Volvemos a regresar por un moemnto al grandioso 2014 para recuperar un disco que, aunque tarde, ha de ser comentado con los elogios y alabanzas merecidos, tanto por el riesgo corrido, un disco triple no es algo fácil de vender hoy en día, como por la curiosa combinación de estilos, y por ende porductores, de los que disfruta el disco. No todos los días se celebra un 20 aniversario en esto de la música, un logro más que suficiente para una banda nacional tal y como está el patio, y Berri Txarrak han tirado la casa por la ventana arriesgando el todo por el todo marcándose el disco más ambicioso de su holgada carrera.
Denbora Da Poligrafo Bakarra es el octavo disco de estudio de la banda de Lekunberri en el que, no tan sólo nos demuestran todo lo aprendido en sus 20 años de carrera repartido en tres Ep's en forma de disco triple, sino que son capaces de seguir sorprendiendo y probando nuevas fórmulas para no caer en la cansina repetición, algo que les honra, pero que también hace que muchos de sus seguidores de siempre se hayan apeado conscientemente de sus últimas propuestas por falta de garra y ese claro desplazamiento hacia el rock más genérico. Algo de lo que Haria sufría enormemente era de una clarísima falta de fuerza hasta el momento ignota en la carrera del trío.
El primer Ep del disco Sutxakurrak vuelve a estar producido por Ross Robinson, el famoso gurú del metal que ha trabajado con gente como Korn o Slipknot, que también produjo su anterior Haria y el cual sigue la misma línea que aquel, aunque sobradamente más acertados en las composiciones ofreciendo mucha más potencia y garra. De acuerdo, un movimiento no demasiado arriesgado ya que les funcionó a las mil maravillas en el anterior, por mucho a mi no me convencieran lo más mínimo.
Helduleku Guztiak es el segundo Ep y aquí creo que es en el que han tomado el mayor de los riesgos. Producido por el grandioso artesano del pop nacional Ricky Faulkner (Egon Soda, StandStill, Love Of Lesbian), este segundo Ep está dotado de la magia pop de la hace siempre gala Faulkner, fundido con la aspereza y la gracilidad estilística de los Berri convirtiéndose en la sorpresa mayúscula de esta grandiosa obra compuesta de 20 canciones expandidas en 71 minutos de monumental despliegue de arte musical.
El tercero viene firmado por obra y gracia del maestro del punk Bill Stevenson (Black Flag, Descendents, NOFX) volcando absolutamente y sin contemplaciones, en ambos sentidos ya que la banda hace lo propio, toda su psicología punk en el sonido y en la mezcla consiguiendo la grabación más visceral y breve de la banda en su historia. De las canciones que componen dicho Ep, tan sólo hay una de ellas que pase de los 2 minutos, muestra más que evidente de lo que digo. Finalmente, un discazo como la copa de un pino, y no me enrrollo más que me podría titar un rato más hablando del disco.
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