Y como ya comentaba ayer, uno de los muy esperados de la temporada ha hecho mella en mis oídos este fin de semana hasta hacerlos sangrar de la presión a la que se han visto sometidos. Estamos hablando de lo nuevo de Vallenfyre, el proyecto paralelo de Gregor Mackintosh de Paradise Lost, Adrian Erdlansson de At The Gates, Hammis Hamilton de My Dying Bride y Scoot de Alehammer. Una de esas superbandas que dan todo y más de lo que se espera de ellas.
Hace ya tres años de su debut, A Fragile King (2011), con el que pusieron en pie a la facción más extrema del death-doom añejo, dejando bien claro que todavía les quedan cantidades ingentes de rabia, furia y pasión circulando por las venas. Siendo el revulsivo perfecto para los que estábamos ya muy hastiados del estancamiento de bandas como Paradise Lost, Splinters hará que vuelvas a recuperar la fe en el estilo sin necesidad de comerte las nimiedades del gótico.
Con una producción algo más trabajada, sigue siendo cruda y áspera pero mucho mejor definida, el nuevo disco de Vallenfyre va un paso más allá en todos los aspectos que presentaban en su debut. Más bruto, más cafre, más rápido, más lento, más abrasador, más mordaz, más Vallenfyre. Seguramente ocupará puestos altos en las listas de final de año.
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