Y si había alguien que podía despegarme de mi chicletera obsesión por la chilena Francisca Valenzuela, a estas alturas la debo tener integrada en mi ADN, esa no podía ser otra que Javiera Mena, otra chilena que transita similares pasajes del electro pop, aquí mucho más pronunciado y con un espíritu de pista baile innegable, que con su tercer disco de estudio ha sabido como enamorar al instante.
Por supuesto que tenía referencias anteriores de ella, pero he de admitir que no ha sido hasta este Otra Era que ha conseguido conquistarme de verdad. Me gustaba su estilo pero creo que a sus canciones les faltaba ese punch extra para convertirse en hits instantáneos. Algo que ha remediado sobremanera en este Otra Era con una batería de hits incontestables capaces de poner a bailar al más pintado.
Con un carácter pop que roza el horterismo y unos beats que beben sin complejos del dance más mainstream, Javiera Mena firma su obra más disfrutable y bailable hasta la fecha desprendiendo buenas vibraciones y positivismo por todos los poros de su piel. El pop chileno marca su segundo gol de oro del año, directo a las posiciones más altas del ranking.
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