Empecemos la semana fuete, jejeje. Puede que lo que vaya a decir de este disco vaya en contra de la opión más populista sobre él, incluso creo que va en contra de mi mismo, pero lo tengo que decir si no reviento. Mis expectativas con el disco eran altas, lo admito, y eso puede haber juegado en mi contra, su adelanto con Patagonia con me pareció ni bien ni mal, pero, una vez escuchado a conciencia el debut autitulado de esta súper banda formada por Chino Moreno y tres componentes de los antiguos Isis, Jeff Caxide, Aaron Harris y Clifford Meyer, la decepción ha invadido mi cuerpo de la misma manera que lo ha hecho Man Of Steel de Zack Snyder.
Admito la calidad que supura el cuarteto en sus composicones, de eso no hay duda y es imposible discutirla, pero la magia, la emoción y la originalidad, brillan por su ausencia en el disco. Lo primero a lo que me ha recordado el disco es a las canciones más calmadas y lángidas que contiene el último disco de los Deftones, también son las que menos me gustan, y con esa premisa he pasado el disco en las primeras dos escuchas.
Una vez superadas esas dos escuchas y quitado de mi cabeza el complejo de Deftones que gasta la banda, me he quedado con un acto sin vida, sin pasión y sin ganas. Muy triste la verdad, sobretodo contando que para mi son héroes musicales los que aquí se han juntado, tanto Deftones como Isis han sido de mis bandas de cabecera durante años, y, quizás por eso, la decepción aún haya sido mayor. Espero poder decir lo contrario de él a final de año.
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