¡Los 90, menuda década!. Bush fue uno de esos grupos que supo exprimir bastante bien el fruto del grunge con tres discos más que memorables durante esa flamante década, siendo mi favorito con mucho su segundo Razorblade Suitcase, y cerrando su primer ciclo con un cuarto Golden State que no estaba, para nada, a la altura de sus anteriores álbums.
Aunque hay que admitir que a Gavin no le fue mal después de dejar a sus queridos Bush, en 2002 se casó con Gwen Stefani de No Doubt y ambos impulsaron sus carreras en solitario, a principios de esta década Gavin Rossdale decidió reformar a los Bush, como pudo ya que Nigel Pulsford y Dave Parsons no quisieron saber nada del tema, y The Sea Of Memories veía la luz en Septiembre del 2011 con el mítico Bob Rock como productor y iniciando así la segunda etapa Bush con una formación renovada y fresca.
4 años depués de ese discreto retorno, el disco tenía canciones realmente sólidas y probaba cosas nuevas traídas de la aventura en solitario de Gavin, este Man On The Run se posiciona directamente en la tradición más purista del estilo Bush. Su sexto disco de estudio es el eslabón perdido entre el Razorblade Suitcase y su glorioso debut de 1994 Sixteen Stone. Puede que a muchos les suene pasado de moda pero, contando con mi predilección por Rossdale, Bush siempre me han parecido una de esas bandas de rock alternativo atemporal capaces de posicionarse en cualquier época, seguir haciendo su rollo, y conseguir encajar como si nada en cualquier momento de la actualidad musical, y eso es algo de lo que pueden alardear muy pocos.
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