Regresamos con más listas. Hoy toca la primera mitad de la lista con lo mejor de la música internacional. Lo volveré a explicar brevemente para los que sean nuevos. Mi selección se divide en dos partes, los 13 mejores intenacionales que me transmiten buenas vibraciones, felicidad y alegría, los POSITIVOS, y los 13 internacionales que más rabia, frustación y furia desatan en mi interior, los NEGATIVOS. Los estilos, ya veréis que se mezclan sin patrón ninguno, no podía ser de otra manera viniendo de mi, claro está, pero lo considero mi sello personal y diferenciador.
Diré de entrada que es el disco que menos conseguía disfrutar de los islandeses, no por pesado o por ser peor que sus anteriores obras maestras, sino más bien por la falta de predisposición que tenía siempre para escucharlo. Ahora, una vez absorbido por sus lentas y progresivas composiciones, tan delicadas, gráciles y frágiles que casi dan ganas de cuidarlas y arroparlas como a un bebé, no hay para menos que volver a rendirse a los pies de la banda más preciosista, profunda, inspiradora y evocadora de todas las que pueblan la inagotable escena post-rock mundial, si es que a esta maravilla se le puede aplicar un término tan terrenal. Sigur Ros Forever and Ever!.
Poner en positvo el último disco de una de las bandas de rock inglesas por excelencia, no ha sido tarea fácil. Las letras de los The Cult no son precisamente un campo de rosas, pero el chute de buen rollo que me inspira su rock clásico de tintes góticos me gana siempre la partida en el plano sentimental y finalmente han acabado cayendo en esta lista. La nueva criatura del dúo dorado compuesto por Ian Astbury y Billy Duffy, es su mejor obra desde el Sonic Temple, y eso es algo de mucho, mucho peso. En directo, siguen cumpliendo más que correctamente su repertorio clásico al que se le han añadido trallazos del calibre de Honey From A Knive o Lucifer. Que aprendan los que vienen detrás, que ahora son ellos los que vuelven a ser los maestros.
Y en el número once se ha colado otra banda inglesa, una banda que, tanto por cambio de estilo como por variación en su formación, ha conseguido facturar uno de los discos de rock sin etiquetas más frescos y disfrutables del año con este Maybe Tomorrow, Maybe Today. Yo me lo he rallado hasta la saciedad, cantando sus canciones a pleno pulmón y poniéndome los pelos como escárpias con sus gritos controlados y su contagiosa energía que te hace rejuvenecer como 10 años. Con un potencial comercial enorme, es una pena que la promo en nuestro país sea prácticamente nula.
I Bet On Sky es la culminación de la excelente forma en la que se encuentra, tanto creativa como física, el trío maravillas formado por Mascis, Barlow y Murph a lomos de los míticos Dinosaur Jr. Si su retorno a la formación original con Beyond fue por todo lo alto, y su confirmación llegó al poco con el grandioso Farm, ahora con I Bet On Sky se colocan en primera posición del rock alternativo de los States por derecho propio, superando con creces sus dos últimos álbums y poniéndose a la altura de aquel mítico Bug. Si es que cuando los Dinosaur se ponen a ello, no hay quien pueda con ellos.
09. COHEED AND CAMBRIA - The Afterman: Ascension
Cuando en Octubre escuché por primera vez este Ascension de los Coheed And Cambria las sensaciones que encontré en él no fueron las mejores, supongo que todo vino por su evidente cambio de orientación musical, no han cambiado de estilo ni mucho menos, pero su manera de afrontar las composiones, tanto a la hora de ejecutarlas como de crearlas, ha cambiado sobremanera. Esa haya sido posiblemente la razón para no darme cuenta de que estaba ante otra grandiosa y magistral obra de los de Claudio Sánchez. Tiempo he tardado, de acuerdo, pero ahora lo puedo decir sin miedo a equivocarme, Coheed And Cambria siguen siendo una de las mejores bandas de su generación. Han prometido una segunda parte del disco en breve, deseándolo que estoy.
