Mañana empieza mi periplo festivalero con el inminente Primera Sound 2014, eso significa que a partir de mañana lo único que encontraréis por estos lares durante Jueves, Viernes, Sábado y Domingo, es el consecuente resumen de mi propio festival con las correspondientes fotos. Y rememorando uno de los momentos más importantes que he vivido dentro del Primavera desde que se trasladó al paradisiáco Fòrum de Barcelona, hoy vengo con lo último de los titánicos Mayhem.
Es curioso pensar en Mayhem como la banda más referencial dentro del black metal desde su resurgimiento a principios de los 90 en Noruega. Y no es que sea por falta de razón, pero hay que admitir que es prácticamente imposible para una banda, que tan sólo ha editado 5 discos largos en 30 años, encabezar el movimiento sin discusión posible. Imposible para la mayoría, pero algo muy evidente en su caso. Todo empezó con el seminal e impresindible De Mysteriis Dom Sathanas, una absoluta obra maestra con la que pusieron el listón al máximo nivel y se convirtieron en la leyenda viva que son hoy.
Está muy claro que sin ellos, o más bien sin en el Mysteriis, el black metal no sería lo mismo. Pero también hay que tener claro que la evolución de Mayhem dentro del estilo, o del movimiento ya que a día de hoy ha mutado y se ha ramificado tanto, en parte gracias a ellos, que la etiqueta de black metal se queda pequeña incluso para catalogar el propio estilo, es digna de estudio, elogio y admiración.
Todos y cada uno de sus discos son obras magnas del estilo, ya sea con Maniac a la vocales o con el actualmente recuperado Attila, estilo al cual pervierten y deforman a su antojo y preferencia, demostrando que el black metal no tiene más límites que los autoimpuestos y que su verdadero motor es la hibridación y la experimentación dentro de los ineludibles parámetros con los que juega el estilo. Ese es el verdadero valor de Mayhem dentro del black metal, y a valor no los gana nadie.
Esoteric Warfare es, para mi, el que completa la oscura trilogía de oro formada por el Mysteriis, el Grand Declaration Of War y este Esoteric Warfare. Un ritmo marcial y más intrincado que de costumbre y un sonido que deja espacio a cada músico para hacer lo suyo sin dejar de desgarrarte las entrañas, emana con fuerza de esta última obra de estudio remitiéndonos directamente al Grand Declaration Of War y colocándola, junto a aquel, entre las obras más complejas y experimentales de las facuradas por Mayhem hasta la fecha. Una obra maestra que demuestra una vez más quienes son los putos amos del cotarro, y no hay más perro que ladre.
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