Es curisoso como la evolución de Kampfar ha ido desarrollándose prácticamente al contrario del resto de bandas dentro de su estilo, e incluso dentro de su escena, el black metal noruego, y de cómo Dolk, capitán indiscutible de la nave, ha funcionado dentro de esa extraña entidad llamada Kampfar. Con unos inicios en los que la naturaleza y la espiritualidad de la misma eran los absolutos protogonistas de sus líricas, además de desarrollarse mucho más intensamente dentro del subgénero del black llamado folk, la actualidad de la banda pasa por unas composiciones puramente black metal, con muy pocas concesiones al folk, en las que sus potentes líricas anti religiosas toman un protogonismo nada propio de la primera época de la banda.
Si bien es cierto que su gran amigo Thomas se apeó de la banda hace ya unos años, es bastante probable que parte de ese distanciamiento del black más folk y pagano de sus inicios por el ahora más crudo, visceral e intrincado tenga algo que ver con esa separación, los tres últimos discos de Kampfar componen una de las trilogías más interesantes de los últimos años dentro de la escena black metal noruega. Contando con una producción que no hace más que acentuar las habilidades de la banda y una agresividad desbordante que desemboca en unas composiciones sobradas de maldad y contundecia, Profan es la culminación perfecta de lo planteado en el Mare (2011) y desarrollado en el Djevelmakt (2014).
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