Esta semana se celebra el Sonar Festival de Música Avanzada de Barcelona. Un evento al que, por la cercanía que tiene en fechas con el Primavera Sound, siempre acabo desechando por el mayor interés que me provocan las bandas que trae el Primavera. Pero he de admitir que este año me lo han puesto realmente difícil. Primero de todo, esta noche se celebraba el concierto gratuito (aunque con aforo limitado) que da inicio al Festival, Massive Attack era la banda este año.
Pero es que lo del Sábado no tiene nombre. Plastikman, Neneh Cherry y, de nuevo, Massive Attack actuarán todos el mismo día, además me han chivado que los Massive vienen con Martina Topley-Bird a las vocales y eso es un acontgeciemiento único, por lo menos así lo han hecho esta noche. Pero quitando a Massive y a Plastikman, que los he visto varias veces, lo que más ganas tenía de ver era Neneh Cherry y a los británicos Rudimental, una de las revoluciones electrónicas del pasado.
Por suerte, y gracias a mi hermanísimo Alex S., me han regalado una entrada para el Sonar de día ese mismo Sábado, durante el que podré ver a Neneh Cherry y a Roll The Dice, pero lo de la noche no ha podido ser y ni veré a Massive ni a estos Rudimental, una pena, pero el que vaya y no los vea ya le digo que se arrepentirá. Lo de este colectivo de dj's y productores, es darle una cara nueva al drum n' bass a través del funk y el easy listening con una energía y una vitalidad tan infecciosas que no podrás parar de bailar. Además el disco cuenta con unas colaboraciones vocales de escándalo, Alex Clare, John Newman o mi amada Emeli Sandè se encuentran entre ellos.
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