Otro de los grandes esperados y ansiados del año es este Push The Sky Away que significa el retorno a los escenarios de una formación que no debería salir nunca de ellos. Una vez quitada la espina del rock estrafalario con los imprescindibles Grinderman y de haber realizado, junto a su inseparable Warren Ellis, algunas de las bandas sonoras más cojonudas de los últimos años, los Bad Seeds han vuelto, esperemos que para quedarse.
Lo primero que vemos y que nos impacta sobremanera es su clásica portada, clásica por que remite directamente a los primeros discos de la banda, los últimos tienen un art-work mucho más agradable, y también por su utilización del blanco negro y la tipografía de las letras. El sonido es gordo, penetrante, embrujador, cautivador, como los temas y, por supuesto, la inconfundible voz de un Cave en el top de los storytellers más exquisitos y viscerales.
El ritmo del disco es pausado, lento y muy melancólico, incluso más que de costumbre, y el halo que lo envuelve tiene mucho que agradecer al gran Leonard Cohen, el cual se hace presente en las interpretaciones de la banda, tanto en la voz de Cave como en la sensible instrumentación que utilizan, sobretodo en la parte inicial del disco. Para mi hay dos discos imprescindibles en la discografía de Cave, uno es el Muder Ballads, el otro, se llama Push The Sky Away, no digo más. En el Primavera daremos el veredicto final.
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