martes, 12 de mayo de 2015

ALABAMA SHAKES (2015) Sound & Color


Si hace unos días nos regodeábamos con lo último de Kendrick Lamar y unos meses atrás hacíamos lo propio con el de D'Angelo, ahora han llegado los Alabama Shakes para acabar de poner a la música negra en el pedestal que se merece. Es impepinable que de un tiempo a esta parte el neo-soul, otro revival más añadir a la larga lista de ellos, está muy de moda. Eli Paperboy Reed inició la andadura y desde entonces hemos tenido a gente como Nick Waterhouse o Sallie Ford dando caña en el estilo de manera inagotable regalándonos algunos de los mejores discos de soul de la actualidad.

 

Los útlimos, hasta la fecha, en cruzar el umbral fueron los capitaneados por Brittany Howard con su debut de 2012 Boys & Girls. Una carta de presentación prácticamente perfecta que los propulsó automáticamente al estrellato del neo-soul proporcionándoles el status de nuevas estrellas de la escena gracias a la aterciopleada y potente voz de su vocalista y a la química de una banda que supo meterse a los fans en el bolsillo con sus alegres, luminosas y bailables melodías soul altamente familiares.

 

Han pasado tres años y he de decir que la evolución musical y estilística de los Alabama Shakes me ha dejado de una pieza. Doblegando el estilo a su antojo y sin preveer un cambio tan considerable en sus composiciones, estamos ante el segundo disco de la banda de Alabama aunque podría ser el cuarto con el paso de gigante que han realizado, todo en este Sound & Color es diferente. Empezando por la producción, variable y cambiante según la exigencias de cada tema, la contundente ampliación del campo estilístico, aquí podemos encontrar retazos de garage, trash, funky o rock and roll en un disco que se convierte en una caja de sorpresas inagotable, los registros de Brittany, plagados aquí de texturas, efectos, cambios de tono y diferenciaciones personalizadas, y acabando por una actitud abosolutamnete renovada y una personalidad innegablemente refrescante, todo en este Sound & Color es diferente, como ya he dicho antes. 

 

Pulsando el acelerador de la creatividad al máximo y trascendiendo estilos y etiquetas, Alabama Shakes han conseguido facturar un nuevo hito de la música negra, en ello guarda una estrecha realación con el de Kendrick y el de D'Angelo, gracias a una evolución absolutamnete impredecible e impensable después de un debut tan encorsetado y eficiente. No salgo de mi asombro, directamente a la lista con lo mejor del año.

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