08. PENNYWISE - All Or Nothing
Con todos los ingredientes de una telenovela melodramática, la salida de Lindberg por Zoli en Pennywise ha durado bien poquito. Después de facturar el mejor disco de su carrera en muchos, muchos años, y haber comprobado en nuestras carnes que Zoli es tan válido, o más, que Lindberg sobre las tablas como front-man de Pennywise, ahora van y recuperan a Lindberg a bombo y platillo y Zoli se queda de nuevo apartado de la banda de punk californiana. No lo entiendo mucho la verdad, pero como consuelo tenemos la noticia de que Zoli, posiblemente, vuelva a los imprescindibles Ignite, no hay mal que por bien no venga.
07. MILLENCOLIN - The Melancholy Connection
Como ya dije en su día, lo de los Millencolin es de escándalo. Conseguir colarse en el puesto número siete de mi lista positiva del año, con tan sólo dos canciones nuevas y un recuento de canciones no publicadas hasta la fecha, compuesto de desechados de sus 4 últimos discos, es todo un hito, algo que solamente ellos podían conseguir. Su siempre acertado sentido del humor, sus irresistibles melodías y sus coreables tonadillas, que navegan alegremente entre lo mejor del punk-rock y el power-pop, son siempre muy bien recibidas por mi persona, y si además los temas son tan buenos o mejores de los no desechados, pues entonces la cosa coge el mismo peso que si estuviéramos hablando de un disco nuevo.
06. SMASHING PUMPKINS - Oceania
Como ya anunciaba en su día, esto es uno de los discos de rock más gordos del año, además de lo mejor que han editado los Smashing de Corgan desde los tiempos del Machina, hasta me aterevería a decir que este Oceania es incluso superior a aquella lejana gran obra que firmaron los que quedaban de la formación original de los Smashing a finales de los 90. Después de la desbandada del grupo y aquel muy fallido Zeitgeist en su reunión con Chamberlain de la que salieron muy mal parados los dos, parace ser que Corgan ha reeencontrado el rumbo y ha vuelto a apostar por lo que mejor sabe hacer, canciones de rock atemporal con su sello inconfundible. Enorme no, más.
05. RUSKO - Songs
La proliferación del dubstep en los clubs, las rádios y entre la gente es ya un hecho, muchos dicen que el dubstep murió cuando Skrillex nació, pero bueno, yo creo que ha evolucionado lo suficiente como para convertirse en un estilo dominante y, ahora que se puede, hacerlo más accesible y agradable a los oídos de los neófitos. Todos los orígenes son más genuinos, más auténticos, más duros, más crudos, pero cuando la cosa es tan buena que cambia de manos todo se tergiversa y evolcuciona, a mejor y a peor, pero en manos de Rusko el dubstep ha conseguido tocar el techo comercial que le faltaba sin necesidad de sacrificar su potencia de sonido y sus variaciones de tempo. Para mi, el mejor disco electrónico del año con diferencia, quitando el rap por supuesto.
04. FUN. - Some Nights
Echando mano de algunos de los productores de rap más mainstream de los States e insuflándole a las canciones el espíritu rockero grandilocuente de unos Queen en sus mejores momentos, Fun. se han convertido en la banda más alegre y popera del año con un disco que, desde ya, ocupa uno de los puestos referenciales de los últimos años junto a redondos como Only Revolutions, The Ressistance o The Black Parade. Un disfrute fuera de lo normal contagioso como pocos y disfrutable para muchos, su pontencial comercial no conoce límites, todavía seguimos canatando sus canciones a pleno pulmón por la casa mi hijo Max y yo. Al próximo te vienes fijo Max, prometido.
03. OM - Advaitic Songs
Posiblemente, los que no hayan escuchado todavía la nueva entrega de Cisneros y compañía, se extrañen de encontrar un engrendo del drone y la distorsión en la lista del buen rollo, pero tengo que decir que, exceptuando uno de los temas que se centra algo más en las distorsiones, el resto del disco es una belleza musical de incalculable valor estético, estilístico y espiritual. Un hito musical que te eleva el alma y te revuelve el interior en busca de luz, esperanza y buenas vibraciones sin parangón. Una belleza cegadora, cálida y pura, eso y mucho más es Advaitic Songs. Tercer puesto más que merecido.
