El cómico combo formado por Josh "HallHammer" Hall, Andy "Weedgrinder" Horn, Philip "Landphil" Hall y Nick "Nikropolis" Poulos, dedicado en cuerpo y alma a parodiar las letras de bandas como los evidentes Cannibal Corpse y demás eminencias death metaleras mezclándolo todo con un descarado sentido del humor herbáceo con el que me siento fuertemente identificado, vuelven a la carga con un nuevo largo después del escaso Ep que nos dejaron en el ya lejano 2009 jocosamente titulado The Weeding.
Pero más allá de toda esa fachada de banda de broma que promocia al combo de la manera que más irrisoria posible se esconde una de los combinados más sólidos y brutales de la escena americana artífices de algunos de los mejores discos del estilo de los últimos 5 años. Con una compenetración entre ellos que asusta y capaces de esputar temas tan contundentes y asesinos que harían palidecer a cualquiera de esas bandas de empaque mucho más serio y malote su nuevo asalto sónico es un tratado de death metal en toda regla.
Devotos en la misma medida tanto del old-school más purista como de las vertientes más contemporáneas su calidad va más hayá de toda duda con ésta su mejor obra hasta el momento que los confirma como una de las bandas más en forma del género capaces de reírse de ellos mismos, del estilo y hasta de las intocables glorias y encima hacerlo con una clase y una calidad abrumadora, ésto no es una obra señor@s...
excelente disco, gracias
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