THE OCEAN (2010) Heliocentric

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Los orígenes de la banda se remontan al 2001 cuando Robin Staps, único miembro estable del colectivo, fundó el espacio Ocenland en Berlín en lo que antiguamente era una fábrica de aluminio de la Segunda Guerra Mundial con la intención de ofrecer un espacio para músicos de diversas disciplinas dónde poder ensayar o grabar. Fue allí donde se gestó The Ocean, un proyecto coral y sujeto a continuos cambios en el que su núcleo consistía solamante en Robin al que se le fueron añadiendo un buen número de amigos, tanto de educación rockera como clásica, con los que consiguió facturar 4 magistrales discos y posicionarse en la escena metal por méritos propios llegando a girar con gente como Opeth o Isis.

Su estilo siempre ha estado plagado de elementos metal bebiendo de palpables influencias como los propios Isis o los maestros Neurosis dotando a su música de amplios pasajes ambientales y progresiones experimentales, teniendo cabida dentro de su música desde el post-rock más oscuro hasta al jazz más experimental, en las que uno se puede perder sino está demasiado acostumbrado, siempre me ha impresionado la grandeza de sus discos pero tengo que admitir que no he llegado a conectar emocionalmente con ninguno de ellos.


Nos encontramos en el 2010 y el espacio Oceanland ya es historia, Robin decidió entonces conformar una banda de núcleo fijo con la que dar forma a su proyecto más ambicioso, un doble disco dividido en 2 entregas (que se venderán por separado y la segunda saldrá a finales de año) que supone, en palabras del propio Robin, "una crítica al cristianismo desde diferentes visiones filosóficas y personales". La primera parte de esta grandiosa obra se llama Heliocentric y la tengo ahora mismo delante de mis morros, je je je, una cuidadísima edición en digipack con una curiosa portada que lleva incrustada tres esferas móviles que representan de algún modo las constelaciones y con las letras de los temas impresas en cartas parecidas a las del tarot te dejan un agradable sabor de boca nada más abrir la lujosa edición.


Desde el primer momento en que he puesto Heliocentric en mi reproductor del curro la conexión emocional ha sido inmediata. El disco comienza con una ténue intro de dos minutos dónde la banda deja atrás su vertiente más ambiental y experimental para dar paso a la nueva faceta de un combo que ha sabido quitarle toda la paja a su música para quedarse solamente con el calado progresivo de sus temas y algún residuo del metal del que cada vez se distancian más. Acto seguido entra en escena la rugosa y camaleónica voz de Loïc Rossetti, de registro marcadamente melódico pero capaz de engullirte con sus rugidos infernales (aunque sea solamente en contadas ocasiones, cosa que es de agradecer) ha conseguido que mi atención se focalice, en principio, en su calidad como vocalista para luego deleitarme con las imaginativas líneas de guitarra y las suaves progresiones que lleva la sección rítmica. Pero el disco es mucho más grande que toda esa épica y grandilocuencia que destilan los temas, es tal la importancia de la parte sinfónica de la banda que incluso en ocasiones podemos comprobar como simplemente valiéndose del piano y algunos violines pueden construir temas que funcionan a la perfección dentro del contexto del disco.


A mi me han parecido una banda complemente nueva (qué lo son), sobretodo por ese afán de que tienen ahora de construir canciones mucho más estructuradas y concretas, la melodía se adueña casi por completo del disco ganando enteros en cuanto a luminosidad y placer sonoro se refiere quedando prácticamente reducidas a cenizas las influencias metálicas evidentes de su pasado y de esa manera abrazar una nueva etapa en la que solamente ellos marcan su destino a base de dedicación y personalidad a raudales.

Otro más a añadir a lo mejor del año?, sin duda alguna se ganará un puesto en mi lista, lo que aún no tengo del todo claro es en cuál de las dos listas estará, por ahora tienen muchos más números para estar en la Positiva que en la Negativa ya que las sensaciones que me transmite su música son en su mayoría dulces y agradables. A disfrutar...

EL OCÉANO EN EL CHARLOTEO Y EN LOS COMMENTS.