A Solefald se le quedó pequeño muy pronto el black metal, muy pronto. Su plano de ejecución de vio ampliado considerablemente en sus primeros discos empujando las barreras del estilo de manera en que el avant-garde, cada vez más presente y cambiante en la mezcla, les ha llevado a un camino por el que únicamente ellos son capaces de transitar desembocando en un destino tan incierto como misterioso. Un destino que en cada nuevo disco pasa por diferentes atajos exponiendo su música desde incontables puntos de vista en los que cualquier influencia es válida para expresar su único y volátil universo musical, uno de los más ricos e inspiradores a los que jamás te podrás enfrentar.
La música de Solefald no es para todo el mundo, su disco más accesible hasta la fecha era su anterior Norron Livsdkunst, y lo de accesible es un decir porqué las influencias que utilizaron eran bastante más reconocibles, pero este World Metal Kosmoplis Sud, su octavo disco largo, vuelve a incidir en esa línea más accesible, en la que es más fácil reconocer las influencias y disfrutar de ellas. No abstante, como suele ocurrir con sus últimos discos, Kosmopolis Sud pasa por ser una obra del todo indescifrable en las primeras escuchas. Algo así como un extraño batiburrillo de estilos en el que, a priori, es imposible definir o discernir que es lo que está pasando por tus oídos y muchos menos concentrarte en una emoción o detalle ya que es demasiado a procesar.
Cientos de imágenes y opciones deambulan por un disco al que, dándole las necesarias escuchas, se le puede sacar un jugo infinito. Difícil acceder a él, de acuerdo, pero una vez se consigue, a partir de la octava escucha o así todo empieza a tener sentido, hay que educar el oído para descubrir lo mucho que se esconde dentro del disco, el disfrute es tan grande que es imposible expresarlo con palabras, hay que vivirlo. No lo tengo claro todavía, pero nombrar a este disco con el subtítulo de Kosmopolis Sud, precedido además del título World Metal, me da que pensar que esto puede tener una continuación, no sería la primera vez.
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