Con una banda absolutamente renovada, como manda la tradición en Abigail Williams cada vez que sacan nuevo disco, y bajo los designios del único y auténtico Ken Sorceron, amo y señor del cotarro quien para la ocasión ha reclutado a Charlie Fell a la batería y a Jeff Wilson a la segunda guitarra, la banda afincada en la actualidad en Washington, aunque originaria de Arizona, nos presenta su cuarto asalto sonoro titulado The Accuser en el que siguen rebuscando en las enseñanazas más trues del estilo. En este caso el black metal.
Muchos ya sabemos que los inicios de Abigail Williams quizás no fueron los más acertados para el estilo que practican a día de hoy, su debut fue algo así como un extraño e inconexo batiburrillo de death-core melódico con tintes blackeros que aún funcionando bastante bien hacía huir despavorido a cualquier purista del género, pero también es bien cierto que a partir de su segundo disco, In The Absence Of Light 2010, y corroborando su actitud en el tercero, Becoming 2012, los obejtivos de Sorceron van cada vez más centrados y obtusos hacia el black metal más true posible.
Desplegando nuevas armas en su nuevo disco de estudio, The Accuser recicla la propia fórnula de Abigail Williams, para conseguir las composciones más despiadas, intrincadas, impresionantes y potentes de toda su carrera urdiendo, baja el hipnótico entramado de tremolos y bajo la imponente batería prácticamene incesante de blast-beats, uno de los mejores discos de black metal del año y, sin lugar a dudas, el disco con más personalidad y más complejo de su impecable historial.
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