Hablar de Earth es hablar de historia de la música, es hablar de grandilocuencia, es hablar de originalidad, de movimiento, de viajes astrales, de presiones y depresiones, de la vida y de la muerte, del amor y del odio, del tiempo y del espacio. Pero sobretodo es hablar de Dylan Carlson, un visionario, un viajante, un adicto, un camello, un jugador, un apasionado, un atrevido, un personaje con una personalidad incomprable, única, algo que trasciende directamente en su música obteniendo unos resultados igual de únicos e incomparables.
Creadores a finales de los 80 de un potente sonido, venido a llamarse drone, en el que mezclaban sus ruidosas influencias (doom, metal, noise, grunge) en una amalgama de notas continuadas en la eternidad y emociones latentes en distorsiones espaciales, su estilo se vio modificado cuando a mediados de los 90 cuando Dylan impuso un parón a la banda para recuperarse de sus destructivas adicciones, hasta que en el 2005 regresaron por todo lo alto, cambiados, pero tan grandes como siempre, o incluso más.
Su último disco es la segunda parte de su entrega anterior, Angels Of Darkness, Demons Of Light, (Prt. I & II), y continua y completa a la primera a la perfección. Desde su regreso, Dylan ha centrado sus influencias mucho más en el folk y el country que en el doom y el metal. Esto sigue siendo drone, por que hay llamarlo de alguna manera, rebajado a la mínima expresión del tempo, demostrando un minimalismo tan preciosista como oscuro y misterioso, y llevando su particular manera de entender la música a nuevos planos de abstracción y contemplación. Os pongo las dos partes para que podáis disfrutar de la obra al completo, bueno igual esto es una trología y yo no lo sé.
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