Una más, un día más. Jornada complicada y dura la de hoy, más de lo previsto, pero que se ha visto fuertemente inyectada de ganas gracias a la noticia que mi homólogo en Murcia me ha hecho saber. La gira compuesta por la crema más oscura e inclasificable que puebla el extremo (sensorial) de la escena internacional, ha sido anunciada. Cuatro rara-avis, a las que poder ver de una tacada y que se han convertido en algo que va mucho más allá de la música, para transmutarse en un tipo de acto tan abstracto y trascendental como la propia vida, cada uno a su genial manera y dentro de su estilo.
La gira la componen los belgas Amenra, Oathbreaker y Hessian, y la completan los franceses Treha Sektori, de los que nos vamos a ocupar hoy y en los que también participan componentes de Amenra. Un cartel que puede dejar a más de uno volatizado por la galaxia solamente con verlo, el art-work utilizado es simplemente perfecto para el sentimiento musical que plasman todas las bandas. El componente ambiental, en toda su magnificencia, lo llevarán los Treha Sektori, una banda que se apoya en el oscurantismo musical para mostrar sus mejores cartas.
Lo primero que hay que hacer para escuchar a los Sektori es vaciarse completamente, de imágenes mentales y de emociones externas, es la única manera de percibir a (sub)conciencia la silenciosa intensidad que presentan sus abstractas composiciones. Una intensidad que reside en sonidos profundos, desoladores, abisales, capaces de crear tantas imágenes y transmitir tantos sentimientos que es por ello que hay que estar completamente vacío para hacerlos caber en tu interior sin tener un cortocircuito neuronal. Una manera tan personal y única de presentar la música que, como decía antes, transciende completamente el concepto musical para darle toda la importancia al carácter evocador y artístico de la ambientación.
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