Kevin Shields es leyenda, y My Bloody Valentine pues lo mismo. Después de que el pasado año nos regalaran aquella colección de Ep's antiguos en un disco doble de órdago, una verdadera delicatessen de disco, la maquinaria de Kevin y Bilinda se ha puesto en marcha finalmente y ha dado como resultado un nuevo disco de estudio 22 años después del aún invicto Loveless.
¿Y cómo suena esto?, pues como los ángeles borrachos, como los dioses puestos de lsd, como la belleza más feísta que te puedas llevar a la cara. Esto no es shoe-gaze señores, esto es My Bloody Valentine en todo su esplendor, en toda su distorsión atmosférica, envuelto en todas sus voces fantasmales y sus sobredosis de sonidos saturados en todos los sentidos. Niños, no intentéis ajustar el sonido de vuestros ecualizadores, ésto suena así.
Bueno, no me voy a extender más ya que, como muchos sabéis, esto es difícil de explicar con palabras, la experiencia sonora que son los My Bloody Valentine se verá culminada a finales de Mayo en el Primavera Sound donde los tendremos por fin sobre las tablas presentando este nuevo trabajo después de tantos años. Gracias My Bloody Valentine, muchas gracias.
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