Supongo que lo primero que me hecho probar a los americanos Enabler, sin conocerlos de nada, ha sido el título de su disco, extraído del mejor capítulo de la primera temporada de los Masters Of Horror dirigido por el maestro Carpenter. Eso, y habérmelos encontrado por el Spotify por casualidad de casualidades. Y mi primera impresión ha sido la de toparme con una banda que practica un metalcore bastante famliar, mezclando a Converge y a Morning Again en la misma batidora, y haciéndolo de una manera que me ha motivado a volver a escucharlo y crearme un bucle infinito durante el día de hoy con este incendiario La Fin Absolue Du Monde.
Como muchos ya sabéis, el metalcore actual no es de mis fuertes, pero también es cierto que estos Enabler saben como retrotraerme a la época dorada del metalcore de principios de los noventa, al de los Hatebreed del Satisfaction.., al de Morning Again, al de los Earth Crisis de los primeros discos, y eso es un ejercicio que me gusta horrores, tengo que admitirlo. Bandas como Culture o Shai Hulud supieron darle ese carácter emotivo a su amalgama de hardcore y metal y, os puedo garantizar que, Enabler saben aprovecharlo sobremanera, quizás sea eso lo que me ha hecho engancharme tanto a ellos. No me malentedáis, esto no es emocore, ni tampoco suena al hardcore de los 90 especialmente, las influencias de Converge son muy visibles, pero ese espíritu está ahí, en esos coros incendiarios, en esas guitarras que van más allá de los simples riffs y en esa evidente pasión que destilan las letras de Jeff Lohrber, capo absoluto de estos Enabler.
La banda la completan Amanda Daniels al bajo, quien también toma el micro en más de una ocasión consiguiendo unos efectos del todo enigmáticos e hipnotizantes en el oyente, y Ryan Steigerwald, quien se estrena con los Enabler en este disco. No por casualidad, el disco está masterizado por Steve Austin de los Today Is The Day, dándole una oscura rocosidad y suciedad a la mezcla de lo más ideal, de los cuales Lohrber es un fan declarado llevando el testigo de ello en su cuerpo con un tatuaje en honor a la banda de Nashville. Cabe destacar la excelsa labor del trío con una ejecución muy sólida, hubiera jurado que eran más antes de saberlo, y, sin lugar a dudas, este La Fin Absolue Du Monde es una de las sorpresas más crudas y geniales del año.
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