Sound. Después de haberlos visto en directo tres veces con su disco debut, (Flores Carne, 2015), uno de los mejores discos del pasado año, la incursión de Viva Belgrado sobre el Adidas resultó, indiscutiblemente, en la mejor actuación que ha dado el combo cordobés sobre las tablas de un escenario en toda su vida. Y no estoy hablando de entrega, ejecución o calidad, cualidades de las que siempre hacen gala los Viva Belgrado en sus actuaciones, sino de una perfección de sonido que los elevó hasta lo más alto. Algo de lo que siempre pecan los Belgrado en sus directos es del sonido. Intentar equilibrar y graduar sus indomables tormentas de riffs hardcorianos, capaces de resquebajar el mismísimo cielo, en contrapunto a sus delicadas progresiones a la post-rock, se convierte en tarea imposible de realizar de manera óptima con un equipo sencillo. Pero llevar su catarsis musical hasta los primeros peldaños del Primavera Sound, los premió con un equipo de sonido a la altura de sus habilidades consiguiendo brillar con más fuerza que nunca dejándonos para el recuerdo uno de los mejores conciertos vividos ese Viernes. Formación circular de nuevo, energía concentada al máximo.
Puntuación 9

(Ben Watt, 18.30 RayBan)

Y camino del RayBan nos acercamos al concierto de mi querido Ben Watt y su banda, en la que para su último disco ha incluido al ex-guitarra de Suede Bernard Butler, para comprobar que tal le va la vida años después de su separación de la Thorn y consecuente disolución de mis adorados Everything But The Girl. Pues bien, demostrada la superioridad de Butler a la guitarra, aunque fuera a golpe de watios, y despachando únicamente canciones de sus dos discos en solitario, que aunque sonaban igual de bien en directo o incluso mejor me aburrieron soberanamente, al cabo de poco más de 20 minutos ya estaba dirigiendo mis piernas hacia el Adidas Original para comprobar que tampoco había acertado con el concierto de Alex G. Una banda joven del sello Domino Records que practicaba un, demasiado sencillo y vacio, folk de manual sin espíritu ninguno. Mi periplo por el Festival en busca del concierto ideal me acabó llevando finalmente al H&M para ver poco más de 10 minutos del concierto de Titus Andronicus. ¿La mejor opción en ese momento de duda y búsqueda sin resultados positivos?. Tupa Stand y Redbull.

Puntuación 5

 
(Savages, 20.00 Heineken)
 
Después de un merecido descanso tocaba volver al Heineken para volar por los aires el escenario grande del Festival con la atuación del cuarteto femenino londinense de rock sucio y abrasivo llamado Savages, quienes pisaban el Festival por segunda vez después de presentar su debut hace un par de años. Con el pesar de haberme perdido aquel concierto por coincidencias, todo el que fue salió más que satisfecho por la acontecido, poder ver finalmente a Jehnny Beth transformarse en una auténtica máquina perfectamente engrasada y dispuesta para dar el show de su vida ante mis ojos, se convirtió en un momento absolutamente glorioso. Cual bestia parda dispuesta a comérselo todo, está claro que aquí la que corta el bacalao es la vocalista, la pulsión de rock duro y enérgico que mandaban directamente a tus pies para acabar estallando en tu cabeza, hacía irremediable no disfrutar al máximo de un show tan descomunal como apabullante. Entregada al máximo en sus tareas de front-woman, la Beth realizó varias bajadas al foso, saludó al público más cercano e incluso acabó haciendo surf sobre las cabezas de los muy sorprendidos asistentes. Un espectáculo enorme, embrutecido, oscuro y visceral que únicamente se vio ensombrecido por un mal ajuste de sonido que no permitía oír prácticamente nada a su guitarrista y excesivamente a su bajista. Mención especial a su batería que cuando se levantó y se fue, pude ver que detrás de su camiseta se leía: Satan Is Great... (y algo más que no alcancé a leer).

