At War With Reality es uno de los discos de regreso más esperados por la comunidad metálica desde que Carcass hicierean lo propio el año pasado con su monumental Surgical Steel y, sin que sirva de precedente ya que no soy muy amigo de las reuniones tan tardías, he de admitir que el regreso de At The Gates puede ser tan memorable y revitalizante como el de Bill Steer y Jeff Walker con la resurección de Carcass.
Está claro que comparar este At War With Reality con el insuperable Slaughter Of The Soul es una tarea imposible, ya no por las cualidades o las calidades entre los que no distan demasiado, sino por el momento y el lugar. Slaughter Of The Soul es un disco que, a día de hoy, sigue siendo el máximo referente en cuanto a melodeath se refiere y fue el responsable de que toda una generación de músicos explorara esa vía estilística con resultados siempre inferiores a la banda capitaneada por Tompa Lindberg.
Pero estamos en el 2014 y, os lo puedo garantizar, no había nadie mejor en la recámara para actualizar el sonido Goteborg y dejar el pabellón tan alto. Sin necesidad de retomar el testigo del Slaughter, tan sólo los podemos relacionar entre ellos por el nombre de la banda y el estilo que practican, At The Gates han sabido como retomar su propio testigo, revisitar con éxito su propio sonido y reactivar el estilo que ellos mismo pusieron sobre la mesa y que, no nos engañemos, hace años que acusa signos de debilidad mórbida siendo At War With Reality el acontecimiento más importante que vive el subgénero desde mediados de los 90.
Con un comienzo de disco que aboga por el clasicismo de la banda con la variante del sonido actualizado, es imposible negar la densidad que adquiere el combo a medida que los temas se van sucediendo sustituyendo la velocidad inicial por la contundencia de unos medios tiempos que probablemente no hagan las delicias de todos pero que, si se les da la oportunidad, se pueden llegar a convertir en auténticos clásicos de la banda. Para mi, como ya he dicho, uno de los retornos más dignos que se han visto jamás. Eso sí, se lleva el título a la peor portada del año.
Está claro que comparar este At War With Reality con el insuperable Slaughter Of The Soul es una tarea imposible, ya no por las cualidades o las calidades entre los que no distan demasiado, sino por el momento y el lugar. Slaughter Of The Soul es un disco que, a día de hoy, sigue siendo el máximo referente en cuanto a melodeath se refiere y fue el responsable de que toda una generación de músicos explorara esa vía estilística con resultados siempre inferiores a la banda capitaneada por Tompa Lindberg.
Pero estamos en el 2014 y, os lo puedo garantizar, no había nadie mejor en la recámara para actualizar el sonido Goteborg y dejar el pabellón tan alto. Sin necesidad de retomar el testigo del Slaughter, tan sólo los podemos relacionar entre ellos por el nombre de la banda y el estilo que practican, At The Gates han sabido como retomar su propio testigo, revisitar con éxito su propio sonido y reactivar el estilo que ellos mismo pusieron sobre la mesa y que, no nos engañemos, hace años que acusa signos de debilidad mórbida siendo At War With Reality el acontecimiento más importante que vive el subgénero desde mediados de los 90.
Con un comienzo de disco que aboga por el clasicismo de la banda con la variante del sonido actualizado, es imposible negar la densidad que adquiere el combo a medida que los temas se van sucediendo sustituyendo la velocidad inicial por la contundencia de unos medios tiempos que probablemente no hagan las delicias de todos pero que, si se les da la oportunidad, se pueden llegar a convertir en auténticos clásicos de la banda. Para mi, como ya he dicho, uno de los retornos más dignos que se han visto jamás. Eso sí, se lleva el título a la peor portada del año.
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