lunes, 11 de julio de 2016

MODERN BASEBALL (2016) Holy Ghost


Después de otra semana de curro criminal, de un fin de semana movidito con el Cruïlla del Sábado de pormedio (ya hablaremos de ello) y unos días en los que han caído en mis manos algunos de mis discos más esperados del año, Blink 182 con un disco más que correcto, Biffy Clyro con el que posiblemente sea el batacazo más gordo del año, lo nuevo de Beth Orton y de Band Of Horses a los que todavía le estoy dando las vueltas pertinentes, Big Business, Chevelle, Hi-Rez, Inter Arma, Cradle Of Filth... pero bueno, he de decir que hasta el momento ninguno de ellos me ha parecido lo suficientemente destacable como ocupar un espacio en mis Píldoras, hoy vengo con un disco humilde, sencillo, pero tan certero y sincero que va directo al corazón, al menos al mío. 

 

Modern Baseball se forjan en Maryland de la explosiva amistad musical nacida entre Jake Ewald y Brendan Lukens dando a luz a su debut Sports (2012). Disco que les ofrece la oportunidad de girar localmente para lo que recurren a Sean Huber y Ian Farmer para completar la base rítmica como batería y bajo respectivamente. Mudados ya a Philapelphia, la cosa comienza a tomar forma y empiezan a ser reclamados en salas más grandes llevándoles a firmar una segunda obra superior a su debut llamada You're Gonna Miss It All (2014). Con su segundo disco, Festivales de los States se los empiezan a rifar y su popularidad empieza a su subir como la espuma. 

 

Pero después de firmar dos discos en la mejor de las tradiciones del emo americano más teenager, sus dos primeras obras miran de frente a las redes sociales y a las nuevas tecnologías para componer una oda juvenil al amor y al desamor de lo más actual e identificable, su tercera obra es poseedora de una madurez compositiva y letrísitica más allá de lo esperado. Tomando como temas a tratar más profundos y trascendentales, actitudes ante la vida, formas de expresión, lugares en los que refugiarse, gente en la que confiar, experiencias personales cruciales, el disco está compuesto por una cara A en la que es Jake Ewald el que compone y canta los temas y una segunda cara B en la que ha sido Brendan Lukens quien escribe y articula sus letras. 

 

Indagando un poco sobre este cambio de tercio en las letras, algo que en la mayoría de grupos se puede achacar a la llegada del sentimiento adulto y comprometido que te hace crecer como persona, en los grupos emo todo toma un carácter mucho más dramático, serio y fatalista. En la mejor tradución de bandas como Say Anything o Brand New, por nombrar un par de bandas del estilo lideradas por seres realmente torurados internamente, Brendan Lukens sufre una crisis de personalidad que lo lleva a recluirse en su casa, fumar cantidades ingentes de marihuana, automutilarse con cuchillos e incluso llegar a un intento de suicidio. Puesto en manos de profresionales le diagnostícan una crisis maníaco-depresiva con tendencias suicidas y bipolaridad. Pero por la parte de Jake Ewald las cosas tampoco es que fueran de maravilla, el pilar más sólido de su familia, su abuelo, muere durante este trasncurso separándose irremediablemente y de momento de su necesitado amigo Brendan, a la vez que Jake también conoce a la chica de su vida, repercutiendo al resto de los componentes y entrando en un momento de incertidumbre peligroso para una banda tan joven. Pero gracias de nuevo a la sólida amistad entre Jake y Brendan las cosas han vuelto a su cauce, superadas las inseguridades de Brendan y la muerte del abuelo de Jake, Sean y Ian volvían a la banda y al estudio para parir este insuperable Holy Ghost. Sin duda uno de los discos del año y uno de los mejores del estilo desde sus inicios.
Puntuacion 10

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