Voy tocado, hace ya unas cuantas semanas, me digo a mi mismo que no, para hacerme el fuerte, pero no es así. Demasiada presión desde varios frentes abiertos, lo intento, relajo la mente, me calmo, pienso que nada es tan importante como para alterar mi estado de ánimo tanto, pero no lo consigo, cada vez va a peor. Hoy he visto en el facebook de los Brand New que estaban de gira y eso me ha alegrado, no por que los pueda ver ya que no pasan por aquí, pero aún así, me ha alegrado ver como ellos siguen adelante.
Todavía me acuerdo cuando petaron por todo lo alto, dentro del under, con su Deja Entendu allá por el lejano 2003. Un disco que, sin que a mi me pareciera nada del otro mundo, los emcumbraba como uno de los grupos más aclamados de la escena. Pero mi gran sorpresa con ellos estaba todavía por llegar. 3 años después, y con no pocas tribulaciones sufridas por parte de su volátil vocalisa, Jesse Lacey, Brand New nos entregaba el que, para mi, es su gran obra maestra y uno de los mejores discos de la década pasada, el doloroso y sublime The Devil And God Are Raging Inside Me.
Todo en él me parece absolutamente perfecto, y seguro que no lo es, pero para mi es lo más maravilloso, hiriente, emotivo y crucial que han escrito y compuesto jamás los Brand New. Cruzando toda la carga emocional de unos Sunny Day Real State junto con la desbocada pasión del griterio emo americano y añadiéndole esas pinceladas de pop edulcorado que tan bien redondea el paquete y enaltece la fórmula hasta límites insospechados, Brand New nos dejaron una obra magna. Un disco que me ayuda, y mucho, a sobrellevar el mal rollo recorriendo mis estados de ánimo como una brújula emocional que siempre marca el camino correcto.