Estaba claro que el enfado entre Cedric y Omar que provocó la sorpresiva disolución de los abstractos The Mars Volta no podía durar eternamente. La cosa es que después de estar separados algo más de un año ambos se han vuelto a juntar, además de uno de los baterías de The Mars Volta, Dave Elitch, para formar estos genuinos Antemasque. Un ejercicio absolutamente encarado al disfrute y divertimento de sus autores, y de cualquiera que quiera disfrutarlos. Flea toca el bajo en el disco, pero dudo que se lo lleven de gira.
Ni nos vamos a encotrar las oscuridades, gritos y locos desvaríos de At-The Drive In, ni tampoco las pajas espaciales de prog-rock psicotrópico por las que nos llevaban los Mars Volta, tampoco es que estos Antemasque no contengan nada abosolutamente de sus proyectos anteriores, pero hay que admitir que esto es totalmente distinto al los estilos anterioremente transitados por Omar y Cedric como dúo.
Canciones, podríamos decir que, alegres rozando la facilidad pop y el nerviosismo punk a partes iguales en las que tanto Omar, que simplifica de manera brutal su trabajo a la guitarra aún sin dejar de ofrecer una aportación absolutamente única y personal de sus toqueteos al mástil haciéndola sobradamente interesante, como Cedric, al que no le importa tanto su registro, o el trabajarlo especialmente, sino que opta por la visceralidad de una forma mucho más directa y punk de cantar, vuelven a demostrar su pecualiar destreza a la composición y la ejecución. Una maravilla más a añadir a la lista de obras y proyectos destacable de un dúo que respira química por los 4 costados. Estoy seguro que desde el momento en el que se sientan juntos en una sala para empezar a tocar, saltan chispas literalemente.
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