Supongo que este día tenía que llegar, o cuanto menos, podía llegar. Si Soprano ha conseguido llegar al máximo dentro del juego del rap, tanto en solitario como con sus irreductibles Ps4 De La Rime, ha llegado el momento para el mc galo de dejarse engullir por completo por el mainstream y realizar su disco más accesible y con mayores dosis de soul, r&b y, porqué no decirlo, pop. Una sensibilidad pop que ha salido a relucir en más de una ocasión en el pasado, pero que ahora ocupa un lugar mucho más importante en este Cosmopolitanie.
En cierto modo no es nada malo, Soprano sigue creciendo y añadiendo influencias a su estilo y por ello su nueva obra se muestra tan abierta y cambiante por momentos. El disco empieza muy bien con dos temazos al más puro estilo Sopra, raps contundetes y rápidos con bases muy movidas, pero a medida que el disco va avanzando el poso del rap se va diluyendo cada vez más hasta convertirse en un largo que, para nada, puede ser considerado estrictamente como un disco de rap.
No seré yo quien reniegue de él por probar cosas nuevas, creo que a menos que se pusiera a cantar country siempre estaré interesarado por todo lo que haga este grandioso artista, pero he de admitir que hay canciones en este nuevo disco que me han costado de escuchar viniendo de él. Espero acostumbrarme a la faceta más accesible que ha adquirido Soprano, pero estoy casi seguro que esto no va a conseguir colarse entre sus mejores obras, al menos bajo mi criterio.
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