Estamos entrando en la recta final del 2015 y, como suele pasar en alguna ocasión, mis listas con lo mejor del año se están tambaleando de lo lindo con las enormes obras musicales que están cayendo en nuestras manos útlimamente. Si el otro día comentábamos la grandilocuencia de los Soulsavers y su Kubrick, disco que ha subido enteros durante estos días posicionándose en los primeros puestos de mi lista, hoy toca hacer lo propio con lo último de Baroness. Purple es su nombre y magnitud todavía incalculable.
Purple es una obra maestra como cabía esperar, todos y cada uno de los discos de Baroness son obras de arte indiscutibles, incluso si no tuvieran música dentro también lo serían, pero he de admitir que teniendo las expectativas más altas que el Empire State Building, han superado con creces mis sueños más húmedos facturando el que, desde ya, es el mejor disco de este 2015. No, no es la premura o el entusiasmo, es la pura realidad.
Después del convulso accidente de autobús que dejó a nueve personas mal heridas el pasado 2012, Baroness se lo ha tomado con calma para facturar su cuarto y esperadísimo disco de estudio. Baizley ha decidido hacer muchos cambios en el seno de la banda, nuevo sello propiedad de la banda en la que editan su nuevo disco, la entrada de dos nuevos componentes a la banda en sustitución de otros dos, el cambio de productor después de dos discos seguidos producidos por John Congleton y la clara dirección ultra melódica de este Purple, hacen de él una prueba de fuego enorme tanto para su autor como para el oyente.
Pero no hay que sufrir nunca con Baroness, todos los cambios les han sentado a las mil maravillas, sobretodo el tema de la producción a cargo del gurú actual del sonido indie David Fridmann (The Cribs, Tame Impala, MGMT, The Flaming Lips, Mercury Rev, Weezer) y, de nuevo y como siempre, se han vuelto a crecer ante la adversidad facurando su disco claramente más accesible y melódico hasta la fecha, algo que ya apuntaba de manera contundete su anterior Yellow & Green, regalándonos una de esas perfecciones sonoras tan raras y escasas en nuestros días. Como loco por verlos en directo con su nueva obra maestra.
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