Nacido en principio como una trilogía en la que éste Keep The Village Alive ocuparía el segundo puesto y el Graffiti el primero, Kelly Jones, guitarra, vocalista, productor y capitán indiscutible del buque, ha decidido finalmente cambiar esa idea y dejar los dos discos como dos volúmenes independientes pero que, claramente, se complementan entre ellos. La decisión de montar una trilogía vino dada por las mega productivas sesiones de grabación del Graffiti durante las cuales Kelly se acabó juntando con prácticamente 40 canciones, grabando y completando al menos 30 de ellas, consiguendo un número que daba claramente para una trilogía de lo más excelsa.
Estamos ante un disco claramente inferior a su anterior Graffiti, era muy difícil superarlo e incluso igualarlo, que cuenta con unos temas que, definitivamente, quedaron fuera del primer y perfecto disco y por ello nos encontramos ante un disco que no llega a su altura, aunque no por ello se hace malo, sino más bien menor únicamente. Disfrutable al máximo, su único inconveniente es que se llega a quemar mucho antes que el Graffiti.
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