Segundo disco de Serj que tenemos este año para disfrutar. Después de un más que remarcable Harakiri, para mi su disco más disfrutable desde que se disolvieron los insuperables System Of A Down, ha llegado el momento de Serj de volcarse, por completo y sin media tintas, en la parte sinfónico-clásica de sus influencias, y Orca es el flamante resultado de ello.
Si ya lo había intentado con mayor o menor fortuna en sus discos en solitario, su amalgama de influencias sumamente variopintas incluía siempre brochazos de clásica sinfónica e incluso llegó a publicar un disco con una orquesta, ahora ha decidido hacerlo por todo lo alto y sin contemplaciones dejándose llevar en este Orca y componiendo enteramente una sinfonía dividida en 4 actos, con una media de 9 minutos por acto, para demostrar que él también puede hacerlo como los grandes.
La música clásica no es algo en lo que pongo demasiada atención, ni ahora ni antes, pero no digo tampoco que algún día no me de por ahí, pero tengo que admitir que la épica desmesurada de este Orca me ha hecho sucumbir a sus placeres desde el primer momento. Un disco tan inesperado como fresco, accesible y disfrutable. Una rara-avis de proyecto que en las manos de Serj, y La Filarmónica de Aukland, funciona a las mil maravilas.
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