Hace unos días di por facebook con una de esas feroces críticas que tanto le gusta practicar a nuestro querido Rafa de los blackers catalanes Between The Frost, y no me entendáis mal, me encanta leer las críticas fundadas de un experto en la materia como es Rafa, pero, en la mayoría de los casos, no solemos estar muy de acuerdo. La banda que nos ocupa son los polacos Besatt, una combo blackmetalero del que no tenía conocimiento alguno y que, al parecer, lleva en activo desde principios de los 90.
Quiero suponer que si en todo este tiempo no he sabido nada de ellos, es que tampoco han sabido nunca dejar una impronta persisitente en el estilo, o eso, o que Rafa tiene toda la razón del mundo con lo que dice y que yo simplemente he topado con esa banda dotada de ese diferencial concreto que se sale de la norma y que a mi, personalmente, tanto me llama la altención. La cuestión es la siguiente, centrándonos únicamente en este recién estrenado Nine Sins, como ya he comentado no he escuchado nada anterior de la banda liderada por Beldaroh, poco se le puede poner en duda a los Besatt musicalmente hablando. Con unas composicones altamente creativas y sólidamente construídas, Nine Sins es una de esas maravillas únicas capaz de sortear por varios estilos extremos gloriosamente sin dejar nunca de vista sus claras raíces blackeras, es de justos alabar de la misma manera su impecable tarea de producción cargada con un sonido tan nítido y pulido, como devastador y brutal.
Hasta aquí todo bien, a Rafa pongo por testigo, pero lo de su vocalista, es otro cantar, nunca mejor dicho. Optando por un estilo claramente lineal y exponiendo un registro que no es capaz de estar a a la altura del standard de calidad musical que atesora la banda, es innegable que su tonalidad, casi de ladrido, aporta una personalidad inigualable a la banda destacando sobremanera la voz sobre la mezcla y aportando un punto de originalidad único. Muchos vocalistas han sido incomprendidos a lo largo de los años y han acabado siendo referentes únicos en la escena, no estoy diciendo que Beldaroh se vaya a convertir ahora en uno de ellos, ni de lejos, pero a lo que me refiero es que su registro, por malo que parezca, aporta un punto extra al típico registro de siempre que debería ir acompañado de una banda de sus características, y eso siempre suma, nunca resta.
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