Llegando prácticamente a la barrera de los cuarenta, sigo cayendo rendido a los pies del pop más juveniloide e imberbe sin demasiada explicación. Es evidente que ya se me pasó el arroz de la adolescencia hace muchos años, pero es incuestionable que cuando escucho actos tan irresisitibles como The Rural Alberta Advantage, Weezer (los eternos adolescentes) o estos The Goon Sax mis pulsiones veinteañeras salen a relucir sin complejos ni mayor complicación para disfrutar a todo tren de sus amores y desamores, de sus dudas existenciales y de sus acomplejadas composiones.
Formados en 2013 cuando Louise Forster y James Harrison coincidieron en sus años de instituto, no fue hasta el 2014 cuando aparece en la foto Riley Jones a la batería, después de tomar tan sólo un mes de clases, que la banda toma forma decididamente y da su primer concierto en Junio de ese mismo año. Venidos desde Brisbane, Australia, Louise Forster viene de familia de artistas, su padre es Robert Forster de los míticos The Go-Betweens, y eso es algo que se nota. La calidad de las letras y la dedicación musical que presentan The Goon Sax tiene a quien parecerse.
Dotados de una perspectiva pop personal y fresca, sus composiciones se mueven entre los clarososcuros de la juventud, emoción, pasión, depresión y dudas, su sencillez hace que su debut sea de fácil acceso, aunque no para todos, cumpliendo con creces las enseñanzas de Galaxie 500, Talking Heads, The Pastels, Beat Happening o The Cannenes, por nombrar varias de las ineludibles referencias que se encuentrar en su discreto y certero debut.
Puntuación 8
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