Después de facturar unos últimos discos muy afianzados en el concepto del rock, siempre desde el original punto de vista de una banda que ni se vende a la modas ni se vence al tiempo, los Melvins, a los que todavía se la tengo guardada desde que nos dejaran plantados en el último Primavera con unas muy dudosas escusas, han conseguido redimirse conmigo con este disco de versiones llamado Everybody Love Sausages, y eso que para nada soy partidario de este tipo de discos.
Pero como suele pasar, siempre tiene que haber excepciones y, por supuesto, este nuevo artefacto sonoro de los Melvins lo es, como está mandado. Sin necesidad de copiar las originales, los Melvins se pasean por el disco como si de sus propias canciones se tratase llevándoselas todas a su terreno dejando incluso algunas de las originales a la altura del betún.
Solamente ellos podrían coger algunas de las canciones más famosas, y otras no tanto, de sus más queridos ídolos y convertirlas en suyas sin sonar pretenciosos, ni tampoco desconectados por completo del sentimiento original del tema. Una verdadera lección de como hacer un disco de versiones sin caer en el ridículo, ni resultar un aprovechado. Ahora solamente falta que vuelvan de gira y no anulen el concierto, jajaja.
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