Otra de esas imprevisibles sorpresas que nos ha dejado este 2016, es el regreso del alemán Georg Börner y su proyecto Coldworld, en el que es el único componente. Sorpresivo digo porque han tenido que pasar 8 años desde que Coldworld nos entregaran su debut y único largo hasta la fecha titulado Melancholie2, llamado así al estar considerado una continuación de su demo del mismo nombre. Con la experiencia adquirida que dan los años, una producción muy superior a la de su debut y un disco bajo el brazo que equilibra a la perfección las partes más siniestras y oscuras con las más luminosas y preciosistas, Coldworld nos entrega este descomunal Autumn en un momento en el que la escena DSBM es capaz de ofrecer una visión bastante alterada a la de sus orígines.
Si en su momento la mayoría de bandas adscritas a dicha ramificación del black metal acentuaban sus líricas y su actitud a través de la apología al suicidio y la automutilación, esa temática sigue presente en la escena de manera evidente, hay que admitir que gracias a bandas como Hypothermia y su último Svartkonst o ahora Coldworld con este Autumn, han obligado a una luminosa y considerable apertura de miras al estilo consiguiendo equilibrar esos sentimientos de melancolía, tristeza, desesperación y muerte con algunos de los pasajes instrumentales más preciosistas, luminosos, amables y agradables que ha parido el DSBM en su corta y creciente andadura.
Si bandas como Shining o Lifeover demostraron al mundo que el DSBM podía ganar adeptos prácticamente de la misma manera que lo hizo el black metal en su día, Coldworld nos demuestra que dentro de esa etiqueta también se puede evolucionar sin necesidad de radicalizar aún más la propuesta obteniendo como resultado un disco más accesible, incluso agradable, repleto de variantes emocionales, de texturas en contraposición, de múltiples capas de sonido y de registros desgarradores, el segundo tema (Void) con la colaboración femenina es de una belleza cegadora, conducido a través de una capacidad instrumental desbordante, delicados arreglos y una calidad compositiva más allá de lo imaginable. Una de las mayores y mejores bazas del disco es que se despliega dentro dentro del DSMB, pero el alcance de su brisa otoñal es capaz de llegar mucho más lejos que el propio estilo pisando terrenos que desplazan su propuesta considerablemente para acercarse sin complejos a la belleza más extrema y contundente haciéndolo visible tanto fuera como dentro del estilo y siendo capaz de enamorar a más de un@ de los detractores de esa ramificación del black metal. No vamos a decir que es un disco para todos los públicos, ya que eso sería un craso error, pero estoy seguro que cualquiera que disfrute de la música extrema en la mayoría de sus personificaciones, podrá encontrar en este Autumn uno de los remansos de paz más honestos, brutales y desgarradores que jamás haya tenido la suerte de escuchar.
Puntuación 9
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