Por si alguien no se había enterado todavía la unión de estos dinosaurios del rock por fin ha dado su esperado fruto, aunque estemos hablando de una filtración y ésto no vaya a pisar las calles hasta principios de Noviembre, y después de mucho debatir y comentar aquí y allá sobre si ésta curiosa unión iba a gustar más o menos a los fans de unos u otros implicados en el proyecto ha llegado el ansiado momento de poder opinar con conocimiento de causa sabiendo de antemano que era muy complicado que saliera una mala colaboración de tan jugoso matrimonio de eminancias consagradas internacionalmente y considerados por muchos como auténticos dioses e indudables precursores de cada una de las vertientes musicales que ellos mismos ayudaron a instuarar.
Teniendo la certeza y la tranquilidad de no tener que complacer a nadie más que a ellos mismos gracias a ese status de leyenda que comentábamos antes del que pueden presumir las dos partes implicadas tened por seguro que ni esto es un nuevo Black Album de Metallica ni tampoco el nuevo Transformer de Lou Reed. Una vez hechas las presentaciones y aclarados ciertos puntos básicos para entender esta nueva andadura conjunta que han iniciado los dioses del thrash metal de Los Angeles y el hijo predilecto de la escena punk de Brooklyn ya podemos adrentarnos en las oscuras fauces de esta bestia parda llamada Lulu.
Inspirada en una obra del alemán Frank Wedekind del año 1913 que trata sobre una bailarina abusada han decido muy acertadamente separar esta odisea musical en dos partes para mayor disolución de su espeso y abundante contenido y ayudar así en lo posible a la capacidad de atención del oyente quién puede disfrutar por separado de sus partes para oxigenarse si lo cree necesario. Pivotando todos alrededor del inconfundible registro y las impagables líricas del maestro Reed, Hetfield aparece en contadas ocasiones pero cuando lo hace marca la diferencia, Metallica sabe encontrar su sitio a la perfección desprendiendo un sonido de guitarras que bien podrían sonar al sludge pesado y pantanoso de los pantanos de Savannah, cuando no se vuelven locos y le dan al thrash como posesos, y una base rítmica capaz de aturdir al mismísimo Zeus tengo que dmitir que estamos ante una obra descomunal a la definitivamente podemos colgar el adjetivo de opera-rock imprescindible como poco. A la listaca fijo!!!.
A mi me ha parecido mediocre, muy mediocre. No tan malo como nos temíamos muchos, pero ni cercano a la gloria que alcanzaron estos señores en su día (y de la que llevan años sin oler, al menos compositivamente). Más que una colaboración queda patente que el jefe ha sido el señor Reed con Metallica haciendo de mera banda de acompañamiento (de lujo, eso sí). Y sobre las partes en las que se adentran en el avant-garde, mejor ni hablar, que me dan escalofríos. En fin, una obra pretenciosa, fría y lo que es más sangrante teniendo en cuenta los firmantes, del montón (de debajo).
ResponderEliminarEso sí, estoy seguro que pocos discos van a generar tanto enfrentamiento como éste. Usted y yo ya estamos en trincheras diferentes,jajajaja
Un saludo crack!
Pues mira, yo desde mi trinchera, mucho más grande ancha y repleta de munición que la tuya jajaja, tengo que decir que muy pocas esperanzas tenía yo puestas en esta batalla pero quizás hayan sido esas pocas expectativas las que finalmente me hayan hecho disfrutar del disco tanto como lo he hecho. Para mi discarral del copón.
ResponderEliminarBuenas, pues creo que no logro encajar en ninguna de las trincheras jajaja. y es que si bien me dejo WTF? En sus inicios se me hizo una verdadera ambrosia, pero luego de repeticiones Obsesivas, me quede con un amargo sabor , creo que es lo típico en el abuso de discos alucinógenos…
ResponderEliminarSaludos!