Es curioso como, en ocasiones, mis dos pasiones confluyen de manera mágica y sin ninguna intención al respecto. Si ayer comentaba en el Melting Man la última película que he visto que lleva de nombre La Cueva, hoy he descubierto a esta banda americana de metal sin etiquetas la cual ha titulado a su nuevo álbum, categorizado como Ep pero que dura más que muchos de los discos largos que podemos encontrar hoy en el mercado, The Cavern. Lo dicho, dichosa casualidad.
Sin tener absolutamente ninguna referencia anterior de la banda de Richmond, Inter Arma se han convertido, automáticamente con este The Cavern, en mi nueva banda favorita. Compuesto a partir de un solo tema que pasa de los 40 minutos, en su basta extensión encontramos visos de todos y cada uno de los estilos y ramificaciones que contiene el grandioso arbol genealógico del metal. Sin necesidad de separarlos entre ellos ni seccionar la canción por estilos, su portentosa habilidad para incluir dentro de su amplitud de miras desde el post-metal, pasando por el progresivo, retozando en el black o en el doom y con un sonido deudor del sludge pantanoso y pesasdo, este The Cavern es una de las proezas del metal más impresionantes del año.
Con una manera de entender el metal muy parecida a lo que hacían los desaparecidos Isis, cuanto menos en este The Cavern que es lo úinico que he escuchado de ellos, me ha sorpredido sobremanera comprobar que Inter Arma comparte componente con los blackers Bastard Sapling y con los deathsters Organ Donor, dato que habla por si solo a la hora de entender la grandiosidad de este The Cavern. Directo a las posiciones más altas del año.
Sin tener absolutamente ninguna referencia anterior de la banda de Richmond, Inter Arma se han convertido, automáticamente con este The Cavern, en mi nueva banda favorita. Compuesto a partir de un solo tema que pasa de los 40 minutos, en su basta extensión encontramos visos de todos y cada uno de los estilos y ramificaciones que contiene el grandioso arbol genealógico del metal. Sin necesidad de separarlos entre ellos ni seccionar la canción por estilos, su portentosa habilidad para incluir dentro de su amplitud de miras desde el post-metal, pasando por el progresivo, retozando en el black o en el doom y con un sonido deudor del sludge pantanoso y pesasdo, este The Cavern es una de las proezas del metal más impresionantes del año.
Con una manera de entender el metal muy parecida a lo que hacían los desaparecidos Isis, cuanto menos en este The Cavern que es lo úinico que he escuchado de ellos, me ha sorpredido sobremanera comprobar que Inter Arma comparte componente con los blackers Bastard Sapling y con los deathsters Organ Donor, dato que habla por si solo a la hora de entender la grandiosidad de este The Cavern. Directo a las posiciones más altas del año.
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