martes, 6 de octubre de 2015

DEAFHEAVEN (2015) New Bermuda


Siendo una de las bandas que más comentarios, tanto positivos como negativos, provocó con su segundo disco de estudio Sunbather, en las Píldoras acabó posicionado como el mejor disco de su año de la misma manera que ocurrió con algunas publicaciones especializadas, su nuevo New Bermuda se esperaba con gran expectativa y con las pistolas cargadas. Tanto para convertirse en el perfecto blanco de las críticas de sus haters más exacerbados, como para los seguidores más acérrimos de la banda que esperábamos deseosos que la banda de San Francisco pudiera superar el inconmensurable Sunbather.

 

Pues bien, las cartas están echadas y todo decidido. Una de las mayores muestras de seguridad que puede ofrecer una banda sobre su nuevo material una vez posicionada y logrado un estatus dentro de una escena, está claro que Deafheaven han encontrado su parcela dentro del estilo si es que hay alguno que los defina, es ofrecer su material de manera gratuita. Deafheaven ofrecen en su bandcamp la escucha gratuita de su último New Bermuda, de la misma manera que lo ofrecen de todo su material anterior. Poniendo al oyente como único juez a la hora de comprar su material original, algo sumamente arriesgado, tanto para bien como mal, denota, como ya he dicho anteriormente, una seguridad a prueba de bombas. No olvidemos que los haters también pueden escucharlo con la misma facilidad y criticarlo de manera más concreta y voraz. 

 

New Bermuda se planta, exactamente, a medio camino entre el Roads To Judah y el Sunbather, ni más ni menos. Puede que suene a cliché, y lo és, pero es que no hay mucho que se pueda resaltar de él más que lo he comentado. Composiones claramente más elaboradas y muy superiores a las de su debut pero indudablemente en la misma línea, y un peldaño más abajo de lo presentado en su insuperable segundo álbum separándose de manera consciente de la experimentación musical y la amplitud de miras que supuso el Sunbather para la escena. No sorprenden como hicieran con su primer disco, ni tampoco te dan la bofetada estilística y la frescura de su segundo álbum, lo que suena ya lo hemos oído y yo, a esta banda y sintiéndolo mucho, les exijo muchísimo más.

 

Menos experimental que el Sunbather y más recatado que el Roads Of Judah, estamos ante una obra que debería haber sido su segundo disco en vez de el tercero para descatar como debiera dentro de su trilogía, de esa manera sería absolutemente perfecta. Con todo lo que he dicho estaréis pensando que el disco no me ha gustado o que no está a la altura, sí que me ha gustado, y mucho, y sí que está a la altura, aunque no a la del Sunbather, dentro del universo desplegado por una banda que todavía tiene mucho más que decir. A mi parecer, ya que los he podido ver en directo con su primer y con su segundo disco, creo que han vuelto algo más a sus raíces tras comprobar que traslardar al directo un disco tan elaborado y exigente como el Sunbather no es tarea fácil y han preferido tirar por su carácter más simple y directo para volver a desempeñar un mejor trabajo en sus shows.

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