02. ANATHEMA - Weather Systems
Y llegamos a la segunda posición de la mano de una banda que, como poco, ha sabido reinventarse y reciclarse continuamente hasta llegar a un momento de inspiración y creatividad culminante en sus dos últimas obras. Puede que We're Here, Because We're Here fuera tanto el retorno ansiado como la sorpresa más grata que nos podíamos esperar de ellos, pero este Weather Systems es todavía más luminoso, más positivista, y, para muchos, mejor incluso que su intocable predecesor. Los hermanos Cavanaugh lo han vuelto a hacer y de nuevo lo van a tener realmente complicado para superarse en su próxima entrega.
01. SEXION D'ASSAUT - L'Apogée
Muchos se llevarán las manos a la cabeza al ver quien ocupa el primer puesto de mi lista, lo mismo habrá pasado con la nacional, pero después de un año de bastante sequía de hip-hop de calidad, hay que reconocer que lo poco remarcable que ha salido ha conseguido superar a cualquier otro estilo que haya escuchado este año. Lo de los Sexion D'Assaut es tan grande que ayer mismo estaba mirando con mi sobrino los vuelos a Francia para cuadrar un concierto de la gira que hacen por el país vecino a principios de año, no digo más. Para mi, es el disco del año, supera a todos los números unos de mis listas y es lo mejor que ha pasado musicalmente este año junto con el Swan.
Mañana volvemos con la lista de los más oscuros y malvados del año, y el siguiente con la lista sorpresa, que si pensáis un poco y véis lo que falta en las demás listas sabréis de que se trata, pero bueno, lo dicho, mañana más.
Cuando en Octubre escuché por primera vez este Ascension de los Coheed And Cambria las sensaciones que encontré en él no fueron las mejores, supongo que todo vino por su evidente cambio de orientación musical, no han cambiado de estilo ni mucho menos, pero su manera de afrontar las composiones, tanto a la hora de ejecutarlas como de crearlas, ha cambiado sobremanera. Esa haya sido posiblemente la razón para no darme cuenta de que estaba ante otra grandiosa y magistral obra de los de Claudio Sánchez. Tiempo he tardado, de acuerdo, pero ahora lo puedo decir sin miedo a equivocarme, Coheed And Cambria siguen siendo una de las mejores bandas de su generación. Han prometido una segunda parte del disco en breve, deseándolo que estoy.
Con todos los ingredientes de una telenovela melodramática, la salida de Lindberg por Zoli en Pennywise ha durado bien poquito. Después de facturar el mejor disco de su carrera en muchos, muchos años, y haber comprobado en nuestras carnes que Zoli es tan válido, o más, que Lindberg sobre las tablas como front-man de Pennywise, ahora van y recuperan a Lindberg a bombo y platillo y Zoli se queda de nuevo apartado de la banda de punk californiana. No lo entiendo mucho la verdad, pero como consuelo tenemos la noticia de que Zoli, posiblemente, vuelva a los imprescindibles Ignite, no hay mal que por bien no venga.
Como ya dije en su día, lo de los Millencolin es de escándalo. Conseguir colarse en el puesto número siete de mi lista positiva del año, con tan sólo dos canciones nuevas y un recuento de canciones no publicadas hasta la fecha, compuesto de desechados de sus 4 últimos discos, es todo un hito, algo que solamente ellos podían conseguir. Su siempre acertado sentido del humor, sus irresistibles melodías y sus coreables tonadillas, que navegan alegremente entre lo mejor del punk-rock y el power-pop, son siempre muy bien recibidas por mi persona, y si además los temas son tan buenos o mejores de los no desechados, pues entonces la cosa coge el mismo peso que si estuviéramos hablando de un disco nuevo.
Como ya anunciaba en su día, esto es uno de los discos de rock más gordos del año, además de lo mejor que han editado los Smashing de Corgan desde los tiempos del Machina, hasta me aterevería a decir que este Oceania es incluso superior a aquella lejana gran obra que firmaron los que quedaban de la formación original de los Smashing a finales de los 90. Después de la desbandada del grupo y aquel muy fallido Zeitgeist en su reunión con Chamberlain de la que salieron muy mal parados los dos, parace ser que Corgan ha reeencontrado el rumbo y ha vuelto a apostar por lo que mejor sabe hacer, canciones de rock atemporal con su sello inconfundible. Enorme no, más.
