Y si ayer nos tocaba hablar de lo muy en forma que está el death metal de California, aunque en ese caso concreto fuera a costa de fusilar a Death a diestro y siniestro, hoy nos toca hacer lo propio con la otra gran potencia death metalera. Hablamos del death metal sueco y de los incombustibles Unleashed, que han facturado, con este Dawn Of The Nine, su doceavo disco de estudio en una trayectoria que se remonta a finales de los 80 siendo una de los buques insignias institucionales, desde los inicios del movimiento, del todavía muy activo Swedish Death Metal.
La historia de los regulares Unleashed nos ha ido dejando por el camino de todo, sus primeros albums se han convertido en clásicos imperecederos del estilo, eso es innegable, pero también es bien cierto que después de su tercer álbum, Across The Open Sea (1993), la cosa empezó a deambular por otros lares, ni tan brutales ni tan interesantes como al principio e incluso llegaron a trampear un poco con ese sonido llemado death n' roll que desplegaron conscientemente los Entombed en su DCLXVI: To Ride Shoot Straight and Speak The Truth de 1997, hay que decir que sin el acierto de estos, llegando al punto de desinteresarme por la banda en gran medida.
Pero como se suele decir... el que tuvo, retuvo, y Johnny Hedlun y los suyos retornaron a su mejor encarnación y forma en 2012 con un álbum titulado Odalheim que revivía las glorias pasadas de la banda de Estocolmo añadiéndole la justa y necesaria medida de actualización a su sonido con un trabajo que se podía colocar sin problemas entre sus mejores y más brutales obras hasta la fecha. Bajo mi punto de vista, la digna continuación del Across The Open Sea.
Dawn Of The Nine llega después de uno de los mejores discos de la banda y he de admitir que, sin necesidad de repetir exactamente la misma fórmula que utilizaron en aquel, sabe coger el testigo del Odalheim y superar el listón desde un punto de vista más técnico, elaborado y contundente. Rebajando tanto la velocidad como la brutalidad, Dawn Of The Nine está dotado de otras cualidades tan válidas como aquellas, solidez, refinamiento, sofisticación, pulcritud, dándole mayor fescura a su sonido y consiguiendo ir un paso más allá en la buena dirección. Sin duda, uno de los mejores discos de death metal del año.