Segunda filtración gorda del inminente 2015. Si la semana pasada tuvimos la oportunidad de escuchar el próximo disco de Marilyn Manson fechado para salir el 20 de Enero, hoy hacemos lo propio con el séptimo disco de estudio de The Decemberists, fechado precisamente para pisar las calles el mismo día que el disco del Reverendo. El quinteto de pop de Oregon, encabezado por el multinstrumentista Colin Meloy, vocalista, guitarrista y principal compositor de la banda, nos entrega el disco más vitalista y luminoso de su carrera con este delicioso What a Terrible World, What a Beatiful World.
Desde su colorista portada, pasando por el registro más musculado y presencial de Meloy y acabando por unas composiciones que, aún viviendo una reposada melancolía, tienen una vivacidad y una luz impresionantes. Con una instrumentación que se sirve de las plurales habilidades instrumentísticas de sus componentes, aquí quien más y quien menos sabes tocar como poco 2 instrumentos, WATW,WABW es uno de los disco más bonitos que he escuchado en su año, jajaja, sí, tiene truco.
Precioso pop, que busca en el folklore las historias para componer sus canciones y que consigue sumar enteros en todas sus aptitudes, que no son pocas, regalándonos su obra más accesible y disfrutable. Desde el neo-folk, pasando por el country más meloso o valiéndose simplemente del pop de toda la vida, WATW, WABW fuciona a las mil maravillas gracias a una banda que se muestra más sólida y aprendida que nunca. Pura magia, sin más. Van dos discos gordos de dos, parece ser que el 2015 se presenta de lo más generoso en discazos.
Desde su colorista portada, pasando por el registro más musculado y presencial de Meloy y acabando por unas composiciones que, aún viviendo una reposada melancolía, tienen una vivacidad y una luz impresionantes. Con una instrumentación que se sirve de las plurales habilidades instrumentísticas de sus componentes, aquí quien más y quien menos sabes tocar como poco 2 instrumentos, WATW,WABW es uno de los disco más bonitos que he escuchado en su año, jajaja, sí, tiene truco.
Precioso pop, que busca en el folklore las historias para componer sus canciones y que consigue sumar enteros en todas sus aptitudes, que no son pocas, regalándonos su obra más accesible y disfrutable. Desde el neo-folk, pasando por el country más meloso o valiéndose simplemente del pop de toda la vida, WATW, WABW fuciona a las mil maravillas gracias a una banda que se muestra más sólida y aprendida que nunca. Pura magia, sin más. Van dos discos gordos de dos, parece ser que el 2015 se presenta de lo más generoso en discazos.
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