La proliferación del dubstep en los clubs, las rádios y entre la gente es ya un hecho, muchos dicen que el dubstep murió cuando Skrillex nació, pero bueno, yo creo que ha evolucionado lo suficiente como para convertirse en un estilo dominante y, ahora que se puede, hacerlo más accesible y agradable a los oídos de los neófitos. Todos los orígenes son más genuinos, más auténticos, más duros, más crudos, pero cuando la cosa es tan buena que cambia de manos todo se tergiversa y evolcuciona, a mejor y a peor, pero en manos de Rusko el dubstep ha conseguido tocar el techo comercial que le faltaba sin necesidad de sacrificar su potencia de sonido y sus variaciones de tempo. Para mi, el mejor disco electrónico del año con diferencia, quitando el rap por supuesto.
Echando mano de algunos de los productores de rap más mainstream de los States e insuflándole a las canciones el espíritu rockero grandilocuente de unos Queen en sus mejores momentos, Fun. se han convertido en la banda más alegre y popera del año con un disco que, desde ya, ocupa uno de los puestos referenciales de los últimos años junto a redondos como Only Revolutions, The Ressistance o The Black Parade. Un disfrute fuera de lo normal contagioso como pocos y disfrutable para muchos, su pontencial comercial no conoce límites, todavía seguimos canatando sus canciones a pleno pulmón por la casa mi hijo Max y yo. Al próximo te vienes fijo Max, prometido.
Posiblemente, los que no hayan escuchado todavía la nueva entrega de Cisneros y compañía, se extrañen de encontrar un engrendo del drone y la distorsión en la lista del buen rollo, pero tengo que decir que, exceptuando uno de los temas que se centra algo más en las distorsiones, el resto del disco es una belleza musical de incalculable valor estético, estilístico y espiritual. Un hito musical que te eleva el alma y te revuelve el interior en busca de luz, esperanza y buenas vibraciones sin parangón. Una belleza cegadora, cálida y pura, eso y mucho más es Advaitic Songs. Tercer puesto más que merecido.
Y llegamos a la segunda posición de la mano de una banda que, como poco, ha sabido reinventarse y reciclarse continuamente hasta llegar a un momento de inspiración y creatividad culminante en sus dos últimas obras. Puede que We're Here, Because We're Here fuera tanto el retorno ansiado como la sorpresa más grata que nos podíamos esperar de ellos, pero este Weather Systems es todavía más luminoso, más positivista, y, para muchos, mejor incluso que su intocable predecesor. Los hermanos Cavanaugh lo han vuelto a hacer y de nuevo lo van a tener realmente complicado para superarse en su próxima entrega.
Muchos se llevarán las manos a la cabeza al ver quien ocupa el primer puesto de mi lista, lo mismo habrá pasado con la nacional, pero después de un año de bastante sequía de hip-hop de calidad, hay que reconocer que lo poco remarcable que ha salido ha conseguido superar a cualquier otro estilo que haya escuchado este año. Lo de los Sexion D'Assaut es tan grande que ayer mismo estaba mirando con mi sobrino los vuelos a Francia para cuadrar un concierto de la gira que hacen por el país vecino a principios de año, no digo más. Para mi, es el disco del año, supera a todos los números unos de mis listas y es lo mejor que ha pasado musicalmente este año junto con el Swan.
Mañana volvemos con la lista de los más oscuros y malvados del año, y el siguiente con la lista sorpresa, que si pensáis un poco y véis lo que falta en las demás listas sabréis de que se trata, pero bueno, lo dicho, mañana más.
En tercer lugar Om a los que no conocía hasta ahora y de los que he caído rendida a sus pies, en segundo lugar The Cult porque son ellos y siguen siendo ellos sin perder ni un gramo del espíritu de los 80 y catapulto a la primera posición a mis adorados Anathema porque no se puede ser más elegante, más preciosista, tener más fuerza y transmitir más.
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