Otro de esos discos que se me ha hecho bastante cuesta arriba en las primeras escuchas, ha sido lo nuevo de los suecos Tribulation. Una de esas bandas que, en principio, quiso hacer su más que sólida aportación al revival del swedish death metal con su debut del 2009 llamado The Horror, rompía moldes con todo lo establecido en el estilo para torturarlo a placer en su segunda entrega del 2013 titulada The Formulas Of Death, una de las obras maestras más originales e impresionantes del revival swedish, y que ha querido transgedir todo lo formulado hasta la fecha por la banda con la salida por la tangente que se han marcado con este The Children Of The Night.
El disco WTF? (¿pero que cojones?) de los Tribulation ha llegado y curiosamente de la mano de Century Media, no será casualidad. Lo primero que voy a advertir es que, los que estéis intentando buscar algo de los principios deathmetaleros de la banda, nada vais a encontraros aquí más que la conservación del rasgado y cavernoso registro de Johannes Andersson, se acabó. La banda ha tomado un nuevo rumbo musical, incluso adquirido una nueva personalidad, en la que los fuertes ecos del Sister de In Solitude o las leves influencias del característico estilo de los Ghost, parecen haber marcado considerablemente la nueva dirección de los Tribulation.
No seré yo quien los tilde de haber cometido un error, cualquier banda que toma riesgos es admirable solamente por ese hecho, pero creo que su nueva faceta plagada de sonidos vintage, influencias setenteras y aires góticos no ha superado ni por asomo la imponente personalidad y la fuerte capacidad de cambio dentro del estilo que supuso su anterior The Formulas Of Death. El disco se hace un tanto largo y las dos instrumentales que contiene no ayudan demasiado a disipar esa sensación.
Empeñados en sonar más accesibles y en demostrar que su habilidad musical no conoce límites, es muy importante resaltar la impresionante fuerza creativa y la indudable calidad como músicos que poseen los Tribulation, The Children Of The Night es la fusión deliverada del espíritu rockero de los años 70 con el estilo swedish death metal melódico de mediados de los 90 resultantdo en un experimento que sin sonar nada mal, choca viniendo de una banda con aún mucho más que decir es su antiguos ropajes. Me quedo con la esperanza de que en el próximo disco vuelvan a cambiar de tercio y me sorprendan, esa vez para mejor, espero.
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