Puntuación 8

(Beirut, 21.00 H&M)
Sin movernos demasiado del sitio, el escenario H&M está situado exactamente en el mismo recinto pero al otro lado del mismo, tocaba ver, por primera vez para mi pero la tercera para el Primavera Sound, a una de esas bandas que se convirtió en imprescindible en mi cabecera durante un periodo corto de tiempo, pero más inteso que con muchas otras. Gulag Orkestar (2006)  y The Flying Club Cup (2007) me parecen dos obras maestras descomunales de pop atemporal influencienciadas muy generosamente por los sonidos de la Europa del Este. Si bien sus siguientes álbums no llegaban, ni de lejos, a la excelsa calidad compositiva de sus predecesores, tengo que admitir que la traslación al directo de todas y cada una de las canciones escogidas para su concierto en el Primavera, repasando a placer todos y cada uno de sus discos y reproduciendo sus canciones con un nivel de calidad muy por encima de lo presentado en estudio, ocurriendo incluso con las de los intocables primeros dos discos. Saliendo a escena con una imprescindible sección de vientos, tres contando con su trompeta, que a la vez hacían de coros impagables cuando no les tocaba soplar la boquilla de sus instrumentos, el concierto de Beirut se selló con un sonido perfecto, un set-list insuperable y una ejecución comparable a la preciosa puesta de sol que nos aconteció durante el propio concierto. Hasta el cielo sabía que Zach Condon estaba ofreciendo uno de los mejores conciertos del mundo en ese preciso instante.

Puntuación 9


 
(Jay Rock, 22.00 Pitchfork)
Mi siguiente alegría en forma de concierto venía desde el mísmísimo Watts, California, para protagonizar uno de los pocos shows de rap que pude enganchar este año. Teniendo a Action Bronson, Pusha T y a Vince Staples (este último se cayó del cartel) en este Primavera, siempre hay apuestas gordas por el rap americano en el Festival, quizás mi decisión a la hora de escoger al mc no fue la más acertada. Si tenemos en cuenta que el Follow Me Home (2011) de Jay Rock es uno de los discos de rap a la west-coast más gordos de los últimos 10 años,  además de estar metido dentro del colectivo Black Hippy en el que militan Schoolboy Q, Ab-Soul y el enorme Kendrick Lamar, para mi se convertía en una actuación absolutamente imperdible. Pero si por otro lado indagamos un poco en su faceta actual, 5 años ha tardado en darle forma a la continuación de su debut, nos encontramos con un mc subido al carro del rap reflexivo, de las bases arrastradas y una actitud que no casa para nada con la de macarra de barrio que explotó en sus inicios. No es que me parezca mal, pero subir al escenario sin mc de apoyo, con los estribillos pregrabados y con gafas de sol cuando el sol hacia ya tiempo que no estaba presente, denota pocas ganas por su parte. No vibré, aunque me lo pasé bien el poco rato que allí paré, pero vamos, que esta nueva faceta del de Watts no le hace ningún favor por mucho que quiera estar a la altura de otros nombres dentro de su colectivo. Lo suyo era el gangsta rap a la west-coast, estilo en el que hubiera tenido mucho más que decir que lo aportado 5 años después en su nueva faceta.
Puntuación 5


 
(Dinosaur Jr. , 22.15 RayBan)
Y si mi sustituto a esas horas no pasaba ni de lejos por el multitudinario show que estaban descargando los Radiohead en el Heineken, la opción más válida, acertada y segura era sin duda la de disfrutar del power-trío formado por J. Mascis, Murph y Lou Barlow en el escenario RayBan viendo por tercera en mi vida a los insuperables e imprescindibles Dinosaur Jr. Repasando su úlitmo Bet On Sky (2012) y dejando caer algún adelanto de su inminente nuevo disco, el trío de Massachusets volvió a coronar el Festival Primavera Sound con un sonido perfecto, una calidad abrumadora y un set-list que hizo las delicias de todos los asistentes, tanto de los más veteranos como de los de la última (y reverencial) etapa. Alternando en ocasiones las tareas al micro con Lou Barlow, Mascis y compañía realizaron un concierto en la mejor y más disfrutable tradición de la banda añadiendo a su repertorio el Just Like Heaven de The Cure para cerrar su actuación por todo lo alto. Veteranía al servicio de un Primavera que nunca se cansará de los 90.
Puntuación 9


(Shellac, 23.15 Adidas Original)
 
