Y de la preciosa y agradable Kenza Farah pasamos al jefazo del gangsta rap del país galo. Estamos hablando de Booba, mc que lleva el peso del estilo en sus amplios hombros desde que se puso por libre a finales de la década pásada dejando aparcado su proyecto Lunatic, junto a Ali,, y labrándose una de las carreras más polémicas y problemáticas desde que el rap es rap consiguiendo una repercusión tal que es conocido fuera del país como uno de los rappers más importantes de la escena Europea, sino el más.
Sus discos han estado siempre marcados por el hardcore en su máxima expresión. Estética de malote, tatus a porrilo, unos músculos más gordos que los beats sobre los que fluye el francés, un flow excesivamente chulesco y unas líricas violentas y sexuales como las que más, eso es ya marca de la casa y sello imborrable del estilo de Booba. Y, por supuesto, este nuevo Futur no se queda corto en reafirmarse en sus conocidas cualidades.
Pero hay que decirlo todo, y en este nuevo Futur hay cambios considerables. La primera diferencia es que los ritmos escogidos para Futur parecen más accesibles en primera instancia, más fáciles de digerir, la segunda es que Booba hay momentos en los que se pone hasta sentimental, el single Tombé Pour Elle es una muestra inequívoca de ello, y la, quizás, excesiva manía que gasta con el vocoder, como tercera y última. Las colabos son de infarto, 2 Chainz, Kaaris, Rick Ross, Gato y Mala, no la nuestra.
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