Edith Crash es una de esas rebeldes delicias francesas que surgen en ocasiones contandas y que al parecer está afincada en la ciudad Condal. Con un tesoro como este dentro de nuestras fronteras sería una tontería no reconocerlo como tal ya que además de imprimirle tripas y corazón a unas composiciones que se mueven entre las tinieblas del folk y rock con una facilidad pasmosa regala su último disco en descarga directa desde sus sitio web para uso y disfrute de cualquiera que esté dispuesto a empaparse de la buena música contenida en este impecable De L'Autre Coté, razones más que suficientes para darle una oportunidad de la cual no he salida nada defraudado.
Con un sonido en el que prima la pasión por encima de la estética de estudio y confiriéndole un halo de intimisto y privacidad casi extremo su nuevo y misterioso redondo tiene la única pega de estar compuesto tan sólo por 9 temas que ocupan un total de 27 minutos acortando de manera catastrófica esta siniestra y tenebrosa obra en el que el dolor y la melancolía impregnan cada desgarrada nota de placer sonoro que consigue arrancarle a la otra protagonista del disco, su inseparable acústica.
Autoproducido, autoeditado y de venta directa desde su propia web esta joven promesa ha optado por desenvolverse en su idioma materno para imprimirle ese punto tan auténtico y creíble que consigue un artista al expresarse en su propia lengua. Sin tener prácticamente ni idea de francés estoy seguro que este mismo disco compuesto por esta misma artista en inglés no tendría ni la mitad de magia de la que puede presumir. Edith Crash pasa directamente a mi punto de mira.
Con un sonido en el que prima la pasión por encima de la estética de estudio y confiriéndole un halo de intimisto y privacidad casi extremo su nuevo y misterioso redondo tiene la única pega de estar compuesto tan sólo por 9 temas que ocupan un total de 27 minutos acortando de manera catastrófica esta siniestra y tenebrosa obra en el que el dolor y la melancolía impregnan cada desgarrada nota de placer sonoro que consigue arrancarle a la otra protagonista del disco, su inseparable acústica.
Autoproducido, autoeditado y de venta directa desde su propia web esta joven promesa ha optado por desenvolverse en su idioma materno para imprimirle ese punto tan auténtico y creíble que consigue un artista al expresarse en su propia lengua. Sin tener prácticamente ni idea de francés estoy seguro que este mismo disco compuesto por esta misma artista en inglés no tendría ni la mitad de magia de la que puede presumir. Edith Crash pasa directamente a mi punto de mira.
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