Acto seguido y con el subidón noventero todavía por las nubes, volvimos al escenario pequeño del Primavera, el solicitado Adidas Original, para ver a otra de esas bandas de los 90 absolutamente referenciales e imprescindibles para entender el movimiento post-hardcore, por mucho que ellos mismos se autodenominen como un "trío de rock minimalista". Y si Dinosaur Jr. pasó por el Festival para hacernos aún más felices de lo que ya éramos, Shellac, uno de los grupos que más veces ha pisado el Festival desde sus inicios, llegó para sacudir conciencias y creencias a golpe de rock abrupto, contundente y arrítmico en la mejor tradición de uno de los power-tríos de rock más sólidos, apabullantes y descomunales que puedas ver sobre las tablas de un escenario. Portadores de ritmos cruelmente asincopados, hachazos cortantes que te dajn sin aliento y una fuerza inusitada para un trío, Shellac personificaron, de manera perfecta, el rock de minorías. Primera vez para mi, por descabellado que parezca no los he llegado a enganchar nunca en el Primavera por conicidencias varias, y puedo garantizar que no será la úlima. Haciendo sus desquiciadas y enigmáticas proclamas sobre al humanidad y sus problemas existenciasles, tanto de manera narrada como cantada, Steve Albini se convierte en todo un personaje sobre las tablas, secundado por una sección rítmica, Bob Weston y Todd Trainer, capaz de poner a andar a un muerto con paso firme si se lo proponen. 

Puntuación 8


(The Last Shadow Puppets, 00.25 H&M)
El siguiente en la lista, o en este caso los siguientes, era una de esas bandas nuevas que tan buenos momentos me ha hecho pasar. Estrenando nuevo disco después de ocho años de espera desde su sonado debut, The Last Shadow Puppets llegaron al H&M y triunfaron por todo lo alto, eso sí, con matices. Ejecutando un concierto al que le salía la clase por las orejas, empezando por el cuarteto de cuerda, continuando por el atuendo escogido por la banda al más puro estilo dandy inglés, un sonido absolutamente perfecto y un escenario aderezado y decorado con muy buen gusto, el gran "pero" del concierto lo protagonizó mi alabado Alex Turner. Con un Miles Kane absolutamente centrado en dejar un sello de profesionalidad indiscutible, el señor Turner se pasó el concierto haciendo el tonto, seduciendo de manera descarada al público e incluso a Miles, poniéndose de rodillas a cantar, suplicándole a Miles a saber qué, incluso llegó a ponerse una pinza en la nariz en un momento del show para hacer aún más el ridículo, a todo esto chillando a pleno pulmón despues de cada tema.. -Primaferaaaa-. Sinceramente y para mi gusto, por mucho que a muchos le pareciera una borrachera simpática dentro de lo permitido, a mi me pareció una falta de profesionalidad total. Alex Turner es uno de los vocalistas actuales a los que más admiro, y verlo de esa guisa haciendo el payaso sobre el escenario, hizo que cayera unos cuantos puntos. A todo esto, la voz de Turner impecable en todo momento, de eso no hay queja, y la banda ejecutando con una profesionalidad extrema. Quizás me sobró la versión de Cohen, con lo que me gusta ese hombre y el efecto sedante innecesario que produjo su versión en el set-list.

Puntuación 8



(Kiasmos, 01.45 Primavera)
 
Y para finalizar el Viernes, un concierto al que le tenía unas ganas locas. Después de habérmelos perdido el pasado año en el Sónar, al cual asistieron algunos de mis conocidos y me comentaron el impresionante show que se cascó el dúo formado por Rasmussen y Arnalds, verlos en uno de los escenarios grandes del Primavera Sound  a las 2.00 de la madruga para cerrar mi día, se convertía en una experiencia tan dura (en principio) como revitalizante y reconstituyente (al final). Me explico, con las fuerzas bajo mínimos y pensando que no iba a aguantar más de 10 minutos de sesión techno fina filipina, acabé gratamente sorprendido al ver como tanto mis pies, como mi cuerpo y mi cabeza entraron de pleno en la actuación de los Kiasmos hasta acabar el show una hora después incluso con ganas de más. Poniendo sobre la mesa los graves más bestias de todo el Festival, una visuales ideales para la sesión y animando al público sin medida, Rasmussen y Arnalds dieron una clase magistral de electrónica bailable repasando sus hits del debut pero añadiendo unos cuantos watios más y poniendo toda la carne en el asador para hacer que todo el público congregado allí bailara como posesos como si no huebiera un mañana. Muy muy grandes.

Puntuación